“Allí donde la luz no alumbre, tal vez alumbre la sombra”.
Roberto Juarroz
(1925-1995, poeta, ensayista y crítico argentino).
ASPECTOS PREVIOS: Somos forasteros de nosotros mismos, ¿qué podemos decir cuando tratamos de descifrar la vida de los demás? El escritor debe acercarse de manera cruda a la construcción de los personajes, como quien busca la luz en la profundidad del mar o la sombra en el brillo de una estrella.
La complejidad aumenta cuando el sujeto en obra, está muerto (a), ni
siquiera los seres allegados pueden afirmar que lo(a) conocían, es un espejismo
creer que comprendemos los demonios y las huellas que han dejado en el camino.
El escritor debe dejarse tocar por el personaje, acercarlo al corazón,
escuchar lo que dice y la manera como lo dice, debe subordinarse al ser, de lo
contrario, será sólo una ficha que se mueve a su antojo en el tablero de
ajedrez. Los lectores estamos deseosos de encontrarnos con seres humanos
dotados no sólo de carne y hueso, sino de espiritualidad, sensualidad y
erotismo.
Clemencía Gómez