Jesús Rico
Velasco
El domingo 3 de septiembre de 1995 llegamos
Patricia y yo a Caracas en un vuelo procedente de Bogotá para participar en la
segunda fase del programa de entrenamiento en salud ocupacional. En el aeropuerto
nos recogió un representante de la Universidad de Carabobo como contrapartida del
programa del Instituto de Salud ocupacional sueco. El sitio de reunión era el Cerro Hotel
Maracay a dos horas de Caracas. Una conversación amena mientras viajamos por
una autopista de doble calzada hacia el hotel. Grata sorpresa al ver a nuestro amigo Kaj Elgstrand,
director de educación y entrenamiento del instituto de salud ocupacional Sueco
y uno de sus asistentes en la puerta del hotel.
Participamos de
una cena de bienvenida con unas bonitas palabras de nuestro anfitriones suecos
y venezolanos en una terraza que ofrecía una mirada hacia una piscina semiolímpica. El reencuentro hizo que
trajéramos a la memoria recuerdos de nuestro viaje aterrador a Gotemburgo con
Diego, Odilia, y Patricia, pero también los momentos de
noches vagabundas en la ciudad vieja de Estocolmo. Había pasado un año
de esfuerzos investigativos para sustentar nuestras propuestas y escuchar de
nuestros amigos los desarrollos logrados
en los parques industriales que visitaríamos en la ciudad de Valencia a escasos
45 minutos de la ciudad Maracay.
A vuelo de pájaro
se sentía en el aire que algo estaba comenzando a suceder en la sociedad
venezolana. Las barriadas populares a la vista al salir de la ciudad de Caracas
mostraban el colorido del Movimiento Bolivariano Revolucionario. Banderas patrióticas
enarboladas en los techos de las viviendas como reflejo de la
construcción visionaria del teniente coronel retirado y sobreseído por
el presidente Rafael Caldera. Era el comienzo de la Revolución bolivariana con
márgenes socialistas que empezaba a crecer.
Durante dos semanas
sustentamos los trabajos. Mi
propuesta se basó en demostrar la
asociación existente entre la demanda de los servicios de salud y
las variaciones presentadas en la
calidad del aire. Se seleccionó una pequeña ciudad industrializada
expuesta a niveles altos y reconocidos
de contaminación del aire (Yumbo) y otra
similar considerada con bajos niveles de contaminación (Jamundí). Se tomaron
registros diarios de actividades de la consulta médica en los servicios
de salud publica, se calcularon “tasas generales de uso” y la participación proporcional en la consulta
medica para grupos especiales de la
población. Los resultados mostraron que
la presencia de un diagnostico médico basado en síndromes clínicos de
enfermedades respiratorias era mayor en Yumbo (“expuestos”) que en Jamundí (“
no expuestos “) en una muestra de usuarios durante doce meses en el año 1993.
En la mañana del
viernes salimos del Hotel Maracay hacia
la ciudad de Valencia (Carabobo) a unos
45 minutos. Visitamos el parque industrial
San Diego. Una zona industrial
importante para la elaboración de artículos para el hogar: aires
acondicionados, ventiladores,
especialmente repuestos, ensamblaje de piezas para motores en el área automotriz , y maquinaria
agrícola. Varias décadas han pasado y este “parque industrial” hoy en día esta completamente abandonado como
consecuencia de las políticas socialistas del siglo XXI avanzadas por Hugo
Chaves y que continúan bajo la dictadura del presidente Maduro.
La proximidad de
la costa con las playas turísticas de Puerto Cabello fueron la atracción para
nosotros los visitantes. Un tarde soleada para disfrutar en la playa con un mar de olas cortas y suaves
acompañadas de amigos buscando los
arbustos para esconderse del sol, conversar y dejar que el roncito, y el vodka
de nuestros amigos los suecos disponible en todos las licoreras de Puerto cabello,
se subiera lenta y alegre a nuestras
cabezas. Fueron unas horas largas de tragos hasta avanzada la noche con
baile y la oportunidad para sacar a relucir
cualidades artísticas de Diego cantando
algunas rancheras y Odilia exhibiendo sus pasos de zamba.
Se realizó una
ceremonia protocolaria de cierre. Kaj
entregó un certificado individualizado
como constancia de asistencia al curso “Occupational Safety and health
in practice” auspiciado por la “agencia internacional de desarrollo sueca” y la
escuela de Malariología de la
Universidad de Carabobo.
