Vistas de página en total

lunes, 28 de septiembre de 2020

El momento de la sensación verdadera

 Luz María Gómez


La complejidad del texto se siente desde las primeras páginas, pero a pesar de ella, quedamos atrapados y deseamos seguir leyendo. Un narrador en tercera persona nos cuenta la tragedia que vive su personaje principal Gregor Keuschnig, después de despertarse de un trágico sueño y lo peor, no poder desligarse de lo vivido en él. Gregor comienza a percibir la realidad de otra forma. Su entorno ya no le simboliza, se siente extraño y por fuera de él. Percibe su cuerpo y su psiquis, descompuestos, fracturados.  Hay muchos ejemplos al respecto: Editorial Alfaguara, página 15 “No existe ningún “como para mí”, excepto que tengo que seguir viviendo “como yo”- esta idea le cortó la respiración. De pronto sintió como si estallara su piel y un amasijo de carne y nervios cayera mojado y pesado sobre la alfombra. Como si con esa simple idea hubiera ensuciado la habitación de la niña, se apresuró a salir de ella.”

Página 32 “Vio todo como por última vez. Miraba a Beatrice y la estaba perdiendo. Él ya no le pertenecía a ella, solo podía simular; tenía que simular. Algo crujió en su interior, luego todo se desmoronó desordenadamente. Una fractura complicada del alma pensó. Algunas astillas de sentimiento habían traspasado la capa protectora y él se había petrificado para siempre.”

Hay infinidad de ejemplos que señalan al protagonista con un fuerte trastorno emocional.  Consulté sobre psicosis y esquizofrenia: “Una de las psicosis más conocidas es la esquizofrenia. La esquizofrenia es un trastorno mental grave, en el que el paciente no distingue con claridad entre la realidad del mundo exterior y la realidad interna que tiene de su propio mundo…”.  La etimología de la palabra esquizofrenia, nos aporta mucho. Leemos que proviene de dos términos griegos que significan, uno de ellos: dividir, escindir, romper y el otro: entendimiento, razón, mente.

 Con base en la pequeña consulta, podríamos considerar que Gregor vive durante dos días, los efectos de un episodio psicótico, aparentemente generados por la vivencia de un dramático sueño. Otros síntomas refuerzan su padecimiento: hostilidad hacia seres cercanos, estados paranoicos, dificultad para conciliar el sueño, desubicación con el entorno, antes familiar, que lo impulsa a caminar y caminar con ágil paso.

Podemos ver que, en plena crisis, se inquieta por el desorden que observa en su casa, especialmente después de que Stefanie lo deja. Siente una imperiosa necesidad por ordenar la casa: Página 122: “Lavó los platos de la noche anterior, planchó unos pañuelos y cosió un automático en un vestido de Agnes. Durante un rato se sintió muy satisfecho y fue varias veces a contemplar el trabajo hecho.” Es comprensible la angustia. El desorden exterior, le hace sentir con más fuerza el desorden mental propio.

Si miramos cómo era la vida de Gregor antes de su crisis emocional, nos enteramos de que la relación con su esposa ya venía fracturada.  El siguiente diálogo, al comienzo de la crisis, ilustra la frialdad que trae la pareja. Páginas 13 y 14 ““No significas nada para mí” No quiero seguir imaginando que envejeceré contigo. No tienes nada que ver conmigo” “Rima”, dijo ella. Sí se dio cuenta demasiado tarde de que las dos últimas frases rimaban- y así no podían tomarse en serio. Ella ya preguntaba con los ojos cerrados: “¿Qué tiempo hace hoy?” Él respondió sin asomarse al exterior:” Nubes muy altas”. Ella sonrió y volvió a dormirse.

Es importante señalar las ideas que subyacen en el diálogo, sobre la poesía. Es como si Handke nos dijera: lo dicho poéticamente no tiene peso real.  Merece también atención la simbología del clima que aparecerá en diferentes momentos: “nubes muy altas”, presagia un día soleado que invita más a la tranquilidad que a la preocupación. Así que Stefanie, no toma en serio lo que Gregor dice porque habla poéticamente y porque hace un buen día.

