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miércoles, 11 de diciembre de 2024

El espíritu bíblico de Daniel. (Revisitado)

 Jesús Rico Velasco

 Hay que tener mucho discernimiento e imaginación  para comprender los tiempos y sucesos que aparecen en la biblia para  mirar la vida de Daniel en “cautiverio”, como la de un intérprete de Dios en un mundo pagano, donde cumplió funciones participativas en el sistema de gobierno durante  su vida en Babilonia, en donde colaboró con  honor en el  gobierno de  cuatro reyes. Vivió 82 años y aparece  como un joven israelita  de estirpe real y familia noble que participó de la toma de Babilonia.

 


Es una historia   asombrosa  la presencia de Daniel  en las Sagradas Escrituras  con sus componentes históricos y las visiones proféticas y apocalípticas. El libro del profeta  que lleva su nombre es considerado  más como un texto apocalíptico que un trabajo profético, aparece  escrito  entre los años 167 y 164 antes de Cristo. Narra en la primera parte varios hechos históricos que se toman  como centro de la narrativa. Daniel estuvo en Babilonia  sirviendo a varios reyes durante los 70 años “de su cautiverio”.

 <Todo este país será convertido en ruinas, en desolación, y permanecerá en esclavitud entre las naciones durante setenta años>. (Jeremías 25:11; 29:19). Sobrevivió a cuatro reyes  a Nabucodonosor II quién en el año tercero del reinado de Joaquín, rey de Juda, fue a Jerusalén  la  sitio y gobernó por 43 años uno de los   reinados más longevos (562 a.c -605.a.c). Baltasar (580 a.c- 539) hijo del rey  Nabucodonosor   que en  algunas versiones bíblicas aparece como nieto y  regente del rey babilónico Nabonido en ausencia.   Muere asesinado en palacio durante la caída de Babilonia. Recibió el reino Darío el medo a la edad de 62 años y le sucedió Ciro el persa (600 a.c-530 a.c).

 La manifestación del poder de Dios se muestra en el libro de Daniel  como uno de los profetas mayores  del antiguos testamento. Los profetas son hombres notables llamados por Dios para comunicar sus mensajes a  los  seres oprimidos, a los marginados, explotados, y a los pobres sobre la tierra. Inspirados para trasmitir el mensaje  del  creador con un poder especial  para comunicar lo que Dios dice.  Su vida se desliza en función de su trabajo con los reyes, intérprete de las visiones y los sueños, por sus conocimientos y reconocida  sabiduría que sobresalía entre todos los magos y adivinos del reino y cuya presencia despertaba la envidia y la ira de los paganos idolatras que no respetaban el reino de Dios.

 Daniel permaneció en la corte  hasta el año primero del rey Ciro compartiendo su espíritu de enviado de Dios   y mostrando  su presencia   sobre la tierra  el rechazo a las religiones paganas y hostiles que alimentaban sus espíritus con la idolatría, y servicios a dioses terrenales lejanos del pensamiento de la existencia de un solo Dios.

 Después de la toma de Jerusalén  por Nabucodonosor  II, el rey ordena   a Aspenaz jefe de los eunucos:< Escoge entre los israelitas algunos jóvenes de estirpe  real y de familia noble sin defecto alguno, de buen parecer, expertos en todos los campos  del saber  , inteligentes y aptos para servir en el palacio real. Enséñales la escritura y el idioma de los caldeos. Entre ellos se encontraba Daniel, Ananías, Misael y Azarías. El jefe de los eunucos  les cambió sus nombres, a Daniel le llamó Baltazar, a Ananías, Sidrac; a Misael, Misac, y a Azarías, Abdénago. Eran jóvenes entre los 15 y los 20 años cuya   formación en la corte tuvo una duración de tres años para ser admitidos al servicio del rey. Dios concedió a estos cuatro jóvenes “ciencia e inteligencia en materia de escritura y en sabiduría”. Daniel en particular sabía interpretar toda clase de visones, sueños, y resolución de enigmas.  Al cabo de un tiempo el jefe de los eunucos los presentó en la corte, el rey se entretuvo hablando con ellos y los consideró superiores a todos los magos y adivinos que había en el reino entero.

