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lunes, 31 de marzo de 2025

Antorchas a la sombra

 

“Allí donde la luz no alumbre, tal vez alumbre la sombra”.

 Roberto Juarroz (1925-1995, poeta, ensayista y crítico argentino).   

ASPECTOS PREVIOS:  Somos forasteros de nosotros mismos, ¿qué podemos decir cuando tratamos de descifrar la vida de los demás? El escritor debe acercarse de manera cruda a la construcción de los personajes, como quien busca la luz en la profundidad del mar o la sombra en el brillo de una estrella.

La complejidad aumenta cuando el sujeto en obra, está muerto (a), ni siquiera los seres allegados pueden afirmar que lo(a) conocían, es un espejismo creer que comprendemos los demonios y las huellas que han dejado en el camino.

El escritor debe dejarse tocar por el personaje, acercarlo al corazón, escuchar lo que dice y la manera como lo dice, debe subordinarse al ser, de lo contrario, será sólo una ficha que se mueve a su antojo en el tablero de ajedrez. Los lectores estamos deseosos de encontrarnos con seres humanos dotados no sólo de carne y hueso, sino de espiritualidad, sensualidad y erotismo.

Clemencía Gómez

MIRAR AL INFINITO: Los lectores de la obra de Juan Gabriel Vásquez, “Los nombres de Feliza”, nos encontramos en la portada del libro con una foto de la artista vestida de negro, su mirada perdida en un horizonte incierto, dedos largos convierten materiales de segunda, en piezas autónomas de estruendoso tamaño y estructura firme, que invitan a concebir el arte y la vida de una manera diferente, sin reverencia ni sumisión, frente a lo que vulnera el pensamiento genuino y social.

En la mano derecha un cigarrillo, inquietas bocanadas en las que se desdibujan los sueños de la artista.   

ENTRE PERSEO Y MADAME X: Feliza camina por Nueva York con un carboncillo, frente a la estatua de Perseo que sostiene la cabeza de la Medusa en la mano, escultura que anima a dejarnos llevar por el corazón, y a brillar de adentro hacia afuera. En el mundo moderno, es un icono que representa la violencia de género. 

Observar la pintura de Madame X (1884), obra controvertida del estadounidense John Singer Sargent, realizada a una mujer de 25 años, casada con un acaudalado banquero francés, revela a Virginia Gautreau, famosa por su belleza y conocida infidelidad. Ataviada con un vestido ceñido de raso negro y un escote en V, color que resalta una “palidez aristocrática”, tirantes incrustados de piedras preciosas, pelo rojizo y la pose de la cabeza hacia un lado, provoca tensión y le da un toque de mujer elegante, moderna y con carácter. En el dedo anular un ligero brillo metálico insinúa el anillo de bodas. 

Se quería mantener oculta la identidad de la modelo, sin embargo, en el París de aquella época, era conocida. Escándalos y odio generó la obra al considerarla indecente y fea, aspectos que decepcionaron al artista, quien se trasladó a Londres de manera definitiva, Gautreau y su esposo fueron humillados.  

En 1916 después de la muerte de la modelo, Sargent, vendió el cuadro al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Y escribió a su director:” Supongo que es lo mejor que he hecho”. 

Las obras motivaron la inclinación artística de Feliza, ella se matriculó en La Liga de Estudiantes de Arte de nueva York.

EXPERIENCIAS EN LA GRAND CHAUMIERE:  El uso de la chatarra, tiene sus antecedentes en las exploraciones plásticas en Paris. En 1956 comienza en la Academia la Grand Chaumière (La gran casa con tejado de paja), discípula de Ossip Zadkine (1888-1967), escultor, pintor y grabador ruso, considerado uno de los grandes maestros del cubismo, y sus encuentros con César Baldaccini, escultor francés que se destacó en el movimiento del Nuevo Realismo.  

Feliza recordaba con emoción al maestro Zadkine ofrecer a sus alumnos, una copa de aguardiente antes de clase para entrar en calor. 

Ella se mueve en un ambiente político en el que el comunismo está presente, las relaciones de los países latinoamericanos con Francia se fortalecen, gracias al apoyo del partido comunista a la Revolución Cubana en 1959. La formación recibida en el París de la post guerra, y las convulsiones internas de Colombia, influyeron en la posición política, que manifestó a través de la obra.

ENTRE PENUMBRAS Y FULGORES: “Lo hermoso es solo el comienzo de lo terrible.” Rilke.    

Momentos de amor salpicados por luces y sombras, el corazón de Feliza palpitaba entre el deseo de ser artista y la vida familiar con sus hijas y Larry, su primer esposo, un hombre que parecía haber agotado las diferentes etapas de la vida, mientras ella, apenas comenzaba. Dos seres cuyos nombres no se contenían.

Se convirtió en la primera mujer judía divorciada, el padre la mató en su mente y su familia le hizo un entierro simbólico.

Jorge Gaitán Durán, escritor, crítico, poeta, y uno de los fundadores de la revista literaria Mito, en la que se generó una parte del Boom latinoamericano. A Feliza la cautivó el afán de vivir, estar a su lado, era fluir hacia tierra de dioses, al igual que sus teorías sobre arte y erotismo, la imaginación sexual como forma de romper con la hipocresía, y la seguridad de cambiar el mundo a punta de versos y ensayos.     

