Jesús Rico Velasco
Centros de la palabra en Armenia, Cali, Bogotá, Medellín y Valledupar. Red de talleres de escritura creativa y tertulias literarias para adultos mayores. Fundación Casa de la Lectura, Relata- Red nacional de talleres de escritura creativa apoyada por el Ministerio de Cultura, Comfandi y Coomeva.
Jesús Rico Velasco
Eduardo Toro
Neftalí
Ricardo Reyes Basoalto nació en Parral, Chile, el 12 de Julio de 1904. Desde
muy joven se perfiló como una de las más destacadas figuras de la poética hispanoamericana.
En l.921, con 16 años, no cumplidos, publicó su
primer poema, premiado en el concurso de la Federación de Estudiantes de Chile,
titulado La canción de la fiesta, con el seudónimo de Pablo Neruda,
nombre que acogió en homenaje al poeta checo Jan Neruda y mantuvo desde entonces
y solo legalizó, ante notario, en 1946.
La canción de la fiesta: / Un pierrot de voz ancha/ que desata / mi poesía sobre la locura/ y, yo delgado filo de espada negra/ entre Jazmines y máscaras/ andando aun ceñudamente solo( cortando multitudes con la melancolía/ del viento Sur, bajo los cascabeles/ y el desarrollo de las serpentinas/
“No han visto las estrellas,
ni una sola, ni una
de todas las criaturas de este mundo
desde que la arenas rozaron el viento por primera
vez.
Ni una sola, ni una,
ni una bestia de entre todas las bestias que se ha
parado
en el prado o la llanura o la colina
Y ha conocido la emoción de mirar esos fuegos;
nuestras almas admiran lo que ellas, ¡oh ellas!
Jamás han conocido.
Durante cinco mil millones de años han salido volando
girando alrededor de las esferas
pero ni una sola vez en todos esos años
un, león, un perro o un pájaro que atraviesa el
aire
ha mirado hacia allí, ¡ah, Dios! A las estrellas;
¡oh mira, mira allí!”
R. Bradbury
Alexandra Correa
“Tienes los parpados caídos, opérate”, dijo mamá.
De manera rápida escondo una lágrima, inútilmente trato de explicarle que soy feliz así y no deseo cambiar mi fisionomía, es insistente y para todo tiene una respuesta, dejo que hable sola porque lo último que deseo es sumergirme en una discusión. Le doy un beso en la frente y me despido.
Miro los ojos en el retrovisor, me causa tristeza saber que no está conforme a lo que soy ¿Por qué querría cambiármelos?
Jesús Rico
En una historia anterior que apareció con el titulo “ Cómo convertir el diagnóstico de un cáncer en un cuento”, referí que el informe de patología decía, «carcinoma escamo-celular, variante basaloide (cloacogénico). Compromete toda la biopsia». Un resultado desafiante que parecía incuestionable dio lugar al ingreso en la ruta de manejo oncológico . Un proceso de búsqueda para encontrar evidencia científica suficiente para apoyar el diagnóstico. Una radiografía de tórax con resultados normales, una resonancia magnética negativa para enfermedad metastásica medible en la pelvis y abdomen y una tomografía, que no apoyaron los resultados de la patología. Ante la insuficiencia de evidencia se siguió el camino más fácil de meter al paciente a la consulta de un especialista oncólogo radiólogo y un oncólogo clínico de quimioterapia, que tomaron los resultados como ciertos y lo convirtieron en “tumor maligno del ano, parte no especificado ” y determinaron un procedimiento de radioterapia sentenciado por el médico que en la entrevista no revisó al paciente sino que dictaminó, le dijo, «Hay que aceptar la decisión de radioterapia durante treinta y tres días, y si no se muere ».