Si nos detenemos en el trabajo que desempeñaba Gregor, nos damos cuenta de que es bastante mecánico, monótono y por tanto poco creativo. Página 9 “Gregor Keuschnig vivía en París desde hacía unos meses como encargado de prensa de la embajada austríaca.”  Página 19 “Su actividad principal consistía en leer periódicos y revistas francesas, marcar artículos o simples noticias que afectaban a Austria, luego presentar al embajador un resumen, a diario si era posible, y escribir dos veces al mes un informe sobre la imagen de Austria…” y en la página 144, comprobamos el gusto que siente por leer obras literarias, tan ajeno al quehacer de su trabajo: leer periódicos. “Mientras ella correteaba entre los demás niños, Keuschnig leía satisfecho las descripciones de vestidos, tan frecuentes en las narraciones de Henry James. Por fin algo que no era un periódico.”

El estado mental de Gregor se va empeorando. Deambula por las calles. Gregor desea llegar pronto a su casa para ver a su hija y para llegar antes del escritor austríaco que también lo estará esperando. Los lectores conoceremos a dos nuevos personajes: Al escritor y a su esposa Françoise. El encuentro es significativo. Nos enteramos de que el escritor toma notas del comportamiento extraño de Gregor, éste lo advierte y se lo hace saber. El diálogo descubre la personalidad fría y despreciable del escritor, la forma cómo percibe a los demás seres humanos y su entorno y nos percatamos de las historias que le interesa escribir; la de Gregor es una de ellas.

 Las páginas 89 a la 99, ahondan en las personalidades del escritor, de Gregor, de Stefanie, y de Françoise. Muy interesantes las imágenes que captamos de ellos.  Merece mayor atención, la percepción que el escritor personaje nos ofrece, sobre un Gregor anterior   y otro en plena crisis. Página 96: “Te he visto hoy en la ciudad…Antes, cuando te veía de vez en cuando, tenías siempre el mismo aspecto, y, sin embargo, cada vez parecías otro-era una bonita sensación. Pero hoy estabas cambiado, porque intentabas desesperado parecer el mismo de siempre. Parecías tan afanosamente el mismo que me asusté, como ante una persona que ha muerto y cuyo vivo retrato vemos de pronto en la calle.”

Muy interesantes también, las ideas que Handke, deja ver a través de Gregor, sobre los políticos y sus seguidores. El personaje protagonista escucha un discurso de un presidente en el que expone su plan de gobierno y nos expresa que muchas personas quedan seducidas por las propuestas de los políticos, porque tranquiliza sentir que otro piense por nosotros y nos organice la vida; él se incluye. Necesita con urgencia que alguien le dé orden al caos en que se encuentra. Pienso que Handke de forma sutil, plantea una fuerte crítica a todas aquellas personas que asumen una postura pasiva ante los dirigentes políticos, confiándoles su futuro; nos deja ver que ello no necesariamente le pasa a seres con estados o episodios psicóticos. Páginas 70 a la 73. Destaco algunas ideas: “Como participante en la conferencia de prensa sobre el programa del nuevo gobierno, Keuschnig se sintió, de momento, completamente despreocupado. Aquí los signos de muerte eran impensables. Keuschnig no necesitaba imaginarse el propio futuro ni temer sorpresas; solo tenía que quedarse sentado y escribir eufóricamente entre otros muchos colegas: eso era la paz.” Ahora se sentía curiosamente protegido, sabiendo que otros hacían política por él. Hacia tanto bien pensar sobre uno mismo con las formulaciones de otros: el programa, sobre el que iba tomando notas, le decía cómo era él y qué necesitaba; además, ¡con un orden!”

Hay un momento significativo en la vida de Gregor que lo ayudará a regresar a la realidad; pero antes de esto él ha visto unos objetos en la playa, que le dejarán una huella, un sentir especial; la vivencia, cobrará gran sentido después. Son dos objetos infantiles y un elemento de la naturaleza. La experiencia vivida y sus consecuencias, la encontramos en las páginas 80, 81 y 82. “Entonces tuvo una vivencia- y mientras la registraba deseó no olvidarla nunca. En la arena, a sus pies, vio tres cosas: una hoja de castaño, un trozo de espejo, un pasador de pelo infantil. Habían estado todo el rato así, pero de pronto formaron un conjunto extraordinario. - ¿quién dice que el mundo ya está descubierto? -Estaba descubierto solo en lo que se refería al misterio, con lo que algunos defendían sus certezas frente a los otros; …Pero los objetos soñados que veía en el suelo no asustaban. Le daban, por el contrario, tanta confianza que no podía quedarse quieto.”

