Yolanda Delgado
Carmiña Navia Velasco nació en Cali. Estudió Literatura e hizo Maestría en
Lingüística en la
Universidad del Valle. En 1978 viajó a España
a cursar el diplomado en
Lengua y Literatura Española
en el Instituto Iberoamericano de Cooperación. Es pionera de los
estudios literarios con enfoque de género en Colombia.
Se vinculó a la Universidad
del Valle como profesora titular de
la Escuela de Estudios Literarios y directora de la maestría
en literatura Latinoamericana y Colombiana. Cofundadora del Centro
Cultural Tejiendo Sororidades, una organización que beneficia
a más de mil mujeres. Connotada activista de la vida cultural, literaria y feminista de la ciudad.
Es religiosa de la Comunidad Javeriana. Con su obra “Guerra y Paz en Colombia: la
mujeres escriben” ganó el Premio
Casa de las Américas ( 2.004). La Universidad del
Valle le otorgó Doctorado Honoris, por haberle hecho grandes aportes a
la academia. La única mujer que hasta hoy
ha recibido la distinción, en 2013.
Una mujer que sueña y trabaja por la paz escribió:
“Nace la paz, la calma, la esperanza y la felicidad detrás de las
montañas”.(Poema Génesis-CNV- 1.971), Nada nuevo puedo agregar a la biografía de
Carmiña, pero sí decir
el impacto que causó en mi vida el haberla
encontrado cuando en 1.999
llegué a la Universidad del
Valle. Era una tarde soleada y yo en el
último rincón esperaba mi primera clase con quien venía precedida de un largo historial, entre otras cosas, haber
sido secuestrada por las Farc. Me
impresionó su mirada clara, penetrante
y su voz fuerte y segura. Al final de la clase le
dije que si me regalaba unos minutos
y estuvimos hablando un rato. Me
animó a estudiar y desde ese instante fue
mi apoyo
incondicional. Al finalizar el semestre me invitó a su clase en el Magister. Su programa empezaría abordando la violencia en Colombia y me
encontré frente a “Cóndores no se entierran
todos los días” y “Rosario Tijeras”. De
su mano me llevó al departamento de Género, mujer y sociedad, donde la profesora Gabriela
Castellanos y ella daban
talleres de género y leíamos con deleite a Virginia Woolf, Simone de Beauvoir, María Cano y a Soledad Acosta de Samper, literatura de mujeres
totalmente desconocidas para mi. Fue Directora de mi trabajo de grado,
una novela escrita a la luz de género, “Sería
capaz de matarte”, que después titulé Crónicas de mujeres del siglo XX, mi
primer trabajo de escritura, que por
insinuación de ella envié
al Concurso “Ciudad de
Pereira” donde obtuve el segundo puesto. Desde ese día me creí de verdad
el cuento de que yo podía escribir. Hoy puedo,
con seguridad, acercarme a la maestra Carmiña, en la
certeza de que siempre me tenderá su
mano amiga y tendré su
consejo y apoyo.
—Carmiña,
primero quiero agradecerle el rato que
me concede. Yo sé de sus ocupaciones. Le conté el por qué
de la entrevista y espero no excederme. Voy a
empezar con una pregunta que le
habrán formulado infinidad de veces, pero que me sirve de preámbulo a propósito de la violencia que vive el país, de la que usted misma fue víctima cuando la secuestraron ¿quisiera contarme cómo fue?
—A mi en el año 94
me secuestró una célula del ELN, denominada Ángel
Becerra. Me tuvo secuestrada
once días y para mí fue
una situación supremamente traumática, como creo que
le sucede a todos los secuestrados. Yo
salí conociendo de cerca la guerra y
las personas que portaban armas. Para mi el trauma más fuerte fue
estar en contacto durante once días con cinco personas que durante
todo el día usaban un arma, estaban todo el
tiempo pendientes de un arma, adoraban
sus armas, entonces yo
salí de ese secuestro con el deseo de trabajar
por la paz de este país y me
vinculé a un grupo que había
aquí en la ciudad llamado Mesa por la Paz. No
hicimos gran cosa, nos reuníamos
a hablar sobre la paz.