 En el año segundo de su reinado Nabucodonosor tuvo un sueño que le preocupó tanto que no podía dormir. Llamó a todos los magos, adivinos, hechiceros y astrólogos para que le explicaran su sueño. Respondieron que no encontraban explicación. < Lo que el rey pide es difícil y no hay nadie que pueda satisfacer al rey, salvo los dioses; pero ellos no están entre los hombres >.

 El rey se enfureció y dio orden de matar a todos los sabios de Babilona. Promulgado el decreto de matar a todos los sabios fueron buscados también Daniel y sus compañeros para ejecutarlos. Arioc capitán de la guardia real  que tenía la orden de ejecutarlos escuchó a Daniel solicitar   al Rey un poco de tiempo para darle una explicación. Pidió a sus compañeros Ananías, Misael y Azarías  implorar al Dios del cielo para resolver el sueño.

 < Tu, oh rey tuviste esta visión: Ante ti se levantaba una estatua muy grande. De extraordinario esplendor y de aspecto terrible. Su cabeza era de oro puro; el pecho y los brazos, de plata; el vientre y los muslos, de bronce; las piernas, de hierro, y los pies, parte de hierro y parte de arcilla. Tu seguías mirando; de pronto una piedra se desprendió de un monte sin intervención humana alguna, alcanzó a la estatua en los pies de hierro y arcilla y los pulverizó. Entonces se hizo pedazos todo: el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro… Tu eres la cabeza de oro. Después de ti surgirá otro imperio de plata inferior al tuyo, y luego un tercer imperio, de bronce que tendrá el dominio de toda la tierra. Y finalmente, un cuarto imperio que será fuerte como el hierro.>

 Daniel le dice al rey que el sueño es verdadero y digno de fe su interpretación. Nabucodonosor se postro ante Daniel y lo nombro jefe de los sabios de Babilonia, y gobernador de todas las provincias . Daniel se quedó en la corte real y nombro  a sus amigos  Sidrac, Misac y Abdénago administradores en las provincias.

 Nabucodonosor hace levantar una estatua de oro de treinta metros de alto y tres de ancho y es inaugurada con la participación de todos los miembros del gobierno y  del pueblo. < Todos los pueblos, naciones y gentes  de todas las lenguas se prosternaron y adoraron la estatua de oro levantada por el rey Nabucodonosor.> Los tres jóvenes Sidrac (Ananías), Misac (Misael) y Abdénago (Azarías) amigos  de Daniel fueron acusados por algunos caldeos de no reverenciar y adorar la estatua. El rey los sentenció a morir en el horno de fuego fuertemente atados vestidos con sus túnicas, ropas y gorros. < Pero un ángel del señor bajó al horno junto a Ananías  y sus compañeros, empujo fuera la llama e hizo soplar en medio del horno como un viento fresco de rocío, y no los toco en absoluto el fuego, ni les causo daño ni molestia alguna.>

 La historia de Daniel muestra la existencia de los seres invisibles sobre la tierra con  la presencia de los ángeles  enviados  por Dios en momentos  de necesidad como el ángel de Dios en el horno. Mediadores   para ayudar a interpretar los sueños de los reyes y las visiones que le ocurren en sus propios sueños. Los ángeles son enviados en momentos de misericordia y de apoyo desde el principio de todos los tiempos  como sucedió en el paraíso terrenal para mostrar el camino que debían  seguir cuando fueron expulsados del Edén.

 Existe algo en el pensamiento religioso de estos pueblos que separan a las personas para adorar varios dioses señalados como paganos, y otras personas concentradas en el pensar en un solo Dios. En medio de la confusión religiosa, teológica y filosófica  surge la duda en el rechazo entre los pueblos. Hay un enfrentamiento bíblico en el cual el pueblo elegido por Dios, los Israelitas, es despojado siempre de sus pensamientos, sus pueblos destruidos y sus pensamientos rechazados por la mayoría de los habitantes que componen su historia. Hay otros pueblos que fueron animistas, politeístas, y habitaban igualmente la tierra en otras partes con sus culturas que creían en otras cosas, los astros, las estrellas, los ríos, las montañas, los animales preciosos de la tierra, otros seres, otras cosas. El centro del pensamiento  era antropomorfo buscando respuestas en las relaciones definidas por el comportamiento en la comunidad amarados a sus hábitos, costumbres, valores que definían la vida.

