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martes, 27 de septiembre de 2011

Las manos de Berenice


Eduardo Toro


                                   El día que una humilde mujer tocó a la puerta de la casa de Berenice  pidiendo el favor de un poco de agua fresca para calmar la sed y la fatiga de su hijo de tres años, cambió su vida para siempre.

Vengo desde la vereda de Las Ánimas, mi hijo arde en fiebre y no quiero que  muera. Lo traigo al boticario. Entonces Berenice levantó el paño que le cubría el rostro y tocó su frente con el dorso de la mano para comprobar su calentura. Al instante  el niño abrió los ojos, pronunció el nombre de su madre y se colgó de su cuello.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Mirando al sur


Eduardo Toro



               Erase un alejado pueblo de construcciones pequeñas, coloridas y armoniosas,tenía la magia de todos los pueblos  del nordeste antioqueño y una temperatura fresca. Todos los pobladores eran mineros que dedicaban el tiempo al barequeo mientras las mujeres se ocupaban de tejer con agujas.

domingo, 7 de agosto de 2011

Echémosle la culpa al diablo

Andrea Barona



                        El diablo vino pero le dije que viniera luego. No le dije que no volviera, porque hasta ahora no me ha hecho caso.  Es más terco el sinvergüenza. Que si quiero dormir tranquila, me acosa con sueños lujuriosos. Que si quiero conversar con una amiga, me friega con sus embustes. ¿Si viste como te miró de feo? Mínimo te tiene envidia. Uych. Mirá ese vestido tan inmundo, el mismo que llevó al entierro de Gloria y el cumpleaños de Luis Alfonso...y yo queriéndome tomar mi cafecito tranquila. ¿Viste cómo traga y disque haciendo dieta? ¿No te da risa? ¡Ya! No jodás más. Dejame en paz, le digo, me cansa que sea tan intrigante.

viernes, 17 de junio de 2011

¿A qué huelen las rosas?

Andrea Barona



                 La culpa aprieta hasta ahorcarla, su cobardía no le permite morir. Serpentea hielo por sus piernas, al llegar al torso lo atraviesa alojándose entre estómago y diafragma. Amanece, entra el sol con miedo, recorre despacio la habitación sin llegar a ella, un marco sombrío cubre su organismo yerto. Se levanta porque le toca, sus ojos le pesan más que las penas. Bebe agua para refrescar sus labios ajados, no maquilla su rostro, parece una pizarra blanca con un dibujo gris en el que han puesto ojos, nariz y boca.

domingo, 22 de mayo de 2011

Vuelo de palomas

Alvaro Mejía López

              Con su gesto me sentí intimidado. El hombre se molestó, indudablemente, y me lo hizo sentir. No encontraba yo una explicación para que el muchacho me recibiera con una mirada tan fulminante, que fue como si un rayo me hubiese caído encima o como si alguien me acabara de disparar con una escopeta al corazón.

viernes, 20 de mayo de 2011

Más allá de las sombras

Eduardo Toro Gutiérrez



Más allá de la explanada que sostiene el pequeño villorrio de Yaburí. Allá tras el misterioso cerro de las  Sombras se levanta recostada sobre la montaña, entre un bosquecillo de sietecueros y yarumos platinados, la casona habitada por Prudencio Caravana y Altagracia Monsalve. Allá viven desde hace mucho tiempo, tanto que ni la misma Altagracia recuerda haber vivido en otro lugar. Bajo la generosa sombra de un añoso algarrobo, siente que aquí están sus raíces y su pasado como aprisionados con grilletes a las patas del viejo mueble que le sirve de asiento durante las doce horas útiles del día.

viernes, 15 de abril de 2011

Un día de verano en la fontana de Trevi

Rafael Ceballos C
Un día a mediados de verano del 2003 en Roma, dejamos la Plaza España y continuamos por el centro histórico hasta la plaza con la fuente más bella, más famosa y más popular de Roma: fontana de Trevi.