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miércoles, 26 de junio de 2024

En agosto nos vemos

 

Jesús Rico Velasco

 El  portal de la costa caribe colombiana le sirve de fondo a esta novela  del Nobel GGM. Nos da el GPS aproximado en donde ocurren los hechos. Es muy probable que las hordas de turistas, los autobuses destartalados del servicio  publico, la algarabía de los bazares del mercado, y la rotonda de la independencia  con la estatua ecuestre de El libertador montado en un caballo encabritado y la espada esgrimida contra el cielo es una señal de que el lugar podría ser Cartagena. Como siempre el desafío de la ficción permite ubicar los espacios en cualquier lugar del mundo. 


Pablo Neruda el poeta

 


Eduardo Toro

Neftalí Ricardo Reyes Basoalto nació en Parral, Chile, el 12 de Julio de 1904. Desde muy joven se perfiló como una de las más destacadas figuras de la poética hispanoamericana.

 En l.921, con 16 años, no cumplidos, publicó su primer poema, premiado en el concurso de la Federación de Estudiantes de Chile, titulado La canción de la fiesta, con el seudónimo de Pablo Neruda, nombre que acogió en homenaje al poeta checo Jan Neruda y mantuvo desde entonces y solo legalizó, ante notario, en 1946.

La canción de la fiesta: / Un pierrot de voz ancha/ que desata / mi poesía sobre la locura/ y, yo delgado filo de espada negra/ entre Jazmines y máscaras/ andando aun ceñudamente solo( cortando multitudes con la melancolía/ del viento Sur, bajo los cascabeles/ y el desarrollo de las serpentinas/

Ojitos chinos

         “No han visto las estrellas,

ni una sola, ni una

de todas las criaturas de este mundo

desde que la arenas rozaron el viento por primera vez.

Ni una sola, ni una,

ni una bestia de entre todas las bestias que se ha parado

en el prado o la llanura o la colina

Y ha conocido la emoción de mirar esos fuegos;

nuestras almas admiran lo que ellas, ¡oh ellas! Jamás han conocido.

Durante cinco mil millones de años han salido volando

girando alrededor de las esferas

pero ni una sola vez en todos esos años

un, león, un perro o un pájaro que atraviesa el aire

ha mirado hacia allí, ¡ah, Dios! A las estrellas;

¡oh mira, mira allí!”

R. Bradbury

                               Alexandra Correa

 


  “Tienes los parpados caídos, opérate”, dijo mamá. 

 De manera rápida escondo una lágrima, inútilmente trato de explicarle que soy feliz así y no deseo cambiar mi fisionomía, es insistente y para todo tiene una respuesta, dejo que hable sola porque lo último que deseo es sumergirme en una discusión. Le doy un beso en la frente y me despido.

 Miro los ojos en el retrovisor, me causa tristeza saber que no está conforme a lo que soy ¿Por qué querría cambiármelos?

viernes, 14 de junio de 2024

Segunda opinión medica: buscando a Dios y persiguiendo al Diablo

 Jesús Rico

En una historia anterior que apareció con el titulo “ Cómo convertir el diagnóstico de un cáncer en un cuento”, referí que el informe de patología decía, «carcinoma escamo-celular, variante basaloide (cloacogénico). Compromete toda la biopsia». Un resultado desafiante que  parecía incuestionable  dio lugar al ingreso en la ruta de manejo oncológico . Un proceso de búsqueda para encontrar evidencia científica suficiente para apoyar el diagnóstico. Una radiografía de tórax con resultados normales, una resonancia magnética negativa para enfermedad metastásica medible en la pelvis y abdomen  y una tomografía, que no apoyaron los resultados de la patología. Ante la insuficiencia de evidencia se siguió el camino más fácil de meter al paciente a la consulta de un especialista oncólogo radiólogo y un oncólogo clínico de quimioterapia, que tomaron los resultados como ciertos y lo convirtieron en “tumor maligno del ano, parte no especificado ” y determinaron un procedimiento de radioterapia sentenciado por  el médico que en la entrevista no  revisó al paciente  sino que dictaminó, le dijo, «Hay que aceptar la decisión de radioterapia durante  treinta y tres días, y si no se muere ».