 En la correlación de fuerzas tiene que existir algo hoy día que permita la coexistencia pacífica para los negros del África, los musulmanes del medio oriente, los chinos y los Indues con sus filosofías que modelan el comportamiento humano, los europeos, los norteamericanos, los latinoamericanos, los australianos y todos los habitantes de la tierra. Hay un cambio profundo que se aleja de las religiones y filosofías que unían al humanismo para pasar a manejar a las personas a través de las ideologías capitalistas, socialistas, y no alineados. ¿En dónde está esa fuerza que los une?  Se piensa en el amor por los demás, ¿el dinero, la renta, el capital, las ganancias, la convivencia pacífica?

 Nuevo sueño de Nabucodonosor y explicación de Daniel. El rey babilónico estaba tranquilo en su palacio cuando tuvo un sueño que lo asustó, los pensamientos  y las visiones lo dejaron turbado. Llamó y se lo presento a Daniel para su explicación: < Yo veía en medio de la tierra un árbol de impresionante altura. El árbol creció se hizo robusto; su copa tocaba el cielo; se le veía desde todos los confines de la tierra. Su ramaje era hermoso, abundante su fruto, había en él comida para todos; a su sombra se cobijaban las bestias de los campos, en sus ramas hacían nidos los pájaros del cielo y de él se alimentaba todo ser viviente… Yo contemplaba en mi cama las visiones  de mi mente. De pronto bajó del cielo un vigilante, un santo, el cual gritó fuertemente: ¡Derribad el árbol, cortad sus ramas, desmochad su ramaje, desparramad sus frutos, retírense las bestias de su sombra y los pájaros de sus  sus ramas! Pero dejad en tierra el tocón con sus raíces; sea atado con cadenas de hierro y bronce  entre la hierba del campo. Caiga sobre él el rocío del cielo, comparta con las bestias  salvajes la hierba del suelo. Su corazón dejará de ser un corazón de hombre; se le dará un corazón  de bestia. Después pasarán por él siete períodos. Esta es la sentencia que dictan los vigilantes, la orden decidida por los santos, a fin de que sepan los vivientes que el altísimo domina sobre el imperio de los hombres; a quien se lo da  y eleva a él al más humilde de los hombres.>

 Daniel explica al rey que todo poder proviene del cielo. Acepta mi consejo le dice Daniel, < Redime tus pecados mediante la justicia, y tu inequidad con la misericordia para con los pobres. Tal vez así lograras alargar tu prosperidad>. Todo lo dicho le sobrevino al Rey Nabucodonosor, < Fue expulsado de la sociedad humana, comenzó a comer hierva como los bueyes y su cuerpo fue bañado por el rocío del cielo hasta que sus cabellos llegaron a crecerle como las plumas del águila y las uñas como las de las aves>. Una vez que pasaron los tiempos Nabucodonosor se “humilla y Dios le restituye la razón”. < Alcé mis ojos al cielo y la razón volvió a mí; entonces bendije al altísimo, alabando y glorificando al que vive eternamente, a aquel cuyo reino es un reino eterno, cuyo imperio perdurara de generación en generación >.

 Durante el reinado de Baltasar hijo  sucesor del rey Nabucodonosor  es llamado a la corte a interpretar las palabras misteriosas que aparecen en un convite en el palacio del rey. La reina enterada de las preocupaciones  del rey  y de sus dignatarios le dice, < Hay en tu reino un hombre en quien mora el espíritu del Dios santo. Ya en tiempo de tu padre demostró tener una intuición, una inteligencia y una  sabiduría semejante a la de los dioses, tanto que el rey Nabucodonosor, tu padre, le nombró jefe de los magos, los adivinos, los caldeos, y los astrólogos. En efecto, en Daniel, a quien el rey puso el nombre de Baltasar, se encontró un espíritu superior, una inteligencia, una intuición especial para comprender sueños, descifrar  enigmas, y resolver dificultades. Llamad, pues, a Daniel que él dará la interpretación. >. El convite de Baltazar se había levantado contra el señor del cielo, habían  utilizado los utensilios y  las copas del templo los asistentes, mujeres y concubinas, y celebrado en honor a sus dioses, pero no habían  glorificado al Dios que  da el aliento. Fue él quien mando esa mano  que trazó las palabras misteriosas en el palacio. La escritura trazada: Mene, Tequel  y Parsín  su significado es: < Mene: Dios ha contado tu reino y le ha puesto fin; Tequel: Has sido pesado en la balanza y encontrado falto de peso. Parsín: Tu imperio ha sido dividido y entregado a los medos y los persas >. Daniel interpreta  las palabras misteriosas y es llamado  a la corte del Rey Baltasar quien ordenó que  se le pusiera “un vestido de purpura y un collar de oro  al cuello, y se proclamó  que quedaba constituido  el tercero en el gobierno del reino. Aquella misma noche Baltasar, rey de los caldeos, fue asesinado”.

