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miércoles, 27 de septiembre de 2023

Recuerdos parapsicológicos

Jesús Rico  Velasco

Los comienzos de la historia se remontan al año 1961 cuando ingresé a la facultad de sociología de la Universidad Nacional. Con mi compañero de estudio, el Indio, buscamos una pieza para vivir  cerca de la ciudad universitaria,  en  casa de Don Pacho. Un cuarto en un patio con espacio suficiente para dos personas, la pared principal era una ventana de vidrio lo que nos inspiró a llamarla la  “pieza de cristal”.

 Una  mañana al despertar el Indio me dijo,  « Flaco, no dejas   dormir.  Te despertás a media noche. Sentado en tu cama conversás de varias cosas y cuando nos levantamos no recordás nada. Guardé muy bien el cuchillo de cortar el pan porque me  da miedo   que de pronto me matés en uno de tus sueños de sonámbulo »

 Sueños repetitivos  durante las noches, con presencia de personas próximas al cariño, conversaciones  incoherentes. El Indio me llevaba la corriente, había preguntado a un profesor cómo manejar a alguien sonámbulo y le había dicho que no  se debía  despertar a la persona, porque le podía ocurrir algo, nunca supe  a qué se refería con  “algo”.  Noche tras noche el pobre Indio me seguía la cuerda de las conversaciones,  notaba cómo la ansiedad  o  angustia   disminuía   y en pocos minutos regresaba  al sueño normal.

 Los trastornos del sueño  se convirtieron en temas de charlas en los corrillos con los demás compañeros. En esos años se publicó  un libro  de introducción al realismo fantástico  titulado “El retorno de los brujos” escrito por  el periodista Louis Powell  y  el escritor francés  Jaques Bergier (en francés: “Le matin de magiciens”).  Trataba sobre los fenómenos parasicológicos, esoterismo, nazismo y misticismo. En el fondo era una introducción a la parasicología  que marcó y empezó a mostrar la existencia de algunas ocurrencias paranormales en la cotidianeidad ligadas a experiencias oníricas.

 Con el tiempo,  la lectura pasajera  de libro me llevó a proponer  un artículo llamado “El retorno de lo parapsicológico” para el periódico, “Lunes de por  medio” en la Universidad del Valle en 1985. Ahora, después de buscar con cuidado en los archivos de la Hemeroteca, resulta que el artículo  no aparece.  Sólo existen tres ensayos de lo que fue el abandonado periódico y no hay nada más. Tendré que escudriñar  los recuerdos  y reconstruir la idea con base en trabajos realizados por algunos parapsicólogos.  

 No existe la menor duda de que  los seres humanos nacemos con un cierto grado de Percepción Extrasensorial (PES). La  existencia de una relación consciente entre la capacidad de percibir por fuera de los sentidos no se produce fácilmente. La mayoría de los humanos pasan por la  vida sin percatarse  de que tienen   la capacidad natural de advertir  fenómenos  mas allá de la actuación habitual en las interacciones con las demás personas. En una distribución   “normal” se esperaría que  el 80% de  las persona no van más allá de levantarse y acostarse con o sin percepción extrasensorial. Hay un 15% que siente algo  que les pasa diferente, pero no le dan importancia.   Algunas tienen  conciencia  de la PES en su existencia.  Son capaces de sentir,  vivir y experimentarla.  Los afortunados conscientes de su percepción  marcan  el grupo del 5% de la distribución.  

 A los parapsicólogos les encanta la historia por fuera de las ciencias positivas.   Se lanzan al vacío de lo inexistente,  de los fantasmas que andan  por todas partes y los espíritus invisibles  que vegetan en el espacio. La verdad  no existe nada más real que los muertos.  Los seres humanos tenemos muertos en nuestras familias, están allí y son nuestros ancestros. Las sociedades   mantienen relaciones con ellos, se  habla  como una manera de conservar una conexión espiritual con los orígenes. No hay nada más vivo en la memoria de la gente que  un muerto: La casa de los fantasmas, la pila del muerto, las minas abandonadas,  sitios de masacres o catástrofes  con historias de fantasmas, el camino del ahorcado. En Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia y Argentina los accidentes vehiculares se marcan con cruces en cemento o madera  al borde las carreteras.   Algunas personas dicen que  ven y han tenido contacto  con fantasmas. Es la fantasía  en la cabeza de soñadores, visionarios,  creyentes de todos los santos y mártires que viven en los  recuerdos. 

 En Méjico se rinde un culto precioso  y una nutrida celebración en los cementerios   en el  día de las muertos. En  USA los cementerios son jardines adornados con  objetos alusivos a la vida del difunto y lápidas con mensajes sentidos.  Hace algunos años, realicé una visita  al cementerio de Nicoya en Costa Rica.   Dediqué toda una tarde a leer los epitafios de las lápidas.   Son los vivos hablándoles a  los muertos. En el continente Europeo,  le rinden un gran tributo a los difuntos. En Londres, Madrid y Paris existen hermosos mausoleos  con “mensajes” para que los vivos los recuerden.  En las aldeas en el Congo africano próximo a las viviendas  se encuentran cementerios  con  pequeñas tumbas y  estatuillas que personifican   algo de la vida  de quien dejó de existir. En el bajo Congo entre los kikongo y los de la región  de Bandundu,  se tiene la creencia de que la vida de los muertos está asociada a las circunstancias  próximas a  la defunción: el endoqui, alguien en la comunidad  “se lo comió”. También entre los hindúes, los chinos, los japoneses    conocedores de  los  pensamientos filosóficos de Buda, Confucio, Lao Tsé, existen pensamientos y enseñanzas  para el comportamiento  de los  vivos pero también para el recuerdo de los muertos.

 La muerte es  una constante  en la existencia humana. Los  seres sobre la tierra son mortales, y los fallecidos son  recordados por los   vivos. En algunas partes los despojos mortales son enterrados, en otras cremados, o puesto sobre hogueras para que el fuego transporte su espíritu.

 Los únicos seres que parecen inmortales son los extraterrestres siempre han existido. Al parecer son los mismos que enseñaron a los egipcios a enterrar a sus faraones y a construir  pirámides orientadas haca el infinito.   No se conoce en donde viven  y, algunos aseguran haber observado sus naves u ovnis “UFOS” pero   no  se conoce su idioma o formas de vivir.

 Según la religión católica, con Adán y Eva brotó  la civilización universal. Dios permitió la presencia única y fantástica  de su hijo Jesús.  Con sólo  33 años de vida logró que sus ideas  trascendieran escritas en 73 libros sagrados  de uno de libros más conocido en el mundo, la Biblia.  En todas las religiones y filosofías han existido libros maravillosos que marcan la vida de los seres humanos: el Corán para los musulmanes, el Bhagavadad Gita. Los   libros sagrados del hinduismo, el libro de los muertos de los egipcios, los Upanishads y los Yuga Sutra, las Analetas de Confucio,  la Torá de los judíos, y el Dáo Dé Gin texto clásico chino  de Lao-Tsé que muestra el camino, la virtud y el poder.  

 Uno de los fenómenos extrasensoriales más recurrente en mi vida ha sido la aparición en la mitad de la noche  de una sombra de  mujer que se aproxima y trata de decirme algo. Una comunicación lejana que no escucho  y no me asusta