Jesús Rico Velasco
Muchos años
después de la publicación por primera vez en 1967 de Cien años de
soledad, leí desprevenidamente la novela
como entretenimiento, no alcancé a apreciar entonces que
estaba leyendo una obra de arte. Fueron necesarias varias lecturas
juiciosas cada vez más entretenidas e
investigativas para comprender el
sentido de la obra, la
realidad mágica de un país que se trasforma y desborda en violencia en el diario vivir, en el ir
y venir de la historia.
De la imaginación
de un alquimista surge la idea de
encontrar un elemento material, una sustancia
producida a la vista como una realidad,
capaz de transmutar cualquier metal en oro y plata a través del
uso de sustancias como el mercurio, el azufre y la sal. Ese
polvo milagroso denominado piedra
filosofal tiene un efecto
purificador capaz de prolongar la
existencia sobre la tierra como lo vivieron los primeros patriarcas del Genesis
cuando Dios inspiró la inmortalidad en
Adán y Eva en el paraíso terrenal y se perdió para la humanidad con el
pecado al ser expulsados del paraíso
para trabajar, vivir y morir. La piedra filosofal tiene en su construcción una
capacidad de alargar la vida hasta
un limite determinado por el creador.
También tiene la capacidad curativa
para alejar los dolores y las penas corporales y mantener un espíritu creativo.
Transmutación de minerales en oro y plata, longevidad, y capacidad curativa son
las ganancias de la posesión de esos principios
de la Alquimia soñados y perseguidos por muchos pensadores durante
siglos en el pasado y todavía por
algunos en la física cuántica, la
química, la filosofía, la literatura , las artes, y las ciencias sociales.
Los desafíos de
la ficción como los presentó Juan Rulfo en su insuperable novela Pedro Páramo
fueron componentes para empujar la
creatividad de mentes prodigiosas como
la de García Márquez que los supero con su arte y gloria de Cien años de
soledad, una riqueza caribeña literaria
que nos dejó para la eternidad. El realismo mágico de cien años de soledad se
mueve al cine de Netflix con los primeros 8 capítulos logrados magistralmente en el plano visual
del cine bidimensional. Es una experiencia extraordinaria y mágica visualizar la obra del gran maestro en el cine
. De la misma manera Netflix nos regala
Pedro Páramo en un solo capítulo con una
película magistral y algo de la vida de Rulfo en un documental muy explícito
del desarrollo de su capacidad creativa.
En la novela de
Cien años de Soledad se hace relación a los sabios alquimistas de Macedonia cuyos orígenes se remontan
a las épocas de la edad media y es Melquiades el personaje encagado de
introducir y seducir a José Acadio Buendia con estos sortilegios. La
alquimia era una práctica proto
científica y filosófica en la cual se pretendía encontrar la piedra
filosofal para convertir los metales en oro. El creador material envuelve su espíritu en el experimento y se
convierte en el poseedor de un don que
le trasmite la capacidad creadora para expandir sus años de vida sobre la
tierra y cualidades especiales para salirse del plano de la
realidad, abrir la mente y expandir la sabiduría y de pronto adquirir la
invisibilidad ante los ojos de los
demás.
< Las cosas
tienen vida propia, todo es cuestión de despertarles el anima>,
decía Melquíades un gitano corpulento que “hizo una truculenta
demostración publica de lo que él mismo llamaba la octava maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia”.
Primero llevaron el imán. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes metálicos,
y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y
los anafes se caían de su sitio, y las maderas crujían por la desesperación de
los clavos y los tornillos tratando de desenclavarse, y aún los objetos
perdidos desde hacia mucho tiempo aparecían por donde más se les había buscado
y se arrastraban en desbandada
turbulenta detrás de los fierros mágicos de Melquíades.