En la noche de manera informal nos juntamos en la
terraza del hotel frente a la piscina para conversar y tomarnos unos últimos
tragos de despedida. Compartíamos la
alegría de haber finalizado de manera
exitosa la pasantía. Al siguiente día regresábamos a nuestros países de origen
en Latinoamérica y Centroamérica. Nos despedimos para ir a descansar y alistar las maletas.
A las 8:30 de la
mañana estábamos listos en el comedor tomando el desayuno. Kaj se acercó y con tono preocupado pregunto, y dijo: «¿Han visto a
Diego?. Lo estamos buscando, es el primero que sale de Caracas para tomar el vuelo a Ciudad de Méjico. Si lo ven, por favor avísenle.» Continuamos charlando
y tomando apuntes de nuestra direcciones
de correos para continuar la comunicación en un
futuro cercano . Apresurados por el
rigor de los horarios de los vuelos con
nuestras maletas nos dirigimos al lobby
del hotel. Escuchamos un grito estremecedor proveniente de la zona de la piscina. Corrimos
hasta el borde y allí estaba el cuerpo sumergido
de Diego con su vestido de viaje, listo para salir para el aeropuerto. Algunos
trabajadores del hotel saltaron al agua y con gran velocidad trajeron el cuerpo a la superficie y lo colocaron en el andén de
la piscina.
Lo vi en el fondo
vestido para salir al aeropuerto. Era el cuerpo de un ahogado cuyo cadáver mostraba la usencia vital que había dejado de respirar hacia un tiempo suficiente como constancia de su inexistencia sobre la tierra. Un color
cárdeno alrededor de sus ojos entre abiertos, indicaba una posible señal pidiendo una ultima bendición de Dios ante su
decisión de alejarse de la vida.
De pronto
empezamos a runrunear ideas y atar cabos sobre las circunstancias que nos acercaban o alejaban
del muerto . Ahora nos atrevíamos a
pensar que Diego se había suicidado por algunas indicaciones que mostraban su
desaliento en el conjunto de tareas en
que nos encontrábamos. Algunos decían que habían notado un alejamiento de Diego
en casi todos los momentos de clases y en la reuniones de trabajo en
Valencia, y de pronto en el fin de semana en la playa de Puerto Cabello. Algunos
comentaron que tenían indicios de comentarios de Diego por dificultades familiares con su esposa y sus dos hijitos. La
existencia de una posible separación a su
regreso a la ciudad de Méjico. También salieron
a la luz las posibles problemas laborales que estaba pasando en su trabajo.
Estos eran elementos que se recogían como
resultado de su prematura muerte.
Ahora cuando han
pasado los años trato de recordarlo con su mirada triste y cabizbaja. No hice
ningún esfuerzo por conversar con él para poder ayudarlo en esos momentos
cuando tuve la oportunidad. La vida se le fue de las manos cuando hubiera podido hacer algo. Un abrazo para
sacarlo de la profundidad de su hoyo, y darle una mano que le permitiera subir
los metros de agua de esa piscina que se lo llevó para siempre. Los cuerpos de
amigos que se juntan en el trabajo, que se pueden mirar, conversar y preguntar
por el dolor que otros tienen.
Compartir la
vida, la alegría de estar juntos en un
proceso de aprender a ayudar a
los demás. Me doy cuenta que ahora Diego podría estar vivo con la edad que
tengo y su mujer y sus hijos serían también felices. Pero la muerte no tiene
vuelta atrás ni retrovisor, el momento ocurrió cuando tomó la decisión de tirarse
a la piscina en la parte más profunda sabiendo que no saldría del fondo. Que su
respiración se agotaría en los primeros minutos, su visión se apagaría, y no
quedaría nada en su mente. Recordado Diego, quedaras para siempre en el
recuerdo de los que estamos vivos
todavía (Q.E.P.D).
Consternados nos
miramos, los pitos de los carros que nos llevarían hacia Caracas y al
aeropuerto no cesaban, los asistentes parecían abejas revoloteando en un panal,
el aire se respiraba pesado y la angustia invadía nuestro interior. Al final una
muerte no podía detener lo que llevó meses organizar. La determinación final de la causa de muerte
en el certificado de defunción fue un suicidio posiblemente sucedido con tiempo
suficiente para que ocurriera y sin
posibilidades de ser detenido en el tiempo de su incidencia. Una
ocurrencia difícil de manejar por las Instituciones Suecas
al reconocer que “tenían seguro de salud pero no de vida”.
Los años han
pasado y se supo por el correo de las brujas que el Instituto debió desembolsar una fuerte suma de dinero para compensar la familia
de Diego en ciudad de Méjico. Lo más intrigante de todo este proceso fue la disolución
y cierre absoluto del Instituto Internacional
de Salud Ocupacional entre los años 2005
y 2006, por orden del Gobierno sueco. Los trabajadores fueron trasladados a las oficinas del Estado y universidades
regionales, específicamente a la
Universidad de Uppsala cerca de
Estocolmo. Los estudiantes de
doctorado fueron reubicados en otras universidades suecas. La puerta se cerró y el instituto de
salud ocupacional desapareció. Fue reemplazado en forma académica con las investigaciones y trabajos en el área ocupacional de las universidades en Noruega y Finlandia líderes en el desarrollo educacional con
posgrados en salud ocupacional .
El proyecto de investigación original fue mencionado en la
prensa local de la ciudad de Cali y discutida en las clases de posgrado en la
Escuela de Salud Publica de la Universidad del Valle con el titulo “Demanda de
servicios de salud publica y calidad del aire: Un estudio comparativo entre
Yumbo y Jamundí” , y publicada en la revista indexada, Avances en Medicina
Social, Santiago de Cali: Vol. 5 No 1 1995.
Vientos de guerra se sentían en la vida política
de los venezolanos cuando el cuatro de febrero de 1992 se presentó una
insurrección en los cuarteles, liderada
por el teniente coronel Hugo Chávez en
un intento de golpe de estado fallido
contra el presidente Carlos Andres Pérez. El líder con pasos agigantados
empieza su movimiento recorriendo el país y agitando las masas populares con
ideas de un socialismo trasnochado y fracasado en muchos países de la Unión
Soviética, Asia, y algunas colonias
en Africa, mezclado con un fuerte idealismo “bolivariano”, trayendo a la
memoria popular los aportes de hombres
como José Martí fundador del partido revolucionario cubano y organizador de la
guerra de independencia en la Cuba
española , Ezequiel Zamora caudillo
venezolano, político, militar y líder de los ejércitos liberales durante la
guerra federal de 1846. La revolución cubana de 1959 liderada por Fidel Castro,
y el inolvidable Che Guevara. Su movimiento
alcanza valores electorales y en 1998 ganó las elecciones presidenciales
sucediendo en el poder a Rafael
Caldera.
Trece años de
mandato de Hugo Chaves 1998-2013 cambiaron el rumbo de la historia de un país. Una mezcla de principios ideológicos con pensamientos de militar en formación, aparece en la sociedad
como un actor social político y
revolucionario para construir el
“chavismo” entre la conjunción de Marx, Bolívar
y su referente en el socialismo
del siglo XXI. Resuelve sus ideas en cuatro ejes fundamentales empezando con el
mandato marxista de la redistribución de
la riqueza con una posible disolución de la propiedad privada, una reforma
agraria con cambios significativos en la tenencia de la tierra , una
democratización de la actividad económica
concentrada desde tiempos
coloniales en manos de una burguesía capitalista, y la creación de una
organización de cooperativas de propiedad de los trabajadores.
Los componentes ideológicos del socialismo y
el pensamiento bolivariano chocan
contra una realidad venezolana que revienta en medio de una estructura económica desbaratada dando como
resultado lo inesperado. Un calidoscopio
de ideologías entremezcladas contra una reñida
economía en una población con grandes riquezas petroleras
que terminan perdiéndose en las
manos de unos controladores
políticos corruptos.
Al final el
desbarajuste produce una sociedad total en quiebra y un dolor de seres humanos
arruinados, con hambre y grandes dificultades de relacionamiento social caminando por los laberintos de muchos
países latinoamericanos. La vida sigue y el tiempo ha demostrado que las
ideologías en el proceso historico se tienen que acomodar a las realidades
sociales y retroalimentarse . La sociedad
esta viva en personas, familias y comunidades que tienen que comer,
vestirse, vivir en salud y transformarse
en seres sociales.
Las personas
responden de manera recíproca a la estructura social con valores, hábitos,
costumbres, para poder acomodarse a la
vida. Las ideologías son importantes pero tienen que tener una correspondencia
con la estructura económica y social para producir una sociedad cambiante. La formación intelectual de los
lideres presenta deficiencias muy profundas en sus pensamientos incongruentes y contradictorios. El resto de la historia sigue en construcción
con una dictadura heredada por Nicolás Maduro señalado por el presidente Hugo
Chávez antes de su muerte. Vive en el
poder venezolano desde el 28 de julio de 2014.
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