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martes, 29 de agosto de 2023

Abrevio

 Una historia de vida que sucede como una novela basada en  hechos   reales  entretejida con elementos  de la ficción. Los recuerdos regresan con naturalidad  a la memoria para poder contarlos. Un nuevo genero literario o una metodológica diferente la muestra Juan Gabriel Vásquez en su novela “Volver la vista atrás” (2020) al penetrar en la vida de Sergio Cabrera y su familia confundida en los acontecimientos de la historia, los enredos  de la vida cotidiana de unas personas que dejan observar momentos de su personalidad, las relaciones sociales  y como resultan en un ordenamiento construido por el autor. En un modelo propio el mismo autor en   “El ruido de las cosas al caer” (2011) trabaja los hechos reales de personajes que en  unas relaciones de amistad llenas de frustraciones muestran   el trasfondo de una ciudad Bogotá con  los episodios del miedo producido por las mafias de la cocaína   que trastornaron un país. En “La forma de las ruinas” (2015) deja ver la perfección en la construcción literaria  de su modelo para  tejer historias en las  cuales se mezcla la propia vida del autor con los sucesos que ocurren en el país, la vida de los personajes  en una   novela apasionante basado en realidades autobiográficas de sus personajes centrales Jorge Eliecer Gaitán y Rafael Uribe Uribe.   


  Jesús Rico V

 Tomando prestadas las ideas de Juan Gabriel Vásquez  y los buenos consejos del maestro Gabriel García Márquez creo que   la vida vale la pena narrarla sin mirar su magnitud. Mostrar la vida como la recuerdo ahora después de que han pasado unos  ochenta años desde mi nacimiento. Puedo mirar hacia atrás sin rabia  ni rencor ahora que tengo  tiempo y recoger los pedazos de papel para empezar a mostrar como se recorren y entrecruzan caminos en la vida de un profesor. Al situarse  en los puntos iniciales de la vida  parece que el tiempo  es largo , que los años por llegar son lentos, que el camino es ancho, que existe mucho espacio para realizar los sueños, lograr las esperanzas, pero antes del fin nos damos cuenta que el recorrido es   corto, que  las líneas que marcaban el sendero  se juntaron, y sobresaltados volver la vista   atrás con  recuerdos entendemos que  fue breve y se  sale de las manos. 

 No es fácil concluir esta obra que comencé a construir  hace 82 años cuando nací en la ciudad de Santiago de Cali en 1941. Recuerdo que todo empieza con algo de memoria cuando  cumplía los primeros cuatro años sobre la tierra. La figura de mi papa un hombre muy grande, incomprensible y duro al hablar de pocas caricias y lejanas alegrías, pero me hacia sentir su presencia al irse   y al llegar en las noches de dolor y melancolía. Un padre castigador en medio de la  locura de un ir y venir de días.

 Correr descalzo por los andenes y levantar el polvo de la  calle sin pavimentar. Comer todos los días las mismas arepas, el  mismo arroz, los mismos frijoles   del día anterior, un plato de sancocho, la agua panela en  ocasiones con leche, un pan duro de centeno, bananos que siempre estaban en racimos colgados , muchas  frutas y verduras provenientes de la finca. Silencio para escuchar su radio en la penumbra  de su oficina  solo, agobiado y de pronto entristecido por una vida aburrida lleno de hijos, de la misma mujer todos los días, para trabajar y trabajar  de minero  asi sea el propietario de la mina, en ese carbón  en la oscuridad de los socavones de las minas.

 Ver llegar  el  sábado de todas las semanas para cumplir con sus obligaciones de pagar a sus trabajadores y dejarse llevar por las cervezas  que tomaba acompañado con alguno de los obreros hasta ver la mesa repleta de botellas, y la cabeza perdida por el alcohol bebido.  En mis cinco o seis años mirarlo borracho peleando escupiendo malas palabras y maltratando  a todo  aquel que se atravesara  en su camino. También recuerdo que  tenía momentos de dulzura en la cercanía de una   caricia  al niño que lo estaba cuidando y lo sigue en sus movimientos toscos cuando al final del día y en la oscuridad de la noche terminaba rendido y agotado de la misma borrachera.

