Hugo León Zapata
Universidad Nacional
1949. La Facultad de Farmacia funcionaba en la calle diez con carrera 19, en el
corazón de San Victorino. Por los años 40 las farmacias, o boticas, eran
manejadas por farmacéuticos licenciados,
y titulados, por prácticos o ayudantes de
farmacia, que a veces se independizaban. Las farmacias se limitaban a
vender medicamentos en general. Solo unas cuantas despachaban fórmulas
magistrales: papeletas, jarabes, lociones, cremas, solo con autorización de licenciados, o por un farmacéutico titulado. La carrera de farmacéutico
tenía una duración de cuatro años. En ese entonces comenzaron a florecer los depósitos
de drogas y se empezaron a abrir farmacias, y por tanto, se necesitaba de quien las
pudiera dirigirlas.
Los interesados reunieron
capitales y gestionaron ante el Congreso para que se legislara a propósito.
Fluyó la plata y el Congreso presuroso y ávido de dinero, empezó a tramitar el
asunto, así llegó a la comisión cuarta el proyecto de regidores de farmacia. Cuando nos dimos cuenta el proyecto estaba muy
adelantado. Así que los estudiantes nos fuimos a la loca a huelga, apoyados por
las directivas de la facultad.