La experiencia vivida es importante porque anticipará en él, sin saberlo, el hecho que lo ayudará a salir de la esquizofrenia. El hecho trascendental que surgirá es el acercamiento a su pequeña hija Agnes. Paradójicamente, rescata la relación con su hija, en el momento en que su esposa lo abandona. Sorprende que Stefanie le deja a la niña a Gregor, en pleno caos emocional; pero la encrucijada determinará que comience a salir a flote.  La convivencia en un comienzo es crítica y en ciertos instantes, teme hacerle daño; pero lo hermoso en medio de tanta tragedia es que, a partir de la observación detallada del comportamiento de la niña, Gregor comenzará a sentirse bien; percibe su sencillez, su espontaneidad, su alegría y a su vez sus temores.

 La aproximación a Agnes le despertará nuevos sentimientos y   una sensibilidad extraviada. Comenzará a darse cuenta de que las personas y el entorno le importan y le significan de nuevo y con más intensidad y decide planear un nuevo futuro.   Página 132: “La comida se había secado. Apartó el plato y miró a Agnes, que untaba pan blanco en la salsa. Acodada en la mesa, y exclusivamente ocupada con la comida, sonreía. Las cosas más cotidianas le hacen sonreír, pensó. En este momento no añoraba un estado parecido: solo le alegró pensar que quizás ella nunca necesitaría una aversión, un odio y un espanto como los suyos.” La avenencia con Agnes, le posibilitará a su vez, recordar con otras sensaciones su infancia. Ver páginas 139 y 155.

 El inicio del momento de la   sensación verdadera que le da título al libro, aflora cuando Gregor, en su primer día de crisis, llega a su casa, y le pregunta a Stefanie por la niña. Ella le dice que está dormida. Él insiste en verla, se aproxima y precisa cómo conciliar el sueño en los últimos instantes. La vivencia generará el comienzo de una nueva sensación que desencadenará otra serie de sensaciones, que a su vez lo ayudarán a encontrarse de nuevo con la realidad. Páginas 88 y 89: “La niña estaba cantando en su cuarto. Keuschnig logró entrar sin que se diera cuenta. ¿Qué hago aquí?, pensó distraído. Al acercarse a la niña afirmaba algo que ya no tenía vigencia. Tengo que reflexionar sobre ella para volver a   sentir algo por ella…Por fin dormía…Keuschnig se incorporó, impregnado y consciente de una tristeza nunca sentida. Esta tristeza le hizo perder el miedo a los otros. Se alegró de reunirse con ellos.”

Las nuevas sensaciones, señalan armonía con el entorno y un fuerte deseo de empezar un cambio. Las podemos leer en las páginas 137 a la 141 y en las que siguen partir de la página 150 hasta el final. En las páginas 139 y 140, podemos leer: “Tengo que hacer algo, pensó desesperado, y apenas lo hubo pensado, dijo confiado a la niña: “Empezaré a trabajar. Inventaré algo. ¡Necesito un trabajo en el que poder inventar algo!”. Agnes, que no había oído más que su voz, respondió con un saltito despreocupado, y Keuschnig sintió por primera vez en mucho tiempo amistad por ella y no indiferencia distraída y cariño temeroso.” Y en este vivir de nuevas sensaciones, vuelve a recordar los objetos vistos en la playa y su vivencia cobrará más sentido. Ver páginas 151 y 152: “Keuschnig no deseaba ya nada para sí mismo. Las cosas habituales bailaban delante de sus ojos como si fueran apariciones-apariciones naturales-, y cada una le mostraba una riqueza inagotable…Este estado no era un capricho ni una emoción pasajera que enseguida terminaría, sino una convicción con la que se podía operar conseguida a partir de tantas emociones pasajeras también. Ahora la idea que le había asaltado al ver las tres cosas en la arena del Carré Marigny le pareció utilizable. El mundo, al volverse misterioso, se abría y podía ser reconquistado.”

El final de la obra es bastante interesante. La niña se le ha extraviado en un parque de juegos; sin embargo, Gregor no se desespera, sigue caminando y percibiendo nuevos sentires. Llega a una cima. De pronto se da cuenta de que el escritor lo ha venido siguiendo. Le informa sobre el paradero de la niña y su mujer. Tienen un diálogo bastante frío. Páginas 156 y 157. El escritor le recuerda una película que han visto juntos en la que la protagonista se suicida bajo un cielo nublado. Sabemos por las páginas anteriores que el clima predominante es el verano. Aparece de nuevo la simbología del clima asociada a los estados de ánimo. Es como si el escritor le dijera: no te quitarás la vida.

El final es abierto. En el último párrafo, el narrador nos describe a un personaje que no nombra; podemos deducir quién es por el nuevo traje que usa y por el lugar al que se dirige con su andar rápido. La compra del nuevo traje y el uso que hace de él, al final, simbolizan la nueva vida que acaba de emprender. Vale la pena destacar que la idea la obtuvo después de leer un libro del escritor Henry James, que describe muy bien los vestidos. El acercamiento a la literatura lo logra a partir del acercamiento a su hija. Páginas 144 y 145 “Leyendo y leyendo se alegraba de que luego iría a comprarse algo por primera vez desde hacía tiempo. Se imaginó cruzando una plaza con un traje nuevo de verano color claro. ¡Con todas las cosas nuevas que le sucedían y todas las viejas que no debía olvidar ¡Tenía que vivir una historia insólita!”

La novela presenta pasajes poéticos con ideas profundas, especialmente cuando describe el clima, algunos estados emocionales y los diferentes entornos de París. Hay infinidad de ejemplos. Las dos primeras citas, al comienzo de este escrito (páginas 15 y 32) son representativas. Citaré otro ejemplo. Páginas 76 y 77: “El sol se puso y al momento las cosas empezaron a relucir por sí mismas, mientras caían las sombras en el aire que flotaba entre ellas. Durante un rato las cosas brillaron violentamente, como si se deshicieran en energía luminosa. En la penumbra vibrante Keuschnig no distinguía los detalles. Un nuevo sistema había descendido.”. Las frases que anteceden y preceden a la cita, sostienen un pensamiento agudo y poético.

Handke a partir de su protagonista psicótico, detalla con precisión rasgos de su comportamiento emocional; pero lo más interesante es que muchos de estos rasgos aplican al comportamiento humano en general. Muestra a seres hostiles, enajenados, vacíos. Un ejemplo claro es la visión que da de las personas que siguen ciegamente a los políticos. Otros casos aparecen cuando describe los comportamientos de la esposa de Gregor, su amante Beatrice, la del escritor y su esposa.

 El personaje de Gregor con su conmoción mental, es una metáfora del desasosiego del ser humano contemporáneo, atrapado por un mundo material, que le ciega y no le permite disfrutar de las situaciones sencillas y espontáneas. La observación de los objetos en la playa, le iluminan un camino que simboliza un mundo infantil, sencillo y natural. Lo recuperará al acercarse de nuevo a su hija.  Podrá ver en ella, sensaciones perdidas:   sencillez, espontaneidad, naturalidad, alegría.  Como si fuera poco, la literatura le llegará como una gran aliada para asir la luz que ya lo encausa. Lo sentimos cuando lee una obra del escritor Henry James, mientras su hija se distrae en el parque.

Otro mérito de la obra es la ruptura que vemos en algunos aspectos con la novela tradicional. Cuando nos llegan los personajes del escritor y su esposa, arriban sin una introducción y sin la descripción de un entorno; simplemente comienzan a hablar y a actuar y para complejizar aún más, los personajes dialogan sin que se marquen sus intervenciones con un guión.  Los lectores sentimos la imperiosa necesidad de identificarlos, no sólo a ellos sino al contexto que los enmarca. Contrasta con las anteriores rupturas, el narrador que nos presenta Handke para orientar los hilos de los personajes con sus pensamientos y acciones. Distinguimos a un narrador en tercera persona y omnisciente, tan común en la narrativa tradicional.  

1 comentario:

  1. Luz María, cuando presentaste el análisis del libro, me gustó mucho los argumentos que sostuviste para sustentar tu tesis. En muchos puntos estuve de acuerdo contigo en otros diferi un poco, pero en estos debates es cuando se potencializan y enriquecen los saberes. Felicitaciones Luz María por la solidez y energía en este análisis que como bien lo dijiste en su momento fue una obra que te tocó defendiste muy bien tus planteamientos.

    ResponderEliminar