Jorge símbolo de sus carencias en cuerpo y corazón, a Betina, como él la llamaba, la comparó con el óleo sobre lienzo de la Venus desnuda del pintor alemán Lucas Cranach (1509), en la que la diosa posa su mano sobre la cabeza del dios Cupido, con su arco armado a punto de disparar una flecha, en señal de retener los deseos carnales: “Aleja con todas tus fuerzas al gusto de Cupido por la voluptuosidad/o Venus se apoderará de tu alma cegada”.(Frase añadida luego, por un amigo,  seguidor del humanismo alemán en Wittenberg).

Jorge Gaitán allegado al existencialismo y a Sade, ha sido considerado el poeta del “erotismo como acto político por excelencia”. A continuación, un poema de su autoría:  

AMANTES: Somos como son los que se aman/al desnudarnos descubrimos dos monstruosos desconocidos/ que se estrechan a tientas/cicatrices con que el rencoroso deseo/señala a los que sin descanso se aman/el tedio, la sospecha que invencible nos ata/en su red, como en la falta dos dioses adúlteros.
Enamorados como dos locos/dos astros sanguinarios, dos dinastías/que hambrientas se disputan un reino/queremos ser justicia, nos acechamos feroces/nos engañamos, nos inferimos las viles injurias/con que el cielo afrenta a los que se aman.
Sólo para que mil veces nos incendie/el abrazo que en el mundo son los que se aman/
mil veces morimos cada día.

Gaitán muere en un accidente aéreo al regresar de Francia, los ojos de Feliza se inundaron de recuerdos, y su colorido plumaje lo transformó en arte. A la colección permanente del Banco de la República, fue donada la escultura del artista y amigo Eduardo Ramírez Villamizar dedicada a Jorge (1963), se trata de un rectángulo con ondas en su centro.

El ingeniero Pablo Leyva un amor que brotó espontáneo, cada uno entró en la vida del otro sin darse cuenta, ninguno de los dos, estuvo interesado en la posesión del otro, Pablo puso el conocimiento de la ingeniería, al servicio de la creación y movimiento de las máquinas de Feliza. Solidaridad y compañía, consigna que los acompañó hasta la muerte de la artista.    

EL FANTASMA ACECHA: Enemigos dentro del mismo territorio, El Estatuto de Seguridad, se expidió un mes después de la posesión del presidente Julio césar Turbay Ayala (1978-1982), se convirtió en un instrumento de represión y control, de las libertades democráticas y sindicales del movimiento popular, de quienes reclamaban en las calles seguridad y garantías para la protesta. Artistas, poetas, intelectuales del país, fueron perseguidos y sus viviendas allanadas, al considerar que eran colaboradores de fuerzas políticas contrarias al gobierno. Feliza, nos estuvo exenta de tales abusos.

Luego del allanamiento a la casa-taller, una pistola desbaratada, regalo de un amigo, fotos de Feliza, postales traídas de la Habana, le ocasionaron arresto. Salió hacia Méjico, por razones de seguridad, entre tanto, piezas y partes desbaratas esperaban con paciencia el regreso de la artista para ser restauradas.

LA CHATARRA COMO MANIFESTACIÓN DEL PENSAMIENTO CRÍTICO:  Colombia estuvo sumida durante los años 60 y 70, en un clima político, social y económico tenso, marcado por: Terminación de la guerra bipartidista (frente nacional), prosperidad económica, exclusión de nuevos sectores políticos, en especial aquellos basados en ideologías comunistas.  

Mientras Europa trataba de reconstruirse después de la segunda guerra mundial, Estados Unidos se había convertido en una potencia política, económica y cultural, a esto se sumó la persecución al comunismo.

El arte abstracto, se abrió paso como alternativa de pensamiento político, social y económico en el nuevo orden mundial. Feliza Burszting recibió influencia de la dinámica artística nacional e internacionales. Surge la pregunta: ¿Por qué la chatarra? 

Material que lleva en su interior el significado de desecho, es lo que queda, lo que sobra después de realizar un proceso productivo. La palabra desechable, se ha usado en nuestro país de manera despectiva, al señalar a quienes hoy llamamos “habitantes de calle”.

El material de desecho era utilizado por los más necesitados en aquella época, para construir sin mayor profesionalismo, objetos de uso doméstico. Feliza encontró en él, una manera de comunicarse con piezas que encajaban en un lenguaje universal, sin hacer alusión a la figura humana, un material que resultaba en Colombia, explosivo como la dinamita, un gran estimulador del lenguaje político, asociado con la sencillez de los desfavorecido, y las limitaciones del progreso.

La crítica de arte, filósofa argentina y amiga de Feliza Marta Traba, decía sobre el insumo utilizado por la artista:  Se “herrumbran y se descomponen, se carcomen y envilecen, se destruyen como si fueran máquinas entre divertidas e infernales, que trabajan cuando nadie las observa”.

Soñé que Feliza elaboraba una escultura que reposará junto a la tumba, tal vez se llame “Multitud”, “Los otros en mi vida”, o “Exilio”, elaboradas con materiales de segunda mano, formas, tamaños y colores, diversos, estarán presentes.

Volví al inicio del libro de Juan Gabriel Vásquez, impulsado por la columna de Gabriel García Márquez, escrita en 1982, en la que dice: “La escultora colombiana Feliza Burszting, exiliada en Francia, murió de tristeza…”.

Recordé la frase de mi abuela: “La tristeza es un lienzo blanco que enjuga secretos del corazón".

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