Fernando Bermúdez
Soy Libardo Gómez. A mis cuarenta años
de trabajo ininterrumpido y cumplidos mis sesenta logré pensionarme. Mi familia
y yo estábamos de plácemes. Nuestros hijos, Martin y Luciano, habían terminado universidad, ahora
recuperaría horas de ausencia junto a mi esposa, y yo dispondría de tiempo para
disfrutar de una de mis pasiones favoritas, la lectura.