Javier Millán
Una
época tan brillante como el siglo de las luces (XVII) en que predominaba, sobre
todo, la razón y el análisis, necesitó al final, de un salvador. Porque si
ciertamente el siglo de la luces hizo
aportes al desarrollo de la humanidad, no es menos cierto, que su
ansiedad por el progreso, la civilización y el desarrollo de la letras y las
artes permitió que la sociedad cayera en un cinismo sin freno que vino a
reemplazar la virtud y la moral de sus primeros años.