 Un papa de corto tiempo que murió de una herida con arma de fuego por una bala de revolver en la tarde del domingo 7 de marzo cuyo intento de recuperación duró diez días hasta su fallecimiento  el martes 16 de 1948. Corta duración de su presencia en mi memoria infantil en los primeros cuatro años cuando a  duras penas recuerdo su salida en las primeras horas de la mañana y su regreso en la tardes de su trabajo en   las minas.  Fueron solamente tres años  de precarias  relaciones con duraciones tímidas entre a un papa fuerte y un hijo pensativo pero suficientes para producir sentimientos de afecto, de amor y de respeto hacia un padre cuya imagen regresa entre los muertos y se aparece como un fantasma amoroso en mi memoria.

 Éramos cinco hermanos en la casa del Barrio del Peñón. Mi papa y mi mama dormían en una cama doble  en la pieza principal que tenia ventana hacia la calle   un armario de dos cuerpos tallado con espejos a los lados y una cama cuna en donde dormía mi pequeño hermano Pablo . Mis hermanas en el cuarto de enseguida con salida al comedor que estaba  frente al primer patio. En una de las alcobas de la izquierda dormía yo y en la otra junto al comedor  José el hermano mayor. El cuarto de la empleada estaba un costado lateral del comedor. Una puerta grande se abría sobre una amplia cocina que tenía estufa de carbón mineral, siempre prendida o con rescoldo todos los días. Usábamos carbón de piedra que traía mi papa de las minas.

 Huérfano a los ocho años cuando asistía al kínder de los hermanos maristas en San Luis Gonzaga que quedaba en el centro de la ciudad en cuadras caminables desde el barrio del Peñón en donde vivíamos. Mi desempeño como niño estudioso y aventajado fue siempre notorio. Me quedaron recuerdos de la proximidad con mi papa en el accidente en su camión Fargo bajando por una carretera empedrada y miedosa de las minas de carbón en el cerro de las Tres Cruces en un día cualquiera del año.

 Iba con él en un  choque con su volqueta contra un poste metálico de la luz  en la carrea cuarta antes de llegar al colegio El Amparo sin  causar mayores reparaciones ni daños,. Varios viajes a la Ferreira en fines de semana a pagar obreros, asistir a  algunas de sus peleas y borracheras.   Montaba a caballo y nos bañamos en las riberas del rio Timba en los linderos de la finca atravesando los potreros en donde pasteaban las vacas.

 Las luchas fratricidas entre liberales y conservadores acabó con muchas vidas y dejó familias sin terminar a mitad de camino. Un niño  vio partir a su papá de una cama de una clínica una tarde en una reunión con recuerdos que se meten en la memoria y que nunca volverán. La cabeza hacia un lado con una mirada lejana pero profunda que te bendice con una señal de la santa cruz  y te dice: « Hasta siempre hijo, estarás eternamente en mi corazón”. »

 Todavía lloro al escribir estas letras. Por qué Dios lo sacaste de nuestras almas a tan temprana edad?  Me haces mucha falta para poder conocerte.

 Un año de vida en Villa Marista fue la primera confrontación de mi infancia entre la mente pensante y el actuar atrevido frente a las circunstancias  de la escolaridad. Había rigurosidad y un poco de maltrato de algunos hermanos que no permitían  la osadía de disentir en el salón de clases, con castigos físicos  de dolor corporal con reglazos fuertes en las manos débiles de niños pequeños,  o de elevar tu cuerpo sostenido  por unas “patillas” poco peludas para sacar al desmadrado al balcón y dejarlo tiritando afuera en el frio,  de pronto arrodillado en un rincón del salón con pequeñas pepas de maíz en las rodillas. El castigo en soledad, alejado del contacto humano de los demás compañeros me endureció y  a la larga fortaleció mi capacidad de resistencia ante las adversidades. Fui perseverante, consecuente con mi fuerza de voluntad y nunca me deje quebrar. Para el seminario la solución fue muy sencilla al señalar una personalidad conflictiva , confrontadora, y de pronto grosera frente a la normas de exigencia del seminario, regresarlo a su casa de donde había salido. Una adolescencia empezando con dificultades de acomodación a los patrones de comportamiento esperado en una cultura rígida, autoritaria y centrada en fuertes principios religiosos, que afectaban  el libre  desarrollo de mi personalidad.

