Luz María Gómez
La complejidad del texto se siente desde las primeras páginas, pero a pesar de ella, quedamos atrapados y deseamos seguir leyendo. Un narrador en tercera persona nos cuenta la tragedia que vive su personaje principal Gregor Keuschnig, después de despertarse de un trágico sueño y lo peor, no poder desligarse de lo vivido en él. Gregor comienza a percibir la realidad de otra forma. Su entorno ya no le simboliza, se siente extraño y por fuera de él. Percibe su cuerpo y su psiquis, descompuestos, fracturados. Hay muchos ejemplos al respecto: Editorial Alfaguara, página 15 “No existe ningún “como para mí”, excepto que tengo que seguir viviendo “como yo”- esta idea le cortó la respiración. De pronto sintió como si estallara su piel y un amasijo de carne y nervios cayera mojado y pesado sobre la alfombra. Como si con esa simple idea hubiera ensuciado la habitación de la niña, se apresuró a salir de ella.”