Hugo León Zapata
Se dice que el alma es como el pájaro soñero
que roto el nido en el ruinoso alero, en otro alero reconstruye el suyo.
Hay
días en los cuales no amanecemos lúgubres y hemos dejado el pasado amargo, un día diáfano cuando se
van difumando las estrellas y
disipando la oscuridad, un día cuando se
va transformando la vida, cuando la luz afanosamente va
penetrando por puertas y ventanas, iluminando el interior de nuestros aposentos, llenándonos de alegría, dándole vida a las flores que exhalan alegremente sus
aromas que nos dan calor y amor a nuestros sentidos.