 La escolaridad publica en la Concentración de Quintos me puso en una nueva realidad social  diferente con compañeros provenientes de todos los barrios de la ciudad para realizar el quinto año escolar que era deficiente o inexistente  en los barrios populares de la ciudad.  El  propósito  de formación  era preparar buenos estudiantes con bajos recursos económicos   para  realizar su bachillerato  en el colegio de Santa Librada.  

 Un libraduno dedicado a una escolaridad sumergida en una academia diferente formada por  profesores buenos, honestos, cumplidores de sus deberes. El libro al pie de la letra, el chiste flojo, cuadernos impecables, de donde salían las letras y se grababan en nuestras cabezas para deleitar  profesores, amigos y familiares. Ir y venir en las mañanas y en las tardes por seis años consecutivos para sacar un diploma de bachiller . Distinciones  consecutivas cada año sin premeditación como resultado de la vida misma escolar con desempeño adecuado y señalado al final con medalla general Santander.

  Un secreto guardado de un bisabuelo que había sido rector del colegio  en décadas pasadas, Evaristo García  (  rector  en 1878 y en 1905)  ), y su hijo Demetrio quien fue gobernador del valle y fundador de la Universidad Santiago de Cali, que siempre quiso ser privilegiado para dirigirlo y que alcanzó la  distinción en las  postrimerías de su lecho de muerte cuando el consejo directivo le   concedió  el titulo de “Rector Emérito”.   Ambos aparecen  en la hemeroteca del colegio.

 Un interés especial historico  une  esfuerzos familiares para demostrar que fue la ciudad de Cali el centro de la independencia  de Colombia con la actuación de sus ciudadanos  en declarar la independencia el 3 de julio de 1810.    Centro de reuniones  revolucionarias realizadas en  la Hacienda Cañásgordas residencia veraniega del Alferez Real de la época . Varios textos elaborados por el Dr. Demetrio algunos  olvidados  sirven para demostrar el acontecer histórico.

 Dudas para continuar en la vida profesional y necesidades cotidianas de sobrevivencia son limitantes para ingresar inicialmente a la universidad. Un año de trabajo con  las comunidades rurales en el Valle del Cauca promocionando la reciente ley  de la Acción comunal en 1960,  entusiasma el actuar para continuar hacia la universidad con la aparición de la Sociología en Colombia abanderada por Orlando Fals Borda ,el padre Camilo Torres Retrepo, Maria Cristina  Salazar, Tomas Ducay, Carlos Escalante, Eduardo Umaña Luna, y el Dr. Darío Botero Uribe entre otros.

 Unos años enamorado de la vida con algunos amigos solidarios, y una novia Elsita que a pesar de mis comportamientos extraños soportó con alegría los días metiéndome en su familia con la sobresaliente figura de su padre  decano de la facultad  de ingeniería de la Universidad Nacional. Fuimos cambiando transformando nuestras comportamientos en la medida en que avanzábamos en el conocimiento. La esclava  del sagrado corazón se trasformó en  un par de años y nuestro pensamiento fue más abierto y liberal, más social, más sensual y lujurioso,  con practicas participativas en grupos universitarios de discusiones acaloradas sobre la realidad social colombiana. En cuatro años terminamos la formación como sociólogos y un año más con especialización en vivienda en el CINVA con el apoyo de la Dra. Virginia Gutiérrez y  de su esposo el Dr. Roberto Pineda  que era el director. Los egos empezaron a crecer con la formación academica y surgieron las becas para formación en el exterior para Elsita con la Fundación Laspau y la de la Universidad Nacional con Icetex por dos años que se transformaron en media década.

 Cada uno tomó su rumbo pero los amores nos juntaron en Columbus , Ohio. Había ingresado a la universidad de Wisconsin en 1968 primer semestre en el programa de sociología rural cuando una llamada telefónica  cambia la dirección en que se mueve la vida: « Mi papá y mi mamá están preparando viaje para venir en semana santa. Tenemos que hablar para definir nuestro futuro ».

