Jesús Rico Velasco
Un rio muy largo y muy ancho en los valles con orillas de diez kilómetros de distancia en algunas partes y aguas turbias achocolatadas con vida vegetal, animal y humana en sus siete 7000 kilómetros de recorrido. Su caudal medio es de 100.000 metros cúbicos por segundo y su desembocadura, en el estado de Pará (Brasil), forma un gran estuario de 240 kilómetros de ancho. Nace en los andes peruanos y de gota en gota comienza a resbalar por las laderas que chorrean del nevado Mismi. Difícil determinar los primeros contribuyentes, pero los científicos, geólogos y geógrafos mencionan como primer aportante el rio Apurímac que cae torrentoso por las montañas de la cordillera oriental.
Millones de personas viven en los alrededores del rio, se conectan con la selva, en uno de los ecosistemas fluviales de mayor biodiversidad del planeta. En sus aguas viven más de 2.500 especies de peces mostrando la ictiofauna más diversa del mundo. De acuerdo con mi amigo Richard Evans Schultes (1915-2001) a quien conocí en Bellagio (Italia) la riqueza bilógica de la Amazonía es inmensa, todavía con especies desconocidas en la botánica. Profesor de la universidad de Harvard que en la década de 1940 se interesó por el desarrollo y utilización del caucho como producto necesario en la segunda guerra mundial. Durante años se internó en las profundidades de la amazonia colombiana estudiando las propiedades farmacológicas de plantas y hongos.
Estudió el
veneno “curare”, un relajante muscular utilizado en los procesos quirúrgicos.
El Barbasco “veneno del pez”, utilizado por los aborígenes para manejar la
pesca en los grandes ríos en la selva. El “Borrachero”, en cuya sombra se
dormían las personas y los animales sin darse cuenta. La Ayahuasca
“bejuco del alma”, origen del Yagé brebaje
sagrado de los indios, y el uso de la coca en la vida cotidiana como
medicamento y alucinógeno. Sus historias de vida en las comunidades
indígenas identificaron la existencia de ríos desconocidos en la geografía
colombiana como el Apaporis, el Caquetá y el amazonas. Coleccionó
más de 24.000 especies de plantas y unas 300 nuevas para la ciencia que
llevan su nombre. Recorrió los
territorios de los Sibundoy en el Cauca y Nariño, los Cofanes, Huitotos,
Boras, Muiñanes, Corijona, Macubas y Yuconas en donde existen gran cantidad de mitos y leyendas
especialmente entre los Ticuna, Huitotos, Andokes y Tucanos.
En ese ambiente selvático el hombre es
el factor causal más importante en la deforestación
producida por la ampliación de la
frontera cultivable, la apropiación ilegal de tierras, el cultivo de áreas de
pan coger, implementación ganadera, y el comercio ilegal de la madera. Los
incendios forestales o quema de las áreas selváticas produce variaciones definitivas en la flora y en la fauna de los lugares en
donde se mete la gente. Los incendios
son muy comunes, algunos ocasionados por variaciones en las temperaturas
en los periodos de intenso verano. La mayoría son ocasionados intencionalmente por los mismos habitantes
que invaden las tierras progresivamente causando daños incalculables e
irreparables en la flora y la fauna de
los lugares más próximos a las áreas selváticas. También hay afectaciones producidas por las siembras de cultivos ilegales como
la coca de manera extensiva para producir
alcaloides como la cocaína, la amapola para la producción de opioides, y
la marihuana con fines no medicinales
para el tráfico de drogas.
Con el desarrollo progresivo de la
ciencia y la tecnología se abrieron nuevos campos del conocimiento para
expresar las preocupaciones del cambio
climático. Una controversia se debate entre los científicos sobre la
disminución del oxígeno en el área
amazónica en los últimos años y las
emanaciones de dióxido de carbono que producen el calentamiento global.
