José David Tenorio
Es
una versión siglo XX de la Cabaña del Tío Tom y sigue el modelo literario de
Mark Twain. Cuando la novela se escribió, pese a los avances que se habían
logrado, aún era muy fuerte la discriminación racial en perjuicio de los negros.
Apenas empezaban los movimientos antisegregacionistas de gran resonancia en los
años 60, por lo que sin tener el impacto que causó La Cabaña del Tío Tom, casi
podría decirse de Harper Lee lo que dijo Lincoln cuando conoció a Harriet Beecher Stowe "De manera que es usted la pequeña mujer,
que escribió el libro que provocó esta gran guerra".
La
trama es una serie de diálogos y pequeñas aventuras de dos pequeños hermanos,
con infinidad de detalles y descripciones de lo que va sucediendo en un remoto
y aislado pueblito del sur de los E.E.U.U. Pero resulta inconcebible el lenguaje inmensamente erudito y profundo de
una niña de solo ocho años, quien, entre otras cosas, utiliza expresiones
propias del derecho. Su padre es un auténtico y firme paladín defensor de la
correcta aplicación de la ley y, sobre todo, de los inviolables derechos
humanos. Un creyente en la verdad por encima de cualquier consideración inclusive de llegar al extremo de correr el
riesgo de afectar a su propio hijo con razones muy profundas pero que podrían
no coincidir con las de los llamados a juzgarlo.
En
varios pasajes de la novela se plantea que matar un ruiseñor es un crimen comparable con la pena que
injustamente se causa a los pobres y desposeídos,
con la discriminación, los prejuicios y el abandono. “Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para
alegrarnos… Por eso es pecado matar un ruiseñor”.
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