Jorge enrique Villegas
Ella
sembró en mí nuevas ilusiones. Ese jueves, luego de cenar, nuestros amigos llegaron
para celebrar el cumpleaños de Ana Milena. Iban a ser las once cuando les dije:
muchachos, mañana hay cosas que hacer. Entendieron y se fueron. Feliz miré a
Ana Milena. La abracé. Al oído le dije:
es nuestra noche. Lo es–respondió ella–. Sentí sus labios ansiosos.