Carmen Eliza Giraldo
"El secreto de andar sobre las aguas es saber dónde están las piedras"
Son las seis y
treinta de la mañana y el delicioso aroma del café invade el espacio del
apartamento. Eva se envuelve de nuevo en la manta de algodón perchado con la
que en la noche se cubrió los pies, la estira para que le tape los hombros y se
propone dormir quince minutos más. O quizá media hora. ¿Por qué no?… Total a su
edad ya no es fácil tener ganas de dormir. Y hoy hay ganas.