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lunes, 27 de febrero de 2012

El paraíso

 Álvaro Vélez

¿Que como es el paraíso?... Bueno, pues como tiene que ser, paradisiaco; absolutamente fascinante. Tiene una vegetación exuberante, cuyos colores, semejen un cuadro del mejor pintor, que lleva a soñar con sus contrastes de verde, como esmeraldas; amarillos, como las mariposas de Macondo; azulados, como los cielos de primavera; marrones, como el café tostado y aromático que deleita el paladar y nos hace sentir su exquisito sabor. Donde las promesas de amor se vuelven realidad.

El Túnel

Eliseo Cuadrado


                                               La novela
Es increíble que el deshidratado autor de “El escritor y sus fantasmas”,  en el que inventa un género literario con perfil matemático, sea también capaz de metamorfosearse para plasmar en su novela, las profundas pasiones de gente sin títulos universitarios, capaz de matar por amor. Quienes han leído el Túnel, arriesgan la tesis de que el relato tiene estructura autobiográfica, lo que explicaría la verosimilitud de las situaciones. Característica en la que coinciden quienes la admiran y la detestan. Es una obra de ciento cincuenta y tres páginas que se deja leer de una sentada. Da la impresión que fuera un solo episodio hipnotizante, que atrapa al lector desde el principio hasta el previsible final. La sensación entonces, es que se puede volver a respirar. Es un  texto aséptico, convencional, que nunca maltrata al idioma y que para fortuna de todos no necesita de la ayuda de diccionarios. Creo que nadie se ha arrepentido de penetrar en la mente del protagonista. Quien lee el libro, en su papel de narratario, se siente respetado por el autor. Muchos se olvidan que el éxito de una edición, también  depende de cuántos libros se vendan.
La película
Es una versión fidedigna de la novela. El director hizo un gran esfuerzo para contar en imágenes el relato escrito, lo que casi nunca se logra. Razón por la cual se aconseja ver primero la película y después leer la novela breve o el cuento largo. La anterior es una regla para todas las historias vertidas al cine. Hay escenas del film, como las del desangelado erotismo, que bien sirven para despabilar  a quienes cabecean protegidos por la penumbra de las salas de proyección. El  momento culminante se presenta cuando Castell le increpa a María su falta de escrúpulo, al atreverse a engañar a su marido ciego. El final es patético, aunque en buena parte contribuyó a consagrar a Ernesto Sábato, como un autor de dimensiones universales, que soñaba vivir cien años. Le faltaron cuatro meses.

¿Cuánto vale su tiempo?

Álvaro Vélez
                                                                                                   
El tiempo es oro.  Dicho popular que sus ancestros y los míos conocieron, y que lleva un larguísimo tiempo repitiéndose aunque no deja de ser una paradoja. Cuando usamos tal expresión ¿pensamos en el real significado que ella encierra? Creo que no. Casi siempre seguimos con la rutina de nuestras vidas sin darle importancia. Es bueno reflexionar sobre el valor del tiempo. Pienso que muchas  cosas se pueden hacer que nos retribuyan con tiempo adicional y por ende con dinero. Una por ejemplo: la Autopista Bicentenario de Cali. Pero, ¿es favorable para ti, para mí, para Cali?... Veamos lo valorable en el presente ensayo: qué a favor, qué en contra, y por qué.

Doce hombres en pugna

    Eliseo Cuuadrado

Rodada en blanco y negro, es un éxito desde los años cincuenta. Dirigida por Sydney Lumet, (1924-2011) uno de los pioneros del cine de autor.
La trama del film es lineal y sencilla. Se trata de un supuesto parricidio  ocurrido en un vecindario de blancos en Nueva York. El asesino es capturado el mismo día de los hechos  y sometido a juicio.