 Nos casamos el 19 de abril en la parroquia de San Timoteo de Columbus, Ohio con participación  del sacerdote Robert Dale y una asistencia de amigos sociólogos que se formaban en sus posgrados en la Universidad de Wisconsin. Fueron unos cinco años concentrados  en  la rigurosidad academica  hasta terminar el doctorado en Sociología en 1972. Los eventos ocurren para que sucedan las cosas. Una participación en el Congreso Nacional de Sociología celebrado en Toronto fue la oportunidad para sacar a flote la soberbia que comenzaba a molestar nuestras relaciones. En un encuentro furtivo con el Dr. Carrelton de las Naciones Unidas me invitó  a presentar la hoja de vida para futuros trabajos en Latino América. La discusión se centro en el lugar apropiado para trabajar que dividía las posibilidades a vivir en Bogotá o en el lugar que consideraba como el mejor vividero del mundo la ciudad de Cali. Asi comenzaron la cosas por el camino de la separación. La aparente sabiduría aumentaba el orgullo y nos empujó a una separación que  terminó en una declaración de un juez con  sentencia de “Gross neglect of duty” que fue el fin  de nuestra relación. En la mitad de mi corazón los recuerdos han quedado  en  los cumpleaños y celebraciones de año cuando nos  saludamos.

 Un “Verano caliente” en 1972 nos mostró una Europa amigable para una juventud de todos los estilos. Un recorrido fascinante de aprendizaje y  una untada cultural en todas las áreas del conocimiento y la geografía. Evidencia suficiente para sustentar una hipótesis de enclaves culturales o “nodos”  esparcidos por algunos lugares de Europa empezando con Inglaterra  en la literatura con el maestro de todos los tiempos  William Shakespeare  con obras inmortales como: Hamlet, El sueño de una noche de verano, Romeo y Julieta; Christopher Marlowe (Doctor Fausto); Geoffrey Chausser “padre de la literatura inglesa” con los cuentos de Canterbury en el siglo XV; Ben Johansson (el Alquimista); Thomas Hobbes (El Leviatán); John Milton (el Paraíso Perdido), Daniel Defoe (Robinson Crusoe), Johnatan Swift (Los viajes de Gulliver ); James Austin (orgullo y prejuicio); Mary Shelley (Frankenstein); Oscar Wilde (El retrato de Dorian Grey); Virginia Woolf ( La señora Dalloway); T.S. Eliot (La Tierra Baldía) y Jorge Conrad (El corazón de las Tinieblas) entre muchos. Suficiente demostración de la existencia, en  Inglaterra, de un centro o atmósfera literaria diseminada  por toda Europa y el mundo.

 Paris es considerado el centro de todas las ideas que se dan en el Arte y en la Letras. La visita obligada al museo el  Louvre, sirve para reforzar la hipótesis de núcleo o polo de atracción. La presencia de cuadros como la Gioconda de Leonardo da Vinci,  o Mona lisa.   La obra de arte más visitada en el mundo. Otras obras para mencionar:  La Venus del Milo, de Alejandro de Antioquia; la Libertad Llamando al Pueblo, de Delacroix; y  las bodas de Caná, de Veronés, y miles más que son el deleite de los impresionistas. Inspiración de artistas para los que se entusiasman con el disfrute estético y la belleza en el arte y en las letras.

 Entre Roma y Florencia surge un nodo en donde nació y floreció el Renacimiento en las artes, las letras, la arquitectura y la ciencia, y se expandió por toda Europa. Resumiendo  la idea de los enclaves culturales  trasladando mi entusiasmo a Alemania y Austria con la geografía de Viena y Salzburgo en donde una sociedad en la historia de la humanidad disfrutó de la pasión musical con grandes  compositores y músicos como:  Ludwig van  Beethoven,  Amadeus Mozart,  Johan Strauss II, Carl Czermy, Joseph Hayden, Franz Schubert, Antonio Vivaldi, Sebastián Bach, Robert Schumann, Félix Mendelson, y Clara Schumann. Demasiado para mi  conocimiento elemental en el área, pero suficiente para los gomosos de la música clásica. Fortalece  el cimiento de la tesis sobre los conglomerados: “Dios los cría y ellos se juntan”.

 Desde la ventana del segundo piso de la casa de mi hermana la veía pasar. Se llamaba Olga Lucia.

 « Para donde va vecina? »

 « Voy al trabajo y tengo que llegar antecito de las dos de la tarde.»

 «Si quiere yo puedo llevarla.»