La alquimia se
relaciona con la química y sus orígenes
se remontan a muchos años antes de nuestra era
con presencia en la India, China y Japón. Más aun se piensa que algunos
de los profetas del antiguo testamento podrían considerarse como alquimista al producir transformaciones que
para muchos fueron consideradas como “milagros”. Alquimistas legendarios se
mencionan a Hermes Trimegisto, Nicolas Flanel, Zósimo de Panápolis, María la Judía, algunos sabios
árabes entre los cuales se menciona a Jabir Ibn
Hayyan (“Geber”) considerado como el
padre de la Alquimia en el siglo XIV.
Pensadores en la Europa medieval fueron alquimistas como Newton,
Paracelso, filósofos, escritores, en una lista enorme.
En marzo volvieron los
gitanos. Esta vez llevaban un catalejo y una lupa del tamaño de un tambor, que
exhibieron como el último descubrimiento de los judíos de Ámsterdam. < La
ciencia ha eliminado las distancias >, pregonaba Melquíades. < Dentro de
poco, el hombre podrá ver lo que ocurre en cualquier lugar de la tierra, sin
moverse de su casa.>
Los primeros
judíos en llegar a Ámsterdam lo hicieron a mitad del siglo XVI en su gran
mayoría provenientes de España y Portugal como resultado de la persecución religiosa:
estos fueron los judíos sefardíes. Introdujeron nuevos elementos en el mundo
comercial y empresarial en la ciudad, las comunicaciones con el mundo exterior
a través del intercambio marítimo, mercancías diversas como el catalejo, el
telescopio, diversas clases de lentes, productos nuevos y mercancías diversas
en el mercado como el azúcar. Una ciudad libre de persecución religiosa,
abierta a la llegada de migrantes provenientes de otras regiones de Europa
fuertemente perseguidas por sus orígenes religiosos. Ámsterdam era el centro de
una ciudad libre para la época
concentraba muchos judíos que huían de la persecución entre quienes se podría mencionar a un
pensador especial Baruch Spinoza (1632-1677) de herencia cultural hispano
portuguesa descendiente de perseguidos y exiliados con una trayectoria
profesional dedicada a “pulir lentes”, y como filósofo un pensador fuera de
serie en el estudio racional e histórico
de la Biblia, la ampliación y uso del pensamiento cartesiano, y la aplicación
de la física y las matemáticas al pensar reflexivo que se consolida durante su
época. Su concepción metafísica descansa en las nociones de Dios o la
Naturaleza (“Deus sive Natura”) una misma y única realidad. Fue un pensador
heterodoxo y un revolucionario social.
Le devolvió los doblones a cambio de
la lupa, y le dejó además unos mapas
portugueses y varios instrumentos de navegación. De su puño y letra escribió
una apretada síntesis de los estudios del monje
Hermann, que dejo a su disposición para que pudiera servirse del
astrolabio, la brújula y el sextante.
El monje Hermann
von Reichenau era de origen alemán compositor de música, estudioso de la
astronomía, la geometría y la medicina. Tenía dificultades de movilidad y
utilizaba una silla de ruedas por lo que
le conoce como el “contra hecho”. Pasó casi toda su vida en el convento de los
Benedictinos en la isla de Reicheneau en el lago Konstanz. Sus “estudios”
mostraban la utilización de instrumentos para la navegación.
El astrolabio
permitía determinar la hora y la latitud en alta mar en relación con la
posición del sol. Su origen se atribuye
a los babilónicos y muy particularmente se menciona a Hiparco de Nicea como su
inventor, pero realmente se perfeccionó durante la edad media. La brújula es una aguja imantada que señala siempre al
norte muy posiblemente creada en China en el siglo II para la ubicación en el
mar y determinar la posición de un barco. El sextante es un instrumento que
mide la separación angular entre dos objetos o puntos por ejemplo geográficos,
o de astros y su relación con el sol y
posición en el horizonte. Mide o determina la latitud en que se encuentra un
observador en relación al sol y la hora del día. Inventado en la edad
media por John Bird para medir la
latitud.