Doce hombres en pugna

 José David Tenorio
“El hombre prudente es parco en el hablar pero activo en el obrar." Confucio
                                                                                                  Un jurado de conciencia, compuesto por doce hombres – desconocidos entre sí – debe condenar o absolver a un joven acusado de parricidio. Once están  persuadidos  de la culpabilidad. Solo uno, sin saber por qué, tiene dudas. Como la decisión debe tomarse por unanimidad, la discusión – y la película misma – se centra en torno a lo que cada quien considera que ocurrió.
Es un film clásico. Un grupo excepcional de actores representa a distintos personajes de la fauna de Nueva York. Lo exitoso, no es tanto la argumentación, a favor o en contra, sino la interpretación. Sobresale el personaje protagónico encarnado por Henry Fonda, que gracias a su atildamiento y ecuanimidad, responde a las agresiones de sus contradictores, sin perder su compostura. Eso, para mí, es casi tanto como su argumentación, que contribuye a modificar la decisión del jurado.
Hay algo que me llama la atención, la ausencia de mujeres entre los jurados. No sé desde cuándo se haya dado participación a las mujeres en los jurados de EE.UU. La película se escenifica en un periodo posterior a la segunda guerra mundial, es decir, cuando ya por las necesidades de la guerra, las mujeres habían hecho presencia masiva en la vida social y laboral. Y, por supuesto, dada la discriminación racial predominante, tampoco hay jurados negros.

Amigo de cinco soles

 Eliseo Cuadrado

Ciego,
tropezando con todo,
pero con la sonrisa de siempre
que abre el telón de sus tinieblas.
Solo,
acompañado de sus pensamientos,
con los que trata de explicarse
porqué fue elegido
para llevar una vida sencilla.
Rico,
desde que descubrió
que la riqueza
consiste en no gastar
más de lo que se gana.
Sabio,
porque ha sabido guardar
el lado  lúdico de su vida
con la que da alegría
a los escasos amigos
que no temen visitarlo.
Poeta,
porque se ve obligado
a imaginarlo todo.

Los héroes de ayer mirados hoy

    Yolanda de Tenorio
 
          Recuerdo que en   mis  tiempos  escolares, a los siete u  ocho   años, lloraba cuando  la maestra  nos hablaba   del sacrificio de  La Pola,  de  Rosa  Zárate de  Peña   (cuyo nombre nunca olvidé   por la esdrújula de su apellido), de   Antonia    Santos, (qué tremendo    regaño  se llevó mi compañera  Fabiana, por haberla  llamado Toña)  y de  Manuelita   Sáez,   la Libertadora del  Libertador, que  cual  ángel descalzo,  voló  por los corredores  a detener    el paso de quienes venían por  Simón  Bolívar.  Rogué a los cielos porque  Bolívar  hubiera  encontrado una escalera  y una capa   para  protegerse   del frió  debajo del puente.
 
          Juro  que veo a  Simón  Bolívar   cruzando los  Andes,  desnudo,  formando un  único cuerpo, él y su   caballo   Palomo. Igualito al de  Pereira  (lo  vi primero que el  Maestro  Arenas).  Vi  a  José Acevedo  y Gómez    en la plaza  y oí sus palabras: “…Santafereños si  perdéis   estos momentos de  efervescencia…”.

Cali: 7 de Agosto de 1.956

José David Tenorio                                                                        

En agosto de 1.956 llegó al puerto de Buenaventura un cargamento de explosivos para  al ejército nacional que fue transportado por tierra con destino a Bogotá en 11 camiones ( por cierto que se comentó que los camioneros fueron obligados a aceptar esa carga y transportarla). Bien sea porque salieron tarde o por la mala calidad de la carretera ( la antigua carretera al mar, la “Simón Bolívar”,  era mera trocha) o por lo delicado y peligroso de la carga, los camioneros llegaron tarde a Cali y quisieron estacionarlos  en las afueras del Batallón Pichincha ( en el Paseo Bolívar, en donde hoy funciona el CAM) , pero el oficial de guardia no lo permitió y entonces cuatro camiones  siguieron hasta Palmira y se quedaron en el Batallón Codazzi. Los otros siete  se cuadraron  frente a la estación del ferrocarril de entonces   (calle 25  entre carreras 1ª y 4ª). Dos o tres manzanas que daban frente a la estación que se habían convertido en antros de miseria, plagadas de cafetines y hoteluchos de mala muerte, la “olla” de la ciudad. Había mucha actividad y concentración de gentes, especialmente en horas de la noche. Era un hormiguero. El sitio más conocido y emblemático del lugar era el llamado Café Roma (también había un cinematógrafo apestoso del mismo nombre). El sector  era predilecto de los” pájaros”, en su mayoría de ascendencia campesina y provenientes de pueblos del norte del Valle.