 Así comenzaron las cosas. Era una mujer bonita, joven y alegre con ganas de vivir el mundo después de un fracaso matrimonial con un  medico que sufría de una enfermedad mental que le impedía llevar una vida normal. A pesar de los disgustos familiares por la presencia repetida de mis invitaciones salíamos casi todos los fines de semana en compañía  de otra pareja. Un calendario completo hasta un día en que recibí una invitación de trabajo con las Naciones Unidas como asesor en un proyecto de salud materno infantil en Santiago de Chile. El dos de enero de 1974 llegué a Chile como miembro de un equipo de trabajo cuyo propósito central era la transformación del Ministerio de Salud Publica y la realización de varias investigaciones al interior del Servicio Nacional de Salud   en el área de la fecundidad, la planificación familiar, y el uso de anticonceptivos.

 Conocí un personaje notable que me ayudó a cambiar el rumbo que debía tomar mi vida. Me enseño que el orgullo y los egos son malos compañeros en la vida. Le llamé mi “desinflador”  al mostrarme con cariño que la sabiduría se maneja con humildad, respetar las opiniones  de otros que tienen el mismo derecho a pensar y opinar, que la amistad es uno los pilares más importantes de la existencia sin la cual no vale la pena vivir, y   el amor es la matriz fundamental para que la vida ocurra. Sabias enseñanzas que adornaron la permanecía en chile durante la dictadura de Pinochet.

 Por ocurrencias del azar hacia el mes de marzo de 1974 conversando con Olga Lucia por larga distancia pasó al teléfono mi amigo Jorge Horacio y me dijo con tranquilidad: « Ya le compré el pasaje  a Olga Lucia para viajar a Santiago la próxima semana ».

 Legó  el 12 de abril y a partir de ese momento se desprenden los acontecimientos  que dieron origen a la vida de una familia, obligada por la organización a declarar su unión legitima en un proceso matrimonial con estrategias combinadas de diplomacia y entretenidos eventos de comunicación telefónica entre un abogado actuando en Chile y un juez de turno trabajando en Bolivia y refrendado por el consulado de Argentina en la provincia de Potosí. El 7 de abril de 1975 un año despues nació mi primer hijo Juan Manuel en la clínica de Recoleta. Al terminar la permanencia en Chile durante la dictadura de Pinochet venía a la vida mi hija Maria Juliana que nace  al regresar a la ciudad de Cali el 16 de noviembre  de 1976.

 Corto el regreso a la Sultana del Valle con una invitación de la Universidad de Tulane para participar como profesor investigador  en un proyecto sustentado con participación  de  la AID Americana y el gobierno del  Zaire dirigido  con  mano dura del entonces dictador  Mobutu Sese Seco. Las aventuras de varios años de trabajo en el Zaire  y en la Republica Democrática del Congo se narran en los “Testimonios de vida en el Congo Africano” publicados  por el editorial Poemia en el año 2021. Allí se cuentan las aventuras y los entretelones de una historia de amor entre el gerente del banco mundial y una linda americana que terminó en un suicidio en  la ciudad de Kinshasa. El espacio y las circunstancias de los momentos permiten mostrar los efectos de una fuerte sequia en el bajo zaire que cubrió a una población acostumbrada a las actividades agrícolas   y le toca enfrentar el hambre, la enfermedad y la muerte. La desnutrición se hace pervasiva y es necesario  intervenir para mejorar un poco la vida de los niños  abrazados a la existencia peligrosa de sus mamás por la presencia insidiosa del cólera.

 Los testimonio de la vida en el Congo muestra  las luchas y enfrentamientos al interior de los militares en el gobierno de Mobuto  en el año 1990. Los militares empujan un descontento  en la población y producen  enfrentamiento en las calles de la ciudad que terminan en una evacuación de los expatriados  americanos atravesando el rio Congo y una búsqueda de protección en el Congo Francés. Las  historias  culminan con la toma del poder por la guerrilla dirigida por Desiré Kabila y su posterior asesinato en al año 2001   a cuyo funeral asisten los profesores de la Universidad de Kinsasa. Al final el libro de aventuras muestra unas cortas  recetas para  “Cuando el  hambre acosa”, “comer pasto como el que comen los burros”, o la sentencia  del “General   no tiene quien le escriba”: “mierda”.