 Darío el medo recibió el trono después del asesinato del rey Baltazar a la edad de 62 años.  Decidió establecer en el gobierno de las provincias ciento veinte sátrapas distribuidos por todo  el reino y dirigidos por tres ministros  entre ellos estaba Daniel que se distinguía   por estar dotado de un espíritu superior. La capacidad intelectual y el conocimiento que tenía en el manejo administrativo del reino babilónico y su fe inquebrantable en  Dios producía envidia y resquemores entre los  ministros y los sátrapas. Su comportamiento y lealtad en el  trabajo estaba a prueba sin posibilidad de ser acusado de negligencia ni de  culpa alguna. No había manera  de atrapar a Daniel en algún problema y como conocían sus comportamientos de adoración  con Dios al cual rezaba  tres veces al día, decidieron solicitar al rey Darío que promulgará un decreto real con valor de ley en el cual se establecía  un periodo de treinta días para todos los habitantes del reino, los   medos y los persas, en el cual quien  dirija una oración a cualquier Dios o hombre será arrojado al foso de los leones.

 Como sabían que Daniel oraba tres veces al día lo sorprendieron y lo acusaron ante el rey Darío. Con todas las pruebas fue acusado. El rey que apreciaba a Daniel no tuvo manera de negar la petición de sus subalternos los medos y los persas. El rey dijo a Daniel, < Tu Dios a quien sirves con tanta perseverancia, podrá salvarte>.

 En el foso había siete leones a los que se les daba todos los días dos cuerpos humanos  y dos ovejas, pero no se les dio nada para que en los días siguientes devoraran a Daniel. La fosa fue cerrada con una piedra y  sellada con el anillo del rey y  sus dignatarios. Dios con su benevolencia envió un ángel para que buscara al profeta Habacuc que vivía en Judea en el momento en que preparaba un cocido para los segadores. El ángel le dice que lleve la comida que ha preparado a Babilonia para Daniel que se encuentra en el foso de los leones. El ángel lo toma de su cabeza y lo trasporta a Babilonia, lo coloca encima del  foso de los leones con la rapidez de su soplo. Lo regresó a Judea y Daniel pudo comer en la misma cara de los leones mientras el ángel del señor lo regresaba a su lugar.

 El rey Darío angustiado se levantó, fue al foso y gritando dijo, < Daniel siervo del Dios vivo; tu Dios a quien sirves con tanta fidelidad, ¿ha logrado liberarte de los leones?> Daniel respondió al rey, < ¡Oh rey, vive eternamente! Mi Dios ha mandado a su ángel, que ha cerrado la boca de los leones, y no me han hecho ningún mal, porque soy inocente a sus ojos; y tampoco ante ti, oh rey, he cometido falta alguna >.El rey ordenó que fueran traídos los que calumniaron a Daniel y fueran arrojados al foso de los leones ellos, sus mujeres y sus hijos. Darío da gloria a Dios y pide a todos en su reino tiemblen y teman ante el Dios de Daniel. El reinado de Darío tuvo duración corta de aproximadamente dos  años y le sucedió en el poder Ciro el persa. < Así Daniel vivió en gran honor en el reinado de Darío y en el reinado de Ciro el persa.>

 Ciro el persa se toma Babilonia en el año 530 a.c sin resistencia y permanece en Babilonia por unos 15 años acompañado de Daniel en la administración de las provincias  hasta  que se cumplan los  70 años mencionados en la   profecía de Jeremías. Así las cosas, es muy probable que Daniel muere en el reinado de Ciro el persa a la edad de 82 años al final del imperio Babilónico en la región de Judea. No hay un correlativo histórico que asegure con certeza la existencia real de Darío como rey de Babilonia. Algunos de los acontecimientos bíblicos  del antiguo testamento no tienen evidencia en el plano de la realidad y son  creaciones ficcionales  de la oralidad  popular que crecen o se reducen en la medida en que pasan los años, las décadas y los siglos.

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