Para esa época, Melquíades había
envejecido con una rapidez asombrosa. En sus primeros viajes parecía tener la
misma edad de José Arcadio Buendía. Pero mientras éste conservaba su fuerza
descomunal, que le permitía derribar un
caballo agarrándolo por las orejas, el gitano parecía estragado por una
dolencia tenaz… Era un fugitivo de cuantas plagas y catástrofes
habían flagelado al genero
humano. Sobrevivió a la pelagra en Persia, el escorbuto en el archipiélago de
Malasia, a la lepra en Alejandría, al beriberi en el Japón, a la peste bubónica
en Madagascar, al terremoto de Sicilia y un naufragio multitudinario en el
estrecho de Magallanes.
En este caso la
palabra “estragado” funciona como adjetivo sin perder su naturaleza
verbal. Hace referencia a un pésimo estado físico y moral con referencia a la
presencia de pasadas enfermedades y dolencias ocurridas al gitano Melquíades que decía poseer las
claves de Nostradamus.
Las profecías de
Nostradamus ampliamente divulgadas y conocidas fueron escritas en la segunda
mitad del Siglo XVI en cuartetos de cuatro versos que anuncian los sucesos del
futuro especialmente en Francia y en Europa. Las “claves” de cómo poseer el
poder y el conocimiento de las profecías era un verdadero prodigio que solo
poseía el gitano corpulento, montaraz y manos de gorrión Melquíades. Michel de
Nostradamus (1503-1566) era un astrólogo,
médico y clarividente que utilizó una metodología propia para predecir el
futuro utilizando sus conocimientos de
la historia, las narraciones bíblicas, sus conocimientos sobre las crónicas
medievales, y muchas fuentes que brotaban de los saberes populares, la
filosofía, la astronomía, la física y las matemáticas. Las profecías de
Nostradamus supuestamente predicen el futuro en 942 cuartetos poéticos
separados en diez centurias con un hilo
conductor de enfoque hermético con mucha profundidad comprensible para
pocos estudiosos. Las interpretaciones señalan grandes acontecimientos que
pueden ocurrir con un cierto margen de probabilidades sobre el futuro del
mundo.
Úrsula, en cambio, conservó un mal recuerdo de aquella visita, porque entró
al cuarto en el momento en que Melquíades rompió por distracción un frasco de
bicloruro de mercurio.
- Es el olor del demonio- dijo ella.
- En absoluto- corrigió Melquiades-. Está comprobado que el demonio tiene
propiedades sulfúricas, y esto no es más que un poco de solimán.
Siempre didáctico, hizo una sabia exposición sobre las virtudes diabólicas
del cinabrio.
El compuesto
producido por el cloro y el mercurio es un producto muy toxico y peligroso que
puede producir por ingestión pequeña diarrea y malestar general. El solimán es
un compuesto a base de mercurio venenoso y corrosivo que también se usa en la
preparación de cosméticos. El cinabrio es el sulfuro de mercurio que genera un
fuerte olor “demoniaco”.
El rudimentario laboratorio – sin contar una profusión de cazuelas,
embudos, retortas, filtros y coladores –
estaba compuesto por un atanor primitivo; una probeta de cristal de
cuello largo y angosto, imitación del
huevo filosófico y un destilador construido por los propios gitanos según
las descripciones modernas del alambique de tres brazos de María la judía.
En la alquimia se
usaba un hornillo de atanor para transmitir el calor en los procesos
conservando uniforme la temperatura. Cada alquimista construía su propio atanor
de acuerdo con sus necesidades. El alambique de tres brazos para la destilación
de líquidos se construía en arcilla y
posteriormente se elaboraron en
cobre siguiendo las indicaciones del
conocido alambique de María la judía quien fue una alquimista que vivió en
Alejandría y fue posiblemente la primera mujer alquimista entre el siglo I y III de nuestra era.