—He observado a través de los años que sus trabajos están dirigidos
a los problemas de género, de la paz, a buscar un equilibrio social. Cuéntenos más al respecto.
—Bueno, simultáneamente mientras asistía al
grupo Mesa por la paz, me vinculé a un grupo de
la Universidad del Valle, que
coordinaba e
impulsaba, Darío Henao. Eran distintos
discursos, distintas articulaciones. Se me ocurrió y quise, como siempre, recuperar la voz de las mujeres, investigar lo que han
dicho, lo que han propuesto, respecto a la guerra y la paz. Empecé una investigación exhaustiva, sobre
cómo las mujeres habían participado en las mesas
de negociaciones, cómo habían abordado la temática, a quiénes habían entrevistado,
qué propuestas habían hecho. Hice un seguimiento y escribí un
libro que se llamó “Guerra y Paz en Colombia: las mujeres escriben” y así obtuve el
premio Casa de las Américas.
—He leído que Iván Márquez invita a un resurgimiento de la violencia. Quisiera conocer
su opinión acerca del panorama nacional ¿qué piensa del resurgimiento de otras Farc posconflicto ?
—No me extraña, realmente. Yo creo que los
acuerdos de paz fueron un logro en
el sentido de que se mermaron
mucho los asesinatos, los secuestros,
las matanzas y eso está objetivamente demostrado por las cifras,
bajaron todos los niveles de
violencia en el país, pero también creo que en el acuerdo quedaron algunas cosas mal amarradas, mal hechas.
— ¿Cómo cuáles?
Por un lado hubo
incumplimiento del gobierno respecto de lo
pactado. De otro, personajes como Santrich y Márquez, estaban perdidos. Existen contra ellos suficientes pruebas para condenarlos, bueno, se veía
venir. Espero que sea una disidencia minoritaria y que
por lo tanto no volvamos a los niveles previos de la guerra.
—Usted es optimista al
considerar que la situación del país no va para un una situación más grave.
—Pues yo no creo, entiendo que es un grupo minoritario y
por lo que dicen los análisis, según leí en el Tiempo y en Semana, Gentil Duarte no le reconoce a
Iván Márquez su autoridad, entonces en
la medida en que sean grupos
pequeños será más fácil neutralizarlos. Sería muy
grave para el país volver a la
guerra.
— Carmiña, quién
influyó en su
formación para que usted se
interesara por la problemática social y de género,
quien la llevó
por el camino de la literatura?
—Son
dos cosas distintas: una
es la inquietud por los problemas sociales, que siempre tuve, desde que estaba
en el colegio donde tuvimos una Cruzada Social. Vinimos a este barrio Meléndez. Miraba a los adolescentes
y reflexionaba mucho por las diferencias
económicas, luego complementé mi visión en la universidad, donde vi los contrastes
sobre todo de la parte económica.
Desde siempre fui consciente de
los problemas que enfrentamos
las mujeres en una sociedad donde está tan arraigado
el patriarcado. Eso en cuanto a lo social. En cuanto a la literatura me viene fundamentalmente de mi
madre que era una gran lectora, crecí viéndola leer, a mis abuelos maternos, porque
vivíamos con ellos. Teníamos una biblioteca en una época en la que no era corriente tener
bibliotecas en casa. En cuarto de bachillerato
mi profesora de literatura que era monja española, me motivó
mucho a la literatura y a la poesía. Lo esto de la literatura surge en los
primeros años en el seno del hogar y el colegio.
—Carmiña ¿qué le trajo
el premio Casa de las
Américas?
—Satisfacción de haber hecho un buen
trabajo, alegría por el reconocimiento que eso significó y reafirmación de la necesidad de recuperar permanentemente los distintos
discursos de las mujeres.
