Eliseo Cuadrado del Río
La mayor
parte de las veces un episodio de llanto confiere a quien llora un descanso
interior parecido a la sensación de pérdida de peso al introducirse hasta el
cuello en un recipiente lleno con agua. El
recipiente puede ser una piscina recubierta de azulejos hindúes, una pequeña
laguna o un remanso de agua de mar. Esta
sensación de liviandad es explicada despiadadamente por la ciencia, pero nos
queda el recurso de la poesía para devolverle el lirismo perdido.
Dicen los poetas que el llanto es una forma de
transmitir, con lenguaje corporal, mensajes de consolación. Quien llora
descansa y si lo hace inexplicablemente y en público, el efecto del consuelo es
mayor. Después del episodio, todos respiramos mejor, el taco que sentíamos en
el pecho desaparece.
La
presencia de las lágrimas emociona y conmociona y todo ser humano normal recibe
con alborozo cualquier manifestación de compañía. Es el primero en sorprenderse
al saber que necesita un lenitivo. Que su felicidad era una hipótesis.
Se llora
de diferentes maneras. A los gritos. En silencio con o sin lágrimas. Al darse
cuenta que las palabras no salen. O suenan a cristal roto.
No
pierda su tiempo en buscar la causa de su llanto o el de los demás. Si le dan
ganas de llorar, llore, que las lágrimas son un poderoso calmante en espera de
un mago que descubra el mecanismo de su acción.
A veces
es el inicio de un duelo aplazado escondido detrás de un muro de negación.
Hay muchos
familiares y amigos que se van prematuramente. Pero antes que ellos, con
frecuencia, lo primero que se pierde es la juventud. Se llora al ausente en
ciertas fechas, como en su onomástico. O al contemplar su fotografía. Es estas
situaciones el llanto es un referente importante: El duelo termina cuando en
estos momentos se siente alegría porque los
recordamos.
Por
último, lo más importante: Los hombres también lloramos. El llanto no quita lo
macho. Por otra parte muchos no lo aceptan. Posiblemente porque no se dan
cuenta cuando lloran. Una sobredosis de ron produce amnesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario