José David Tenorio.
-Compadre, tenemos que salir a la marcha. No podemos dejar que los engrupidos de Bogotá nos dejen aguantando hambre.
-Cierto Antonio -respondió Néstor, el Cangrejo-.Después de tantos años de sufrir con los cultivos de pan coger solo ahora, con la hojita, se nos ha compuesto un poco la situación .Ya no tenemos que irnos a mal vivir en la ciudad.
-Claro, las cosas han cambiado. No debemos retroceder.
-Ya podemos tener carne en el plato y tomarnos algunos traguitos que no sean tapetusa.
- Y buenas puticas ¿verdad?
Oí cuando el patrón comentaba con otro que se veía el progreso del pueblo, pues había aumentado la matanza de ganado, en las tiendas se veía trago fino y habían llegado bastantes putas.
- También hay progreso en el cultivo de la hojita con las semillas mejoradas que nos han traído. Estamos logrando cosechas de mejor calidad y abundancia.
- Y para defender los sembradíos cuando vienen las avionetas, nos han enseñado a que si alcanzamos a darnos cuenta, fumiguemos con agua de panela.
-Los de la inspección de policía dicen que no pueden acompañarnos porque de pronto los identifican. Ese cabo se está volviendo medio agalludo, quiere convertirse en acaparador, seguro espera llegar a ser como Jabón, porque cree que cumpliendo órdenes del patrón, le va a ir mejor.
- Y es que es tan descarado, que tiene allí al pie de la oficina…y ni siquiera se ha tomado el trabajo de camuflar entre el platanar y el yucal.
-Bueno pues, entonces ¿nos vamos pa la marcha? Los muchachos van a ir pa acompañarnos.
Es un sitio estratégico de la carretera que les permite interrumpir el tráfico y dispersarse en caso de que haya pelotera.
“El pueblo unido jamás será vencido”. “Queremos soluciones; no queremos volver a aguantar hambre”.”Que nos dejen trabajar en paz”. “Las fumigaciones están acabando con nuestros cultivos de maíz, yuca y plátano”.”Nos están envenenando”. “Pedimos la presencia de los defensores de los derechos humanos”. Eran las consignas indicadas por el patrón que enardecían a los manifestantes al punto de empezar a lanzar piedras a la tropa.
De repente sonó un disparo y cayó uno de los manifestantes.
-Asesinaron a Néstor- gritaron- Fue el ejercito.
-¿Cuál Néstor?
-Pues el “Cangrejo”.
-Hijuepucha! Un veterano. Uno de los iniciadores de la redención.
Primero que todo a correr. Y luego vamos a hablar con el patrón.
No muy lejos de allí, en una fonda caminera el patrón salió a recibir el que llegaba en una motocicleta.
-¿Cómo le fue? ¿Hizo el trabajo?
-Si patrón, le di al Cangrejo tal como me dijo. Utilicé el fusil que le quitamos al soldado que mandamos de viaje hace poco.
-¡Perfecto! Ya no tengo que pagarle y hemos construido un mártir más para la lucha.
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