 Dos décadas de la vida del profesor suceden en la Universidad del Valle desde su regreso de Chile cuando trabajada en los proyectos de nutrición dirigidos por el Dr. Fajardo y alguna participación en la docencia en el Departamento de Medicina social manejado por el Dr. Jaime Rodríguez. Fue nombrado como profesor auxiliar en diciembre de 1981 cuando era  decano de la facultad salud el Dr. Oscar Bolaños y el rector el Dr. Jaime López Collazos.

 Desde ese año ocurren muchas cosas que dan origen a relatos como “Haití: un paraíso olvidado” en donde se ve  la tristeza que produce el hambre por circunstancias ajenas a las persona y las opiniones aterradores de observadores externos que fijan el origen del Sida entre los homosexuales y prostitutas en un lugar donde ya no llegan los barcos. Un amor  en un suspiro  con  sentimientos de cariño  en  la proximidad de dos seres que apenas se conocen en una intensidad infinita que desaparece en medio de la nada.

 Las oportunidades para la elaboración de un texto “Demografía social y salud publica” invitan al autor a una residencia en  Bellaggio (Italia) con el apoyo de la Fundación Rockefeller. El encuentro con un hombre notable Robert Edgar Schultes descubridor de la cucaracha mas grande del mundo, etnólogo, botánico, científico de reconocimiento  y renombre  mundial sirvió de referencia  motivadora en la elaboración de mi trabajo.

 El tiempo académico sucede y de pronto te das cuenta que las categorías van cambiando de profesor auxiliar, a profesor asistente, asociado , titular y al final profesor emérito. Muchas asesorías y trabajos de soporte intelectual ocurren en particular con la Organización Panamericana de la Salud y sus sedes en los países latinoamericanos. Los organismos de salud del gobierno colombiano con el ministerio de salud, la corporación de población y salud, las sectaria de salud, y las universidades nacionales e internacionales. Tulane University con relativa frecuencia fue la sede de mi acontecer académico. En primer año sabático me presenta a la Fullbright como candidato al premio de profesor “senior” y aparezco como invitado a trabajar un año como “Profesor visitante  en Tulane ” en la Escuela de salud publica. Los sucesos se narran con mucho amor con la visita  de Olga Lucia y mis dos hijos en la celebración de la navidad de 1985 y las relaciones con estudiantes como Carmen Garcia (chilena) y su esposo argentino Luis. En  el acontecer con la Universidad de Tulane  hay  una participación de tres décadas de  un gran amigo el Dr. William E. Bertrand   referente de muchas experiencias en Colombia, Nueva Orleans y en el Congo africano.

  Hay historias que se mezclan “Como volver a empezar” que narra la vida de un primo que nació millonario al heredar cuatro haciendas en  espacios privilegiados del Valle del cauca. Trabajó “tieso y parejo”, construyó una familia grande con  cinco hijos y dos mas en sus aventuras de mujeriego. Tuvo las oportunidades para realizar  los trabajos posibles en la vida de una persona que no se  formó profesional. Cultivo la tierra, tuvo animales, ganaderías, fabrica de ladrillo, productora de panela, una ferretería, muchos amigos y mujeres para compartir la vida. Los negocios se van derrumbado y al final de la vida se encuentra bien acompañado de un ultimo cariño pero sin un centavo. Se le acabó la vida pero con amor sus amigos lo acompañan al cementerio y contribuyen para los últimos gastos de su funeral.

 La novela se acompaña de unas   “separatas” que abren ventanas a los lectores y  enriquecen las aventuras del autor. Estos territorios literarios salpican la narrativa y la hacen entretenida  para traer al costado un texto enriquecido, muy particular y anecdótico. “El asesinato de un líder: Camilo Torres Restrepo” muestra una pagina triste de la historia de Colombia cuando se gestaban los primeros pasos de los movimientos revolucionarios en el país. Le tocó a Camilo ser el protagonista para adelantarse con su presencia juvenil,   doctrinal a las ideologías  izquierdistas que estaban naciendo en alguna   regiones de la Costa Atlántica, los Santanderes y los Llanos Orientales, verse perseguido con sagacidad, astucia y ventaja numérica en los lugares en donde  operaba el Ejercito de Liberación Nacional. 