Prevalece un reconocimiento general de todos los gobiernos, y las personas
comunes y corrientes de un fenómeno de
calentamiento producido por la
presencia de gases de efecto invernadero. Existen dudas entre algunos pensadores sobre el incremento
real de la temperatura en el sistema atmosférico de la tierra, sin embargo,
hay evidencia que demuestra que los cambio son reales con tendencia al
aumento en el futuro. Este proceso
universal tiene impactos importantes en ambientes específicos como en la
selva amazónica en donde el cambio es sentido, visible y participativo en
algunas partes.
Para Colombia la extensión en la punta
amazónica es pequeña pero muy significativa como país participante
en ese gran rio en donde se encuentra
más del 20% de las plantas del mundo con
árboles de todo tipo como el cedro, itauba, mandrilo, caricari especies exóticas únicas, y un porcentaje similar de especies mundiales de aves como los
guacamayos, tucanes, y águilas. Tortugas de variadas especies, caimanes,
babillas, cocodrilos, y el ofidio más grande sobre la tierra: la mitológica
anaconda.
En Colombia la
selva se divisa desde el aire en
más de media hora en avión que sale de
Bogotá con turistas y pasajeros. Es un territorio al sur del rio Putumayo
conocido como “el trapecio amazónico” que incluye los límites de Colombia, Perú
y Brasil.
-Bienvenido a
Leticia la capital del departamento en la
selva amazónica colombiana. Es un mensaje sobresaliente en el aeropuerto.
Un hospedaje central y acogedor con
una piscina para bajar los calores y una atención esmerada. En medio de la
emoción que produce la cercanía del gran rio
amazonas, salimos los tres
Ingrid, Mariana y yo a recorrer el centro de la ciudad en un colorido atardecer
que nos llevó al parque de los loros en donde van llegando manadas de aves
formando una tremenda algarabía en las
ramas de los árboles que se siente por varias cuadras a la redonda. Para hacer
el rato más ameno nos invitaron a subir la torre de la iglesia en donde el sonido
de los loros es más ruidoso y llamativo. Es un espectáculo de
acomodación y adaptación al ambiente en donde el loro que mejor se acondicione
es el que mejor duerme.
Al día siguiente fuimos por el rio
amazonas al parque “Victoria Regia” en donde
se observa unas curiosas plantas circulares verdes que flotan sobre el agua. Es un lirio nenúfar grande nativo de las aguas poco profundas de
las amazonas. Planta bella que se distingue como una hoja verde circular
que flota sobre el agua y puede llegar a tener hasta dos metros de diámetro.
En este recorrido uno de los guías nos contó la leyenda de Nadya (la diosa
luna) e Isa, y la del Bufeo colorado, un personaje que vive en el río que es mitad
hombre y mitad delfín que le gusta mucho a las mujeres más lindas posiblemente
por su enorme y grueso pene que lo
colorean de rojo para que sea más llamativo. Son muchas las leyendas y
mitos amarrados a las creencias, costumbres y hábitos de la gente que en las comunidades
indígenas van pasando de una cultura a otra.
La
leyenda de Nadya e Isa
Cuentan
los abuelos de la cultura ticuna en el Amazonas colombiano que en el principio
de los tiempos Nadya, la diosa luna, escogía
a las más hermosas niñas con
buenos sentimientos y almas puras para que la acompañaran en el cielo como
estrellitas, esto sucedía en las noches de luna llena. Todas las niñas del
pueblo soñaban con ser elegidas por la
diosa Nadya pues era reconocida por su bondad y gentileza. Cierto día, en el
pueblo nació una hermosa niña a quien pusieron
por nombre Isa, la cual a medida que crecía se hacía más bella. Isa crecía
rodeada del amor y afecto de sus padres,
familiares y amigos. Un día mientras caminaba cerca de la laguna miró el reflejo
de su rostro en el agua cristalina y al verse tan bella sintió vanidad y desde
ese día lo que más le importaba era arreglarse su cabello, su piel, sus vestidos,
sus manos hasta volverse tan presumida
que no pensaba en otra cosa que no fuera embellecerse. Isa conocía la
leyenda de la diosa Nadya y anhelaba
también ser elegida pero no entendía
porque en cada luna llena la diosa
escogía otras niñas y no a ella, Lo que no sabía era que la diosa luna reconocía
su belleza, pero no la elegía pues su vanidad y arrogancia no la hacían una candidata digna de
brillar a su lado. Al pasar los años Isa se sentía decepcionada
y fue así como una noche de luna llena al ver el reflejo de la launa sobre el
agua de la laguna, le gritó: ¿Diosa
Nadya, por qué no me has escogido? Al no obtener respuesta, pensó: si no puedo
reinar en el cielo reinaré con la luna
en el cielo reinaré con la luna
en el agua. Y se arrojó a la laguna con la ilusión de poderla alcanzar, pero
como no sabía nadar se hundió hasta el fondo y se ahogó. Nadya al
no poder evitar esta tragedia se puso muy triste y se compadeció de Isa transformando se reflejó
en el agua una bella planta llamada Victoria Regia. ( La victoria regia es una
hoja grande de superficie delicada y blanda que flota suavemente sobre el agua.
