Jesús Rico
En una historia anterior que apareció con el titulo “ Cómo convertir el diagnóstico de un cáncer en un cuento”, referí que el informe de patología decía, «carcinoma escamo-celular, variante basaloide (cloacogénico). Compromete toda la biopsia». Un resultado desafiante que parecía incuestionable dio lugar al ingreso en la ruta de manejo oncológico . Un proceso de búsqueda para encontrar evidencia científica suficiente para apoyar el diagnóstico. Una radiografía de tórax con resultados normales, una resonancia magnética negativa para enfermedad metastásica medible en la pelvis y abdomen y una tomografía, que no apoyaron los resultados de la patología. Ante la insuficiencia de evidencia se siguió el camino más fácil de meter al paciente a la consulta de un especialista oncólogo radiólogo y un oncólogo clínico de quimioterapia, que tomaron los resultados como ciertos y lo convirtieron en “tumor maligno del ano, parte no especificado ” y determinaron un procedimiento de radioterapia sentenciado por el médico que en la entrevista no revisó al paciente sino que dictaminó, le dijo, «Hay que aceptar la decisión de radioterapia durante treinta y tres días, y si no se muere ».
La preocupación por la muerte no es una condición desafiante frente a las oportunidades de continuar viviendo. Todos tenemos que morir no hay nada que hacer frente a la incertidumbre del más allá. La parca la toma Satanás para manejar el miedo que sufrimos los mortales antes del fin . Hay que creer en el amor a la vida y respirar el aliento de Dios que esta al otro lado en el universo. La muerte es un paso que ocurre entre los mortales expuestos a unas probabilidades de vivir o morir en función de ciertas características biopsicosociales, la estructura de la mortalidad y la prevalencia e incidencia de las enfermedades.
En el fondo hay una ofensa al cielo determinado por un diagnóstico prefabricado. En este rollo hay una aceptación incuestionable para continuar por el tubo medico sin explicaciones con una cita con el oncólogo clínico de quimioterapia. Un acercamiento lejano con revisión de medidas antropométricas y toma de presión sin un examen físico. Después de pocos minutos en una conversación sin comentarios, dijo, « Preséntese a una primera cita de quimioterapia para comenzar el mismo día con el tratamiento de radioterapia ».
Momentos tristes como parte de un rebaño que llega al matadero sin saber que va a pasar . El grupo de pacientes entran en una sala, se sientan en sillas confortables mientras las enfermeras dan información muy rápida que nadie entiende y empiezan a conectar por vía intravenosa a un trípode con un medidor automático de líquidos. Cierras los ojos, te meten una aguja y listo estas conectado. Los minutos y las horas comienzan a pasar, unas 6 bolsitas con contenidos mencionados en tu historia clínica ingresan a tu cuerpo sin sentido explicativo a tu saber y entender sobre la quimioterapia. Mientras recibes el tratamiento en silencio aparece la ultima bolsita de color azul que contiene la sustancia química que te salvará. Dos horas después se continúa en otro piso con la sesión de radioterapia sometido a rayos imperceptibles durante 15 minutos.
Transcurrieron siete días de sometimiento a sesiones de radiología, sin decir absolutamente nada, aguantando y resistiendo el manejo de las colas que cambian en la medida en que tus angustias responden con las buenas o malas intenciones de una auxiliar de enfermería quien define el turno, no por orden de llegada sino por el pálpito de sus sentimientos. En una oportunidad por resultados aleatorios de su corazón fui el primero en la fila y le expresé los agradecimientos. En otras ocasiones cuando había llegado de primero, la vida me la cobró y me toco por el azar de último y recordé la frase bíblica, «Los últimos serán los primeros». El tratamiento propuesto fue cortado bruscamente gracias a los resultados inesperados de una segunda opinión. Mis dos hijos, un médico cirujano especialista en trasplante hepático de renombre en el campo médico y una hija economista aguerrida luchadora y dispuesta a ayudar a su papá, habían decidido realizar una valoración adicional por médico patólogo:
Con el nuevo diagnóstico que apuntaba
hacia un cáncer dermatológico todo el tratamiento tomaba una dirección
diferente. Ahora esperaba la cita con una médica dermatooncóloga. Cuando se abrió
la puerta del consultorio y salió la
doctora la sensación de ser abrazado por un ángel del cielo me estremeció,
parecía que una amistad desconocida
espiritual nos uniera, la calidez sentida mas allá de lo terrenal casi infinita, sin tiempo, estrechar su cuerpo
contra mi pecho como si siempre la hubiera conocido, suspendidos en un abrazo
de Dios que me daba una esperanza para
poner fin a una experiencia dolorosa, casi cruel. Nunca la había visto, sentí que ya la conocía
en algún lugar o quizás era un de los fantasmas de la memoria. Viví segundos de alegría como
si Dios me estuviera diciendo,
« Aquí te mando un abrazo de un ángel del cielo que te va a dar la
oportunidad de continuar viviendo sobre la tierra».
