martes, 16 de septiembre de 2014

Vinieron por Ernestina

 Rosa Nieto

El tiempo se ha detenido en la destartalada caseta con un borroso letrero de “Coca-Cola” situado en la calle principal de Charco Azul, Distrito de Aguablanca en Cali. El calor es sofocante.  Ernestina con  ojos cansados y  grandes ojeras se pasea  impaciente   mirando hacia la lejanía, en busca de algo que le alegre sus días. Desea  servir pronto los mismos frijoles con arroz y terminar su trabajo. Vive  con la certeza de que un día seguirá al otro y que cualquier grito en la calle es una señal de violencia.