Florecen solamente en las noches de luna llena y sus flores duran dos
noches la primera es de color
blanco y emana un exquisito perfume, la
segunda noche de color rosa y se sumerge para morir.) Desde ese día la laguna
se llenó de Victorias regias, pero solo con una tan grande como el reflejo de
la luna sobre el agua. Así cada vez que hay luna llena de cada Victoria Regia
brota una flor blanca con pétalos como los deditos de las manos de Isa tratando aun de alcanzar la luna. Y desde el cielo la diosa Nadya observa
con nostalgia las flores en honor a Isa.
Leyenda
del Bufeo Colorado
Al delfín rosado
del Amazonas la gente lo llama, simplemente, bufeo colorado y así lo
distinguen de sus
otros hermanos que son de color gris. La leyenda de que el bufeo,
como ser o duende
“encantado” que es, puede transformarse en un hombre “gringo” al
que le gustan
las mujeres jóvenes y bonitas. Así, con esa apariencia, suele presentarse a
la fiesta en la
que participa la chica elegida. Como viajero de paso, baila y enamora a la
muchacha, invita
a beber a todos los participantes y así se gana la simpatía general. Pero
él no come ni
menos bebe licor, porque si se emborracha, se rompería el encantamiento
y se
descubriría quién es.
Cuando la
muchacha ya es la enamorada del bufeo, él la colma de regalos y atenciones.
La visita
siempre por las noches y se marcha antes del amanecer. Así poco tiempo, la
mujer enamorada
empieza a mostrar una conducta extraña, porque quiere permanecer
todo el tiempo
junto al río y si ésta situación no es notada a tiempo por sus familiares y
no la mandan a
curar a un buen chaman, puede terminar desapareciendo, ya que en su
deseo de estar
siempre junto a su gringo “bufeo” enamorado, terminará arrojándose al
río para no
salir jamás.
De la misma manera
se cuenta que los bufeos usan lo que parece dinero de noche, pero
al llegar el día
son sólo hojas. También se cuenta sobre bufeos hembras y barcos enteros
con bufeos en
forma humana que surcan los ríos navegables de la selva durante la noche.
Continuamos nuestro recorrido en lancha y paramos
en Puerto Alegría en la frontera con Perú. Un recibimiento de la comunidad nos
esperaba en las orillas del rio para
mostrarnos sus mascotas. Los papás buscan para sus hijos una mascota para tener en
casa como animal para cuidar, alimentar y domesticar. Nos mostraron micos aulladores que les encantan y unas enormes
serpientes boa constrictor que se las colocan
a los turistas alrededor del cuello para la foto correspondiente.
Rio abajo llegamos a una parada en la “Maloca de
Macedonia” en donde presentaron una danza
de la ceremonia “la pelazón” en la cual le rapan o le arrancan los pelos
de la cabeza a las niñas en su paso de niña a mujer. Es una costumbre
tradicional entre los indígenas Ticuna preparar un ritual y danza que comienza a
organizarse en la comunidad de acuerdo con el número de adolescentes, cuando el cuerpo de las niñas cambia y tienen
su primera menstruación. Los tres nos metimos en la danza con ellos figurativamente porque la danza real es
preparada con participación de la comunidad y la selección de las niñas que
serán rapadas para el periodo ceremonial.