—Como te dije esta entrevista
es un ejercicio del taller de Palabras Mayores, donde escribimos de todo
un poco, me gustaría que le recomendaría al taller algunos libros.
—Lean a Magda Szabo, La Puerta, una gran novela. Hoy
los talleres de lectura deben incluir literatura de mujeres. Académicamente ya
hay un gran reconocimiento .
—¿Y de las autoras colombianas?
—Laura Restrepo. Hay un gran libro, Jalisco pierde
en Cali, de Gabriela
Castellanos, tiene una estructura polífónica, los caleños, todos, deberíamos
leerlo. Piedad Bonnett,
su última novela, Donde
nadie me espere. Lina
María Pérez, bogotana. De Marvel Moreno, lean, Siempre llegaban las brisas. De Paola Guevara, su
primer libro, De mi padre y otros
accidentes. Y de Melba Escobar, La mujer que hablaba sola, me parece su
mejor libro
-¿En qué está trabajando?
—Estoy terminando una serie de
libros que quisiéramos publicar. En octubre en la feria del libro, lanzo un poemario, “Corredores
Urbanos”. Me ocupo de un libro
de ensayos de teología feminista y de un trabajo de crítica, ensayos sobre novelas que he leído. Yo
estoy retirada de la universidad pero
continúo en plena actividad literaria.
El 15 de Octubre
del 2019 la Secretaría de Cultura de
la Gobernación del Valle otorgó a Carmiña Navia Velasco, el premio "Grandes maestros de la
literatura vallecaucana", por su trayectoria y aportes a a la
literatura.
Carmiña Navia Velasco, la
poeta, sabe cómo nadie dar voz a mujeres incontables, a todas las mujeres, no
sólo las de la historia, sino también a las sin nombre ni letra ni registro
alguno. Y sabe hacerlo porque ha sido “todas las lunas”, y también “todos los
rostros”; porque no sólo “Fedra con su tragedia/ Medea y sus preguntas/ Amdrómaca
y su angustia / hicieron carne en mí”; porque no sólo le “enseñó los caminos”
María la de Magdala “hacia un amor sin límites”, sino que también ella es “La
que en la cordillera de los Andes / alumbró la mañana./ Y soy aquella que en la
selva Guaviare /se protege en la sombra
/ de algún fusil cruzado…/ la que pare a su hija /mientras vela / el cruce de
las balas / los aviones / las cercas.
/Soy la mujer que en el centro del Valle /a orillas del río Cauca / sazona /en las noches de luna /su
cantar y su paila /para reconstruir /las
geografías…”(La mujer en mi cuerpo, poema inédito.
Julio de 2010
Yolanda , muy buenas tardes he leido con detenimiento la entrevista a esta maestra. Por lo que ella refiere no es fácil llegar a una persona con ea visión con esa profundidad intelectual . Esa es la maravilla de cómo has llevado la entrevista en una forma forma clara, precisa y muy humana , es un conversatorio donde uno se imagina sentado al grande de dos personas extraordinarias y muy sencillas . esto las hace más grandes y valiosas. Yolanda me encantó esta entrevista, me diste cátedra una vez más.
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ResponderEliminarYoli. Fue una sorpresa leer esta entrevista, no te imaginé como entrevistadora, me dejé llevar por la imaginación y te vi sentada frente Carmiña con la mirada clara y penetrante y la voz fuerte como la describes y respondiendo tus preguntas. Te felicito lograste buenos metiéramos en la conversacion.
ResponderEliminarYoli. Fue una sorpresa leer esta entrevista, no te imaginé como entrevistadora, me dejé llevar por la imaginación y te vi sentada frente Carmiña con la mirada clara y penetrante y la voz fuerte como la describes y respondiendo tus preguntas. Te felicito lograste buenos metiéramos en la conversacion.
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