OLVIDAME
BANDONEÓN
“El
duende de tu son, che, bandoneón
Se
apiada del dolor de los demás;
Y
al estrujar tu fuelle dormilón
Se
arrima al corazón que sufre más.”
Che Bandoneón de Homero Manzi, 1950
En el fragor de
sórdida barriada
Lluvia de alcohol, y
un son lejano
Que estruja el
corazón
Escucho bandoneón
Tu milonguero acento
Desde un lóbrego
rincón.
Yo no sé, che
bandoneón,
Qué aturde más, si
los espectros
Que
rondan por tus fuelles
O los fúnebres compases
Que baila el arrabal.
Vení, vení decime a
mí,
Aquí, aquí bajito,
Que no nos oiga
nadie,
¿Será posible que se
acerque
Tú pena a mi dolor?
¿Y se enamoren como
locos
Y hagan el amor
Bajo la moribunda
luz
De un cómplice farol?
Cubrí mi dolor con tu
percal
Y abrazáme a tu pena,
Retazo de Malena.
Solo la luna, desde
su palco real,
Podrá mirar, vestida
de arrabal,
Que hacemos el amor como
chiflados
En clara posición de
offside.
Vení, vení y
arropáme
Con el reproche
amargo
Que escapa de tu
fuelle.
No implorés más con
tu llanto.
Vení, sentáte aquí,
aquí a mi lado
Pongámonos en forma
Y apurémonos un
guaro
¿No ves que la luna
está de ronda?
Olvidá tu canción y
no rezongués más
¡Che bandoneón!
Eduardo Toro
Eduardo, has logrado mucho en el trabajo de la escritura creativa, sos un gran creador. Felicityaciones
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