Eduardo Toro
Se me extravió el camino.
No encuentro las pisadas
Que hasta aquí me trajeron.
Las migajas de ausencias
Regadas al margen del sendero
Las devoró el olvido.
Los vientos del pasado
Doblegaron la última espiga
De pan que me quedaba.
El canto del pájaro
Que guiaba en los caminos
Se marchó hacia otros predios
Ungido de nostalgias.
La ruta caminada
Sembrada de señales
Se volvió un laberinto
De atajos y senderos
La lámpara que ardía,
Erguida como un faro,
En vacilante llama
Se apagó de repente
Y me dejó perdido
Sin guía
Anclado
A oscuras
Sin rumbo
Sin oriente
No encuentro las pisadas
Que hasta aquí me trajeron.
Las migajas de ausencias
Regadas al margen del sendero
Las devoró el olvido.
Los vientos del pasado
Doblegaron la última espiga
De pan que me quedaba.
El canto del pájaro
Que guiaba en los caminos
Se marchó hacia otros predios
Ungido de nostalgias.
La ruta caminada
Sembrada de señales
Se volvió un laberinto
De atajos y senderos
La lámpara que ardía,
Erguida como un faro,
En vacilante llama
Se apagó de repente
Y me dejó perdido
Sin guía
Anclado
A oscuras
Sin rumbo
Sin oriente
Qué bello poema! Eduardo: la poesía brota de tu alma como algo natural, sin esfuerzo. Se podría decir que es tu estado natural! Felicitaciones poeta!
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