 La semblanza de “Orlado Fals Borda: Rostro de la Sociología en Colombia” es una  aparición en el texto del deseo manifiesto de los agradecimientos  del autor con su maestro, mentor y  amigo con el deseo de arrastrar la historia hasta el momento  actual 2023 de la posibilidad de experimentar el socialismo del siglo XXI. Hay libertad de acercarse  a las ideologías basadas en el capitalismo que gobierna las negociaciones basadas  en el poder de los ricos en un mundo  en donde  la mayoría de la población es  pobre, o concentrar los esfuerzos en los elementos del cambio social con las banderas del izquierdismo. Se vislumbra de la misma manera la posibilidad de un mundo mejor con la aplicación de la ciencia, la tecnología y la inteligencia  artificial.

 Una muestra de la lucha por la paz con la no violencia se enriquece con la alegoría a Martin Luther King, abanderado de los derechos humanos y civiles en los Estados Unidos. Es una “separata” que se puede leer en cualquier momento para enriquecer el pensamiento Camilista, las ideas de IAP  y el “socialismo ahora” de  Fals Borda. Sus  fundamentos teóricos se basan en los principios bíblicos de Jesucristo y las técnicas de la no violencia de Gandhi. “La no violencia es un estilo de vida para gente con valentía, logra la amistad y el reconocimiento, persigue destruir la injusticia y no a las personas, sostiene el principio de que el sufrimiento puede educar y transformar a la gente y las sociedades, acoge el amor  en vez del odio y cree que el universo esta del lado de la justicia”. Pronunció un discurso memorable “I have a dream” (1963) historico, espontáneo, pronunciado con fuerza de iluminado.

 «Sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día  en una nación en donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter».

 La separata “Epilogo: Nicolás Suescún” una construcción imaginaria que finaliza la versión de Cien años de soledad publicada por ediciones Tercer Mundo en 1983. En pocas palabras nos muestra el principio y el fin de una obra maestra de un escritor que tenia en su sus venas el veneno del periodismo y capaz de transportar al lector a la cúspide de la nueva  literatura. Alejarse del naturalismo puro y permitir  un  viaje a las profundidades de una sociedad imaginaria y real que no muere de enfermedad como todos los mortales sino de soledad.  Muestra una genealogía de “Los Buendía” en donde todos los hombres se llaman José Arcadio o Aurelianos metidos en la cabeza para desesperación de sus lectores .

 Los caminos se cruzan y se enredan con la vida de un cura vendedor de ilusiones que aprovecha  las indulgencias para vender la caridad y la ayuda que debe existir entre los seres humanos mientras cultiva  el dolor y el sufrimiento que se inspira en la Divina Comedia, en un sueño que lo lleva a vivir una aventura  por la vida y lo pone al borde de la puerta del inferno, ese día   cerrada  a su llegada y se tiene que quedar pensando en las ventanas  del purgatorio  . Es un sueño que muestra como el  corazón se pierde en esas falsedades religiosas y se entregan las cosas materiales en otras manos “bendecidas” codiciosas de un clérigo que te calienta la oreja con las oraciones a  los santos y el beneficio de las bendiciones de los que moran en  el más allá.  La avaricia  disminuye la oportunidad para que otros más necesitados puedan disfrutar las amenidades de un lugar, reunirse en un espacio que invita a la conversación,  la meditación y  la sana diversión.

 En   la ultima separata se muestra la “Historia de Job revisitada” fuente de inspiración de muchos poetas, historiadores, escritores de literatura, filósofos y humanista. Es el enfrentamiento del hombre con un  Dios que aparece castigador y alejado de las circunstancias de la vida de los seres de su creación. Aparece Job un ser que enfrenta su soledad y sufrimiento de los desastres que ocurren a él y su familia. Desconoce el juego de Satanás que está propiciando los males para que las cosas ocurran sin  aparente explicación. No quiebra su voluntad, y se mantiene en lo que es virtuoso, verdadero y fiel ante Dios. En el abrevio de esta historia se muestra Dios  poderoso que aparece en el seno de la tempestad, evidencia su poder y grandeza al contraste con la humana ignorancia e insensatez de Job. Es la filosofía humana frente al   dolor puesto en las adversidades de un ser bueno intervenido por Satanás que no deja pasar la luz  radiante de la verdad  fluida   de un Dios eterno y poderoso :

 « Dios te otorgó el libre albedrio si no no lo utilizas para hacer cosas buenas no podrás regresar al jardín de la luz. »

 (Yehuda Berg, Satán: una autobiografía, Kabbalah Centre, impreso en Colombia 2016).

 

 

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