Aprovechan la visita de los turistas para vender
sus hermosas artesanías elaboradas con madera del árbol “palo sangre” con acabados
hechos a mano. Sacan la materia prima del árbol caído y cortados para hacer
artículos de decoración en formas representativas de animales autóctonos,
utensilios caseros, esculturas, y
productos para bisutería. Las obras acabadas se logran sin ningún brillo artificial y clase de
barnices , el color rojizo de la madera es natural. También compramos aretes
hechos con escamas de Pirarucú el pez de agua dulce más grande del mundo. El
tiempo ha pasado y los adornos adquiridos conservan su color y estado natural desde que
los compramos.
Por el rio amazonas en lancha llegamos a la Eco aldea de Puerto
Nariño y aprovechamos para subir los escalones hasta llegar al tope de un
mirador que permite divisar gran parte del territorio. Las casas y las edificaciones
están conectadas por unos andenes bien construidos en cemento que las une en un
recorrido armonioso para los peatones. Puerto Nariño es un municipio hermoso en
donde las viviendas y hoteles son de colores llamativos que proyectan un ambiente tropical con muchos arboles
frondoso, palmeras, frutales,
plátanos en los lotes de las casas y en
las cercanías de los andenes que conectan el pueblo. Los únicos carros que hay
en el municipio son: la ambulancia y el camión que recoge la basura.
Visitamos el centro de interpretación “Natutama”
que en el dialecto Ticuna significa “El mundo bajo el agua”. En una charla nos
explicaron cómo es la vida en el río. Las especies que viven en los alrededores
como el Pirarucú cuyo consumo debe evitare durante los meses de su reproducción,
la presencia sorpresiva de la anaconda, y la importancia de mirar el rio para contemplar en el día el delfín
rosado, y la presencia de la tortuga
mata-mata. Es una fundación sin ánimo de
lucro conformada en su mayor parte por personas de la comunidad de Puerto
Nariño que trabajan por un manejo sostenible
y participativo de los recursos y la biodiversidad en la amazonia
colombiana. Tienen tres programas basados en la educación ambiental, la
conservación de los ecosistemas, y el centro de interpretación ambiental que
funciona a través de una visita guiada del bosque y la playa de noche.
En una tarde calurosa y húmeda después de un suculento almuerzo saboreando
el Pirarucú, navegamos por el rio “Tokushima”
remando nosotros mismos con indicaciones del guía para bajarnos y visitar el
bosque inundado. Recorrimos algunos puntos señalados de la selva peruana plagada de sancudos que dificultaban la
movilidad. En medio de las escollos encontramos unos árboles gigantes, “la
ceiba” que tiene una energía que se siente en su aproximación a su tronco de varios metros de circunferencia
, con una resonancia increíble que sirve de GPS a los indígenas para
comunicarse con golpes en sus faldas que les permite orientarse a varios
kilómetros a la redonda.
Fuimos por el río hacia la reserva “Yavarí
Tucano” en el Perú. Nos quedamos a dormir en una cabaña flotante porque el
hotel de nuestra expedición se había inundado. La cabaña era una construcción de madera, piso de tablas,
con pilares para sostener un techo de hojas de palma, con corredores espaciosos
con mesas a la orilla del rio y un par
de alcobas con un baño para los
visitantes. Nuestra alcoba estaba rodeada de anjeos plásticos para evitar la entrada de los zancudos y
otros bichos que pululan en las orillas
del rio. Son tan abundantes que es necesario cubrirse los brazos hasta llegar
al cuello. Mientras se acerca la noche nuestro guía nos facilitó anzuelos y
unas varitas para pescar pirañas en el rio y divertirnos Mariana y yo con mucho
cuidado alejados de sus mandíbulas dispuestas a atrapar lo que se
presente.
Visitamos “Islandia” en el Perú un pueblo
construido sobre pilotes de concreto a dos metros del suelo porque el rio Yavarí
en su temporada de invierno sube hasta los andenes y queda a ras de las barandas que dan hacia
las orillas. El mercado de animales silvestres es bastante llamativo y
concurrido por la venta de variadas especies prohibidas como la amplia oferta
de pequeñas tortugas chocante a los ojos de los asistentes. Pero así es, el comercio se hace abierto y su consumo en
los restaurantes también.
