“Allí un pueblo nació, dulce y
valiente,
en el campo regó buena
simiente
y en cosecha su
vientre germinó
Se formaron mentes altivas,
la ciencia le brindó sus aguas vivas
y Venecia de luz se iluminó.”
Eduardo López
Eduardo López
No
ha mucho tiempo, a mediados de la primera década de 1.900, allá en medio de las
montañas antioqueñas, una población comenzó a brotar con calles bien delineadas,
en los que fueron los terrenos donados por Tomas Chaverra y Custodio Galeano. Se
construyó una capilla, inaugurada en 1904.