Historia de
Judit y Holofernes revisitada
Jesús Rico Velasco
En los cuentos de la Biblia existen narraciones para mostrar
la vida, el valor, la fortaleza y
capacidad de consentimiento con Dios, en mujeres como Judit que le cortó la
cabeza a Holofernes para favorecer a su
pueblo hasta que se hizo vieja en casa de su marido. Vivió 105 años, hermosa y bella, nació y vivió en
Betulia, una modesta ciudad israelita dedicada a la administración de su hacienda. Era viuda de Manasés un hombre rico y generoso en cuyo sepulcro fue enterrada después de su
muerte.
Todo ocurre durante el reinado de Nabucodonosor
rey de Asiria (605-562 a.C.) que decidió en ese entones atacar Arfaxad rey de Media. En el proceso Nabucodonosor es vencedor y decide acabar con los pueblos
que se opusieron a su solicitud de ayudar en la guerra. Una de las poblaciones
que no se rindió era Judea en la región de Betulia. Es allí donde ocurren los acontecimientos
que hicieron famosa la presencia de Judit.
Una viuda de hacia tres años y cuatro meses vivia
en una habitación que había construido en la terraza de la casa. Era una mujer
de apariencia modesta, que vestía una áspero sayal y siempre iba de luto. Ayunaba
todos los días excepto durante los días sagrados . A los ojos de los demás “era
muy bella y de aspecto encantador”, y temerosa
de Dios. Su marido le había dejado muchas riquezas, criados y
criadas, ganados y campos que ella los
administraba. Manasés había muerto durante la ciega de la cebada vigilando a sus trabajadores, y por una
insolación y tuvo que guardar cama. Murió en Betulia su ciudad y fue
enterrado en el sepulcro junto con sus padres.
Nabucodonosor declara la guerra a todas las
naciones no aliadas que se opusieron a sus palabras de rey. Llamó a
Holofernes y le dijo:
« Esto dice el rey grande, el señor de toda la
tierra: Mira al salir de mi presencia ,
reúne contigo hombres de valor probado , unos ciento veinte mil de infantería y
gran numero de caballos con doce mil jinetes, y marcha contra toda la región occidental por haberse opuesto a mis
planes. »
Reúne a todos sus generales, capitanes, y
oficiales del ejercito Asirio y con
un gran ejercito partió Holofernes
a la conquista de todos los países que quedaban en la región occidental y sale victorioso.
Todos los pueblos fueron devastados y sometidos a la voluntad del rey Asirio.
Los israelitas al principio resistieron y se fortificaron en la región y alrededor de las montañas que
custodiaban la ciudad de Betulia. Holofernes supo que la israelitas se
preparaban para la guerra, que habían bloqueado los pasos de las montañas,
fortificado las cimas de los montes, y levantado barricadas en las llanuras. Le
pregunta a los Cananeos recién conquistados sobre el poder de los pueblos que
vivían en los montañas, y recibe la respuesta de “Ajior el amonita” que trata
de persuadir a Holofernes de no intervenir a estos pueblos que viven en las
montañas, que descienden de los Caldeos antiguos habitantes que vivieron en el
pasado Egipto de donde salieron huyendo y echados de sus tierras. Cuenta la
historia de los israelitas en el desierto , sustenta el poder de su Dios que
demostró su superioridad frente a los otros dioses.
Ajior termina su presentación frente a Holofernes
diciendo:
« Poderoso señor, si hay algún delito en este
pueblo, si han pecado contra su Dios, si existe algún motivo de caída
sepámoslo, y entones adelante y los venceremos. Pero si no hay anomalías en esta gente que se
abstenga mi señor; porque si su señor y Dios está con ellos, serviremos de irrisión a toda la tierra.»
La presentación fue rechazada por Holofernes y sus
seguidores que sentían repudio por lo
que había dicho Ajior el amonita. Toma la decisión de enviarlo a Betulia y
entregarlo a los israelitas. Pasaron la noche rezando y pidiendo protección a
Dios aceptando las observaciones de Ajior y la protección del Dios de Israel. Holofernes
decide cercar a la ciudad de Betulia,
cortar el sistema de suministro de agua completo para asegurarse de que los israelitas
entreguen sus armas. El pueblo desesperado decide entregarse a los asirios al
sentir el hambre y las dificultades de vivir sin agua. Uno de los dirigentes
del pueblo Ozias pide calma a la población.
« Tened calma, hermanos; resistamos todavía cinco
días; en estos días , nuestro Dios se compadecerá de nosotros, pues él no nos
abandonará totalmente. Si pasados estos días no llegara ningún socorro, haré lo que
decís ».
Los rumores y la delicada situación en la ciudad
de Betulia llegaron a los oídos de Judit
que reprende a los jefes del pueblo por su falta de credulidad en los poderes
de Dios.