Continuamos nuestro recorrido hacia la frontera
con Brasil, allí visitamos el museo Magüta localizado en la población “Benjamin Constan”. Es el primer
museo indígena ideado en el Brasil en 1991. Tiene una colección significativa
de objetos del pueblo Ticuna con una museografía ideada por los propios
indígenas. El museo funciona como un centro de referencia para el pueblo Ticuna
cuya población está por encima de los 45 mil indígenas, una de las mayores en
Brasil. En el museo hay representaciones fotográficas de los Ticuna en sus
actividades de la vida diaria, vestidos ceremoniales, máscaras representativas de los dioses de la selva y una descripción
detallada con fotografías de la ceremonia de la “Pelazón”.
Todos los elementos del museo fueron donados por
los frailes portugueses. Es una entidad
sin ánimo de lucro destinada al apoyo de los indígenas en el fortalecimiento y
divulgación de la cultura ticuna. En sus instalaciones se realizan reuniones y
cursos para los caciques y lideres sociales , formación de profesores
bilingües, agentes de salud indígenas,
monitores ambientales y mujeres que trabajan la artesanía. Si pasas
algún día por estos lugares no te olvides de visitar el Museo Magüta el primer
museo indígena de Brasil.
Una de las últimas paradas en nuestra geografía turística
fue visitar la maloca de los indígenas huitotos que viven en el Departamento del amazonas en
la selva colombiana próxima a la ciudad de Leticia y habitan la cuenca del rio grande y las riberas del Caquetá
y putumayo. Cuando llegamos a la
Maloca en la mitad de la selva constatamos que el día anterior había pasado un
incendio y desaparecido totalmente . Solamente quedaban las cenizas y montones
de postes quemados. Paseamos sus cultivos de yuca, plátanos y algo de
matas de café en una parcela amplia con
intercalaciones de plantas de coca que son muy utilizadas en sus actividades
ceremoniales. Los Huitotos en su mayoría son indígenas colombianos que en un
80% hablan el idioma “Murui-muinani”, el resto vive del
lado de la frontera peruana. Para terminar el recorrido el guía un poco
confundido nos llevó a un restaurante con una invitación especial de sancocho
de gallina vieja, muy dura de comer y saborear.
Rio arriba o rio abajo para terminar el recorrido
amazónico medio selvático visitamos la reserva natural “ Isla de los micos”.
Una provisión de bananos que por supuesto puedes comprar allí, los llevas en
tus manos y mientras te aproximas a los árboles en medio de la isla, los
cientos de monos capuchinos saltan sobre la cabeza de los turistas y cogen los
bananos para comer a una velocidad relacionada con la cantidad de bananos disponibles a la
vista. Es una experiencia única, sentirse rodeado por ellos en las manos, sobre los hombros, en
la cabeza y colgados en tus espaladas. Los micos hembras aparecen con sus bebes recién nacidos colgando de sus pechos para saborear un buen
banano de las manitos de la madre con un “amor” naturalizado impresionante. Es
una experiencia fantástica, al final de todo este recorrido te queda en la
cabeza una selva de recuerdos.
Un último recorrido en Leticia para dar una
vuelta por el Museo etnográfico del Banco de la República, imperdible. Las
colecciones y muestras de las culturas indígenas amazónicas son un excelente
resumen del calor en los ríos, el verde y espesor de los árboles, de la fauna y flora que se cruzan en esa frontera de cercanías
entre Colombia, Perú y Brasil. Con un paso cruzas la frontera entre Colombia y Brasil y al otra
lado de la línea estas visitando
Tabatinga y de pronto hablando el portugués. Con el Perú la línea es más
extensa y el tiempo es más largo para ir
a buscar la frontera en cercanías de la ciudad de
Iquitos (Perú).
El monstruo de la civilización está atrapando a los
habitantes de la selva para sacarlos de sus mundos maravillosos, cambiar sus
valores y sus creencias, y desaparecer sus culturas. La selva y el rio
permanecerán vivos hasta el final de los tiempos.
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