La Doctora me examinó y dibujo sobre un papel como sería el procedimiento. No quiero dejar pasar las sensaciones de ese primer encuentro. Los ángeles son enviados a la tierra con misiones de misericordia. Son reales y aparecen en las Sagradas escrituras ayudando a encontrar respuestas frente a las dificultades como le ocurrieron a Abraham, al justo Job que nunca bajó la guardia ante las presiones de Satanás para que se alejara de Dios, a Daniel en la fosa de los leones, a Pedro condenado a muerte en la cárcel de Herodes, a Pablo, y a todos los mortales sobre la tierra. Cada discípulo de Dios tiene un ángel guardián que lo acompaña . Tal vez la gente no lo sabe o no se da cuenta pero los ángeles están aquí y hacen que muchas cosas sucedan para su protección.
En la mayoría de las culturas desde los
tiempos mas remotos la necesidad de unirse con el más allá alimenta la creación
de intermediarios que faciliten la existencia . En las culturas primitivas se busca
la intervención de elementos animistas, que facilitan la interpretación de las
acciones de los astros, elementos de la naturaleza actuando a través de
objetos, y la unión con el mas allá. La
presencia de los muertos que conviven a través de los ancestros , siempre al
lado en los cementerios los unen con lo sobrenatural.
En la modernidad aun los que no
creen en nada buscan respuestas en el
universo, en la naturaleza, en dioses personalizados, o elementos inmateriales que ayudan
a visualizar el mundo mientras estas vivo.
El día del procedimiento, muy temprano la
doctora con ayuda de una enfermera inició
la cirugía micrográfica de Mohs. Los resultados aparecen en la historia
clínica:
·
Diagnostico: carcinoma in situ de origen anexial
·
Localización: Perine
·
Anestesia local con Xilocaina al 1%
·
Se marca el tumor con dermatoscopia
·
Se reseca el tumor y se orienta según técnica de Mohs
·
Se realiza un grafico detallado del espécimen quirúrgico
·
Se analiza 100% de la muestra (En láminas histológicas en conjunto con
dermatopatólogo)
·
Por congelación
·
Numero de etapas 2
·
Borde finales de sección negativos para tumor
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Se revisa hemostasia
·
Se hace reparación mediante:
·
colgajo local de piel compuesto de vecindad entre 2 a 5 cms.
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Asepsia y antia sepsia – Anestesia local
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Se repara defecto resultante de resección
de tumor con colgado compuesto de vecindad
·
Se sutura por planos
·
Se cubre y entregan recomendaciones.
Un final feliz con buena recuperación y control médico
satisfactorio tres semanas después. Con gran tenacidad confronté las dificultades
de la quimio y radioterapia que aparecieron después. Diarreas pervasivas que entorpecían la vida.
Una exposición durante siete días dejaban
su huella dolorosa. La ayudas terapéuticas con
bioenergéticos y electrolitos permitieron sobrellevar las dificultades. El
apoyo y el amor brindado por familiares y amigos más cercanos ayudaron a
reconfortar y reforzar la lucha por
salir adelante con vida y felicidad.
Epilogo: « Nunca pierdas la esperanza ».
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