Melquíades dejo muestras de los siete metales correspondientes a los siete
planetas, las fórmulas de Moisés y Zósimo para el doblado del oro, y una
serie de apuntes y dibujos sobre los procesos del Gran Magisterio, que
permitiera a quien supiera
interpretarlos intentar la fabricación de la piedra filosofal.
El huevo
filosofal era un recipiente utilizado por los alquimistas una especie de crisol
hecho a mano en material refractario, o un mortero tallado en piedra fina, algunos de
caliza fuerte o producido en alfarería que recibía las sustancias iniciales
como el mercurio, el azufre, la sal, y otros elementos químicos sacados de la imaginación para producir un polvo que sugerían el
espíritu, el alma y el cuerpo del
alquimista para trasmutar en oro. Las
fórmulas de Moisés y Zósimo para el doblado del oro son imaginarias porque
ningún alquimista ha logrado la trasmutación
de la piedra filosofal en oro. Hace miles de años el hombre descubrió
que muchas de las sustancias disponibles en el mundo eran metales que podían ser utilizadas para
producir objetos. Siete eran los metales conocidos en la era antigua: oro,
plata, plomo, lata, hierro, cobre y mercurio. Con la piedra filosofal de los alquimistas
no se ha logrado trasmutar el oro, pero
se desarrollaron muchos procesos
químicos que le dieron origen a la química como ciencia. El gran magisterio era
un órgano convocado y presidido por el cardenal “gran maestre” para
prestarle asistencia y colaboración en
el gobierno de la orden que se remonta al año 1048 en la edad media cuando
florecieron y se expandieron varias organizaciones religiosas.
Cuando volvieron los gitanos… el pregonero anunciaba la exhibición del más fabuloso hallazgo de los nasciancenos.
De modo que todo el mundo se fue a la carpa, y mediante el pago de un centavo
vieron un Melquiades juvenil, repuesto, desarrugado, con una dentadura nueva y
radiante. Quienes recordaban sus encías destruidas por el escorbuto, sus
mejillas flácidas y sus labios marchitos, se estremecieron de pavor ante
aquella prueba terminante de los poderes sobrenaturales del gitano. El pavor se
convirtió en pánico cuando Melquíades se sacó los dientes, intactos, engastados
en las encías, y se los mostró al publico
por un instante – un instante fugaz
en que volvió a ser el mismo hombre decrépito de los años anteriores – y
se los puso otra vez y sonrió de nuevo
con un dominio pleno de su juventud restaurada.
Nacianzo era una
pequeña ciudad sede episcopal en algún lugar de Turquía en las regiones de
Capadocia. El Nobel incluye a los nasciancenos en relación con el invento de la
dentadura postiza que mostró Melquíades
en la carpa de los gitanos en uno de sus viajes a Macondo. No hay mucha
información enciclopédica sobre la existencia del pueblo más allá de su
aparición en la novela.
El recorrido de este discurso sobre la alquimia en el
primer capítulo de cien años de soledad
el Nobel lo cierra con un resumen de los descubrimientos de los sabios de
Memphis que llevaron a Macondo:
… con sus loros pintados de todos los colores que recitaban romanzas
italianas, y la gallina que ponía un centenar de huevos de oro al son de la
pandereta, y el mono amaestrado que adivinaba el pensamiento, y la maquina múltiple
que servía al mismo tiempo para pegar
botones y bajar la fiebre, y el aparato para olvidar los malos recuerdos, y el
emplasto para perder el tiempo, y un millar de invenciones, tan ingeniosas e
insólitas, que José Arcadio Buendía hubiera querido inventar la máquina de la
memoria para poder acordarse de todas… A los niños no les interesó la noticia.
Estaban obstinados en que su padre los llevara a conocer la portentosa novedad de los sabios de
Memphis, anunciada a la la entrada de una tienda que, según decían, perteneció
al rey Salomón… Dentro solo había un enorme bloque trasparente, con infinitas
agujas internas en las cuales se
despedazaba en estrellas de colores la claridad del crepúsculo… José Arcadio
Buendía se atrevió a murmurar:
– Es el diamante más grande del mundo.