« ¡Escuchadme! Voy a realizar una hazaña que se
trasmitirá de generación en generación a
los hijos de nuestra raza. Estad vosotros esta noche a la puerta de la ciudad;
saldré yo con mi doncella y, antes de expirar el tiempo fijado para entregar la
ciudad a nuestros enemigos, habrá liberado el señor a Israel por mediación mía. Vosotros no intentéis
conocer mi hazaña; no la conoceréis hasta que se realice. »
Rica y bellamente ataviada Judit sale de Betulia
en compañía de su doncella con vestidos de fiesta, perfumada y bien bañada, se
peinó y ciño la cabeza con su turbante y se adornó con los vestidos de fiesta que solía ponerse
cuando vivia su esposo Manasés. Se adorno con collares, pendientes, ajorcas,
anillos, y sus mejores joyas. Salieron de la ciudad y descendieron de la
montaña, al bajar son detenidas por los
centinelas asirios que sorprendidos de la belleza de Judit y su doncella no entendían
quienes eran, de donde salían estas mujeres tan hermosas.
Sorprendidos las llevaron a la tienda de Holofernes que al verla le dijo:
« Ten confianza , mujer, no tengas miedo; jamás he
maltratado a los que han decidido servir a Nabuconosor , rey de toda la tierra.
Tampoco ahora habría levantado mi espada
contra tu pueblo, que habita en la montaña, si no me hubiese despreciado ; pero
él lo ha querido. Y bien, dime porque has huido
y has venido a refugiarte entre
nosotros. Lo has hecho para salvarte. Ten la seguridad de que salvaras tu vida
esta noche y en adelante. Nadie te hará mal; te tratarán bien , como se trata a
los servidores de mi señor el rey
Nabuconosor .»
En la presencia de todos Judit maneja hábilmente su
figura y deja ver la necesidad de ser protegida por los ejércitos Asirios.
Acepta su benevolencia y exalta la
grandiosidad de su rey. Al cuarto día Holofernes
ofreció un banquete solo a sus
servidores sin invitar a ninguno de sus oficiales.
Dijo a Bagoas el eunuco que era su mayordomo:
« Trata de persuadir a la hebrea para que venga a
comer y beber con nosotros. Sería vergonzoso dejar marchar semejante mujer sin habernos divertido con ella. Si no lo conseguimos se burlaran de
nosotros.»
Judit le respondió,
« Quien soy yo para oponerme a mi señor? Todo lo
que sea de su agrado , lo haré con sumo gusto y será para mi un motivo de
gozo hasta el fin de mi vida.»
Judit entró con su doncella al banquete y se sentó.
Holofernes al “verla sintió una enorme pasión por ella y una ardiente deseo de
poseerla”. Bebed, comed, hay que ser feliz, alégrate con nosotros. Judit le
respondía que estaba contenta, feliz, de estar en el banquete y cerca de
él, comía y bebía
de lo que le había traído su doncella. Holofernes bebió como nunca lo
había hecho en ninguno de los días de su vida. Cuando se hizo tarde los
servidores se retiraron. Bagoas, cerró por fuera la puerta dejando solo a su
señor y a Judit en su interior.
Todos se fueron a dormir. En el interior de la tienda
quedaron solamente Judith con Holofernes
borracho tendido sobre la cama .
Prevenida estaba afuera su doncella que esperaba atenta el mensaje de su ama
para marcharse sigilosamente con la
promesa de salir a la oración. Judit
frente a la cama dijo interiormente:
« Señor, Dios omnipotente, mira en este momento la
obra de mis manos para la exaltación de Jerusalén. Ha llegado el momento de
ayudar a tu heredad y de realizar mis proyectos para derrotar a los enemigos
que se han levantado contra nosotros.»
En un lapso extraordinario al borde de la cama
cogió entre sus manos la cabeza de Holofernes y de dos golpes fuertes con su
alfanje en el cuello le cortó la cabeza. Con rapidez envolvió el cuerpo con la
ropa de la cama y quitó las cortinas de
las columnas . Salió aprisa y entregó a
su doncella la cabeza de Holofernes que la guardó en la alforjas de sus provisiones.
Como estaba previsto emergieron con tranquilidad de la tienda y se dirigieron
hacia el campo en donde se esperaba realizarían sus oraciones para continuar por el camino hacia las colinas de Betulia. Al llegar gritaba
de alegría a los centinelas,
« ¡Abrid, abrid la puerta! Dios nuestro Dios está
con nosotros demostrando su poder a
Israel y su fuerza , como lo ha hecho
hoy . »
Con alegría mostraba la cabeza de Holofernes general del ejercito Asirio a todos los
habitantes de Betulia. Fue alabada y bendecida en toda la ciudad. Entregó la
cabeza de Holofernes para que fuera colgada
en lo alto de las murallas. Hay que estar listos les decía a los
soldados israelitas para cuando salga el sol saltar
para ir a perseguir a los enemigos y acabar con nuestros perseguidores.
Judit vivió tranquila en Betulia dedicada a su
hacienda. Se hizo vieja y al final de sus días repartió todos sus bienes entre sus
familiares, sirvientes y allegados. Fue
enterrada en el sepulcro construido por su marido Manasés. Sus restos reposan en
Betulia en algún lugar despues de 25 siglos de historia.
Asi termina la leyenda de una gran mujer,
temeraria y piadosa que logró con sus actos vencer la fuerza arrogante de sus
enemigos. Ayudar a su pueblo para no desfallecer y estar atentos a las
respuestas del cielo. Dios siempre esta dispuesto a responder a las solicitudes
de los débiles, los desamparados, y los necesitados en cualquier momento. Hay
que creer en el poder de Dios en todo momento: “Eres grande, Señor, y glorioso,
admirable por tu fortaleza e invencible”.
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