paul badura skoda

Eliseo Cuadrado

                         El gran pianista se presentaba a las siete de la  noche en el Teatro Municipal. El plato fuerte era el concierto número cinco de Beethoven, “El Emperador”. Eran  las diez de la mañana cuando le mostré al portero mi tarjeta de “Amigo de la Orquesta Sinfónica”. Tan pronto entré escuché el final del segundo movimiento de la famosa sinfonía. Sixta Paz de Aljure, la Gerente de la Orquesta, sentada en el Palco de Honor escuchaba el ensayo. El teatro vacío. Tan pronto me vio me llamó por señas.
-Hola, qué tal. ¿Cómo te va? – le pregunto-.
-Te cuento que no muy bien.
-¿Y eso?
- Estoy alucinada con el Maestro. Creí poderlo acompañar, pero se me han presentado des mil cosas de última hora. ¿Podrías hacerte cargo de él?

Pensándote

Álvaro Vélez
Mil luceros tiene tu hermosa cara
y mil pasiones despiertan en mi vida.
Sonoro manantial tu risa esquiva,
dulzura y puro ensueño es tu mirada.

Cuando caminas mi deseo despiertas
y cuando besas mi deseo enciendes,
cuando tu cuerpo con mi cuerpo envuelves
de amor repleto estallan nuestras almas.

Porque contigo soy feliz, confieso,
al ver saciado tu deseo inmenso
y nuestras vidas confundidas, sin distacias…

Cuando tu, amor,colmas mis ansias,
somos un solo cuerpo, una sola alma,
un solo ser ardiente que palpita.

domingo, 26 de febrero de 2012

María, una lectura desde los subalternos

          Yolanda Delgado de Tenorio


María  es  una  novela  rica en códigos ocultos  que nos remiten a imaginarios  y convenciones epocales de más o menos fácil localización aunque no sea siempre obvia su representación en el texto.  Aquí radica una de las claves para entender porque cada generación de críticos vuelve varias veces a la novela".
Carmiña Navia Velasco


                 Al  buscar  la fuerza de la mujer en  la obra  María  de Jorge  Isaacs, Isaacs, pretendo que al otro  lado del texto haya  alguien   que comparta  - o no -  mis  argumentos. Trato de no caer en un terreno árido, para que mi lector pueda hacer un alto, tomar distancia y sopesar mis palabras. Al fin y al cabo,  como dijo  Jorge Luis Borges: “…no importa de qué lado esté la razón, el caso es que podamos dialogar”.  Espero que usted  y  yo  miremos desde  la misma orilla,  aunque  quizás  veamos  cosas diferentes.

Heredarás el viento


Nubia Amparo Ramírez
                                                                                
    
La película tiene un “epígrafe” que procede de un versículo del libro de los Proverbios: “El que perturba su casa sólo heredará el viento, y el insensato será esclavo del sabio de corazón”. Es un film dirigida por Stanley Kramer, llevado al cine en blanco y negro que se estrenó en  1960.

¡Qué bella es la puta vida!

                                        
Yolanda Delgado
            La miraba con hambre. Sus ojos rodaban por los senos,  bajaban  a  sus caderas, se escurrían por las  piernas. Su risa lo acosaba de día y de noche. La  mata de pelo  negro con mechones canela lo hacía soñar con selvas insondables, con los rincones más hospitalarios de su cuerpo. Era una mujerzuela,  pero qué le vamos a hacer, a él le gustaban las mujerzuelas,  aunque  no tuviera con qué comprar sus favores.