Eduardo Toro G
En tiempos de pandemia dedico largas horas a recordar todas las cosas buenas que han pasado por mi vida. En medio del miedo, he repasado, como quien hace un inventario, mis más caros momentos de felicidad. Reconozco que todos los tiempos vividos han sido episodios que solo pueden interesar a mi propia intimidad. Mirando hacia el pasado, desde la ventana de mis esplendorosos 87 años, pienso, sin duda alguna, ser consciente de que he vivido momentos que bien vale la pena recordar para contarlos. Ahora cuento algunos bajo el pretexto de un ejercicio de escritura de taller.