– No – corrigió el gitano–. Es hielo.
José Arcadio exclamó: – Este es el gran invento de nuestro tiempo.
El hielo del
latín “gelum” es agua en estado sólido que se encuentra en la naturaleza cuando
su punto de fusión a sobrepasado los cero grados centígrados. El agua se
expande cuando se congela, es por eso que el hielo ocupa más espacio que la
misma cantidad congelada. Su historia es larga y se remonta a tiempos de la
antigüedad por sus usos en China como un elemento para preservación de
alimentos, en el antiguo Egipto, en la
India, en la sociedad Persa, los griegos y los romanos alrededor de 500 a.c
El hielo industrializado surge en el siglo XVII en los Estados Unidos
con la refrigeración y el desarrollo comercial del hielo introducido por
Frederick Tudor en 1830, el uso de la
refrigeración y el aire acondicionado en la práctica médica por el Dr. John Gorrie en 1847, y Alexander Twining que comercializó
la idea de introducir el hielo empacado en bolsas de plástico como un producto indispensable en la canasta alimentaria de los americanos en 1938.
Memphis fue la
primera capital del antiguo Egipto situada
a 9 millas del sur del Cairo. Se dice que fue fundada por Menes el primer rey
de Egipto. Bajo la arena ha desaparecio por completo. Cerca de lo que fue el
pueblo se encuentra una estatua colosal
del rey Ramsés El Grande muy visitada por los turistas. Su existencia como
ciudad de las pirámides se menciona en la Biblia en los libros
profeticos de Oseas, Isaías, Jeremias, y Ezequiel. Fue un centro protagonico de
la cultura egipcia con dioses como Isis, Osiris,Seth, y Horos. Era el centro de
los artesanos y el refugio de las “personas buenas” dirigidos por Ptha el dios
creador. Las ruinas de Memphis quedaron en el olvido y su realidad desapareció
para siempre.
Los sabios de
Memphis también puede ser una referencia
al rito antiguo y primitivo de Menfis-Mizraim
masónico del rosacruz promovido por el
general Giuseppe Garibaldi que en 1881 se convirtió en el primer Gran Maestre
internacional del Rito. En los Estados Unidos y Reino Unido la unificación
estuvo cargo de John Yarker. Otros famosos integrantes del Rito fueron Winston
Churchill, Clement Attlee, Theodor Reuss, Gerard Encause Paus, Constan
Chevillon, Robert Ambelain, y Gerald Koppel. (“Internet”).
De algún lugar
oscuro de la memoria surge en la mente “Memphis ciudad de Tennessee en
USA” en donde el 4 de abril de 1968 el
reverendo Martin Luther Kng Jr. se hospedó en el motel Lorraine y en su balcón
desde algún lugar ubicado en las puertas del infierno fue asesinado por un francotirador después de dar
un discurso que decía,
<He estado en
la cima de la montaña, en el templo Masón>
Memphis,
americana, fue una ciudad famosa por la música afroamericana que incluía el
gospel, blues, jazz y soul. Fue también
el centro del Rock and Roll para recordar a Elvis Presley, Johny Cash, Jerry
Lewis, Carl Parkins, Roy Orbinson entre algunos. Allí Tennesse William escribió
su primero obra de tetro : “Cairo, Shangay, Bombay”. A la hora de la verdad hay
una Alquimia que se respira en la musica, en el arte , en la literatura, que
encierra las transformaciones del alma. Es la búsqueda atemporal del hombre por
el oro, alcanzar la vida eterna, la comunión con los ángeles en la tierra, y el logro humanista del conocimiento infinito.
Es la búsqueda para encontrar la fusión
entre el alma, la mente y el cuerpo y producir una persona buena, justa,
amorosa y armonica con Dios y la naturaleza.
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