Yolanda de Tenorio
Primer momento: 1929
“Me
condené, a los veinte años, a una
absoluta soledad
de los sentidos y del corazón”. Margarita
Yourcenar
Alexis o el tratado del inútil combate es
la historia de un hombre que lucha
consigo mismo entre sus inclinaciones y lo presupuestado por la sociedad como
normal. En un primer momento
encontramos a Alexis. Escribe
una larga carta
a su esposa Mónica para explicarle su condición
homosexual, pedirle perdón y despedirse de ella.
Le hace una relación de acontecimientos desde
sus más tiernos años, su pobreza extrema, el miedo
que le tenía a su padre y más tarde a sus hermanos.
Le cuenta de su amor por la
música, su entrada a la adolescencia,
le pinta su casa desvencijada,
habitada por fantasmas, sus
miedos, su niñez taciturna. Del horror cuando vio la relacione sexual de sus
compañeros de estudio “Antes - dice -
sabía que existían esas cosas, pero no me las figuraba así”. Y de su
gran confusión al
descubrirse diferente. “Por las noches en mi cama me sofocaba de asco… sentía que
yo era más
difícil de complacer o si se
quiere más refinado”. Se convirtió en
un muchacho huraño y con tendencia al
suicidio que se admiraba
de poder mirar su vida y no poder hacer nada para
cambiarla.
Llega finalmente su
encuentro por vez primera con
la sexualidad una mañana mientras caminaba por el campo, Alexis confiesa “no había imaginado tanta sencillez en lo que me horrorizaba”. No muchos años
después tuvo la segunda relación: “También lloré…lloré de que la vida fuera
tan sencilla y tan fácil.”
Sabemos que Alexis se casa con Mónica y
tienen un hijo, Daniel. Y finalmente
cuando se acepta, se da
cuenta de lo injusto que ha sido consigo mismo…”. “No era el haber cometido
la culpa, sino el haber rechazado
las posibilidades de felicidad…Era el
haber luchado demasiado tiempo y demasiado duramente”. Empezaba a comprender
el sentido de la música
interior, llena de alegría y salvaje deseo que
había ahogado tanto tiempo dentro de sí. Y se despide de Mónica: “la vida me ha hecho lo que soy, prisionero de instintos que
yo no escogí pero a los que me resigno y esta
aceptación espero, a falta de
felicidad, me de serenidad”. Le pide
perdón, no por dejarla, sino por haberse quedado tanto
tiempo y parte.
Yourcenar acepta tener influencia de
Andre Gide, quien ha publicado El
tratado del inútil deseo. Para
1.929 estaba en boga una teoría
que hablaba de un tercer
sexo. Gide sostiene que la
homosexualidad es normal y parte integral de la especie humana, aun más: es
la excelencia. Escribe doce ensayos
al respecto y se esconde
bajo el nombre de Corydón * para responderle a un supuesto
interlocutor. El quiere explicar a todos
aquellos que sienten dentro de sí
deseos homosexuales, que esto
no es una enfermedad. Adhiere
a las máximas de Pascal,
según las
cuales todo lo que consideramos moral no es
más que un hábito adquirido y
sostiene que no existe el instinto sexual
que empuja a un
sexo hacia el otro, que la heterosexualidad es el
resultado de una educación. Habla
de que Miguel Ángel no
pintó en la Capilla
Sixtina mujeres adolescentes desnudas, porque lo que es hermoso es el
cuerpo del hombre. En
síntesis Gide trata a través de sus ensayos de convencer al otro de que lo natural es la homosexualidad. Los ensayos fueron publicados entre 1911
y 1920. En 1924
se publica la obra completa.
Para la
época Virginia Wolf había publicado su obra
biográfica - 1928- relacionada con sus amores
con Vita Sackville, su amante
desde l922. Y Orlando donde trata el tema de la homosexualidad femenina y
los tabúes de la época.
*
Corydon es el nombre de un pastor de las bucólicas de Virgilio
Segundo momento (1963)
Prólogo escrito por la Yourcenar cuando tiene 58 años
“Las costumbres
sociales, las reacciones del público, han ido
modificándose, aunque
menos de lo que se cree.” M. Yorcenar
Dice la Yourcenar,
en Alexis o el Tratado del
inútil combate, publica en
1929, que su libro “ es
contemporáneo del momento en que
un tema hasta entonces
prohibido en literatura encontraba por vez primera, desde hacía siglos su plena
expresión escrita. Dice también en el prólogo del libro
reeditado en 1963, que como todo
relato en primera persona Alexis es ante todo el
retrato de una voz .( Yo diría que es el
retrato de una angustia). Cuenta
que abrió el libro después
de casi
35 años y que por dos razones no quiso tocarlo: La
primera,de carácter muy personal, de una confidencia unida estrechamente a un medio social, a una
época. La segunda, el hecho de
las reacciones que aun provoca el relato,
parecen conservar su actualidad,
e incluso ser de utilidad
para algunos. Añade que el escritor
que trate de hablar con honradez
de la aventura de Alexis, si elimina de su lenguaje las fórmulas de la literatura fácil,
que se suponen decorosas, y que son solo
gazmoñerías o verdades a medias, podrán escoger entre
tres procedimientos de expresión, más
o menos defectuosos e
incluso inaceptables.
1) Los términos del vocabulario científico,
de formación reciente
destinados a pasarse de moda,
junto con las teorías que lo apoyan,
deterioradas por una vulgarización exagerada, que pronto les quita sus
cualidades de exactitud, y que solo
sirven para obras destinadas a
quienes vayan en la misma
dirección.
2) La obscenidad
como método literario, que ha tenido en todo tiempo sus adeptos y que puede servir cuando se trata de forzar a un público
mojigato, o hastiado de mirar frontalmente a lo que no quiere verse o que por el exceso de
costumbre ya no ve. La
obscenidad se agota
rápidamente, forzando al autor
que la usa a subir
cada vez más de tono .
3) El empleo de una lengua escueta,
casi abstracta que sirvió
en Francia durante siglos a los predicadores moralistas y también a los novelistas de la época
clásica para tratar lo que era llamado
desvío de los sentimientos.
Por su misma
discreción el lenguaje decantado le parece convenir a
la lentitud pensativa y escrupulosa
de Alexis, a su esfuerzo paciente
por liberarse eslabón tras eslabón
de una cadena que él desata, más que rompe, por
la red de incertidumbres y
coacciones en las que se encuentra
metido su pudor, en el que hay respeto a la sensualidad, a su firme
propósito de conciliar, sin bajezas en el espíritu
y la carne. A Alexis hay que conservarle la voz
sin quitarle sus
inflexiones corteses que
parecen de otra época, ni sus
acentos de ternura que
quizás nos digan mucho sobre
su relación con Mónica.
Al abrir el libro
en 1963 para escribir un prólogo, se encontró la
Yourcenar con que el tema ha sido tratado
por la literatura en forma abusiva
y que el problema
(así lo llama ella) de Alexis
sigue siendo hoy
igual de angustioso que antaño y
que así continuará mientras el mundo
de las realidades sensuales
siga cuajado de prohibiciones. Dice que no se ha reparado
suficiente en el problema de la libertad sensual
en todas sus formas y que es
en gran parte un problema de
libertad de expresión.
Parece ser que de
generación en generación, las
tendencias y los
actos varían muy poco, lo que
si cambia es la extensión de la
zona de silencio y el espesor de las capas de las mentiras. ¿Qué tanta razón tiene la autora cuando dice que “el problema de Alexis sigue siendo hoy igual que
antaño”? ¿Qué estaba ocurriendo en el
mundo?
Destaco como hecho
importante los disturbios de Stonewall
en Nueva York
en l969, que marcan
el inicio de los movimientos de liberación homosexual,
cuya noción básica consiste en que ninguna persona
debe avergonzarse de su tendencia
homosexual. A pesar de que
la obra, El segundo Sexo, de Simone de
Beauvoir, ya había sido publicada
aunque es en los sesenta
cuando más vuelo
y preponderancia adquiere, en
cuanto coincide con el segundo
momento de la liberación
femenina, que tiene en la Beauvoir,
una de sus más grandes
exponentes.
En su libro
encontramos los mismos
conceptos que había emitido
Gide. Ella dice “no se nace mujer, se aprende
a serlo” La
sexualidad es aprendida, no innata.
Tercer momento: 2012
Cincuenta años después
del Prólogo y 83
de la publicación del libro.
“Todos
nos transformaríamos si nos atreviéramos
a ser lo que somos”
M. Yourcenar
Tratemos de hablar con honradez de la
aventura de Alexis (como lo pide la Yourcenar)
sin gazmoñerías ni verdades
a medias con un lenguaje escueto, no sobre la
desviación de los sentimientos,
como fue calificada en su momento, sino
sobre la homosexualidad. ¿Ha superado
la sociedad los
prejuicios y aceptado sin prevenciones a los cientos de Alexis
que van por ahí? No
del todo, pero estamos en camino de hacerlo.
Si
Alexis viviera hoy tendría dos caminos: permanecer dentro del
closet dándose azotes,
sosteniendo una imagen de
macho, engañar a Mónica (si puede).
casarse con ella y exponerse
a que cuando le confiese
la verdad, ella lo odie de por vida, porque no va a encontrar
a la
buena, suave y dulce Mónica que
esperó varios días
para que se consumara su
unión, o
salir del closet como Fernando Vallejo,
Álvarez Gardeazabal, o como Harold Alvarado.
Disfrutar su sexualidad
sin importar el qué dirán, dentro de un medio que
apenas comienza a
aceptar la diferencia como
algo normal, tan inherente a algunos
seres como la
heterosexualidad a otros Si
Alexis viviera hoy, no tendría que dar tantas explicaciones, ni desgastarse, no tendría que sentirse un enfermo, ni diferente, ni rechazado.
No tendría que abrir con
tanta levedad los eslabones de su prisión. Quizás sería un gran
escritor o un
músico o médico. Iría a
una notaria con su
pareja gay y
legalizaría su unión. Estaría esperando adoptar un hijo. Quizás tendría una peluquería
y hoy a sus
83 años tendría derecho a la
pensión de su compañero.
¿Y
si Alexis fuera
mujer? Igual. Sería
actriz y contaría su vida los cuatro vientos. Tal vez sería una
mujer de letras,
una alcaldesa, una poeta, y si fuera
hermosa hasta podría aspirar a ser
reina de belleza. De cualquier modo, una mujer valiente, capaz de dar la cara
a la sociedad y aceptar con
tranquilidad su condición. Participaría
en movimientos gay y
llevaría en los desfiles la
bandera arco iris, símbolo de la
libertad.
Creo que la sociedad
actual ha enderezado el rumbo y
estamos muy próximos a
mirar de igual a igual todos los
grupos marginales . El avance de la ciencia - grupos
universitarios en todas las
áreas, medicina, derecho,
arquitectura - les ha abierto puertas a
pesar de los reacios . Desde 1.973
la comunidad científica internacional considera que la
homosexualidad no es una enfermedad. En
1990 la Organización Mundial de la Salud,
el Reino Unido en
1994 y en 1.999 la
Sociedad China de Psiquiatría, excluyeron la
homosexualidad de la
clasificación de enfermedad.
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