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sábado, 8 de octubre de 2016

Una noche distinta

 José Antonio Cortés    
                                                

Qué dios detrás de Dios impulsa la tramoya…                                  
                                                       JL Borges



  
El destello de un relámpago iluminó toda la casa. Las gotas de una lluvia obstinada se deslizaban por los cristales mientras el viento batía las ventanas. Margot regresaba del patio posterior.
­         ─Qué noche tan fría ─se dijo mientras se quitaba la ropa húmeda, los guantes de jardinería y las botas embarradas.

         Después de limpiar todo cuidadosamente, fue hasta su habitación, sentía los pies helados, tomó una toalla y se los frotó varias veces, luego se puso la pijama. Cuando pasó frente al tocador se miró un instante en el espejo y se tocó un moretón en el pómulo izquierdo. Aunque estaba agotada en sus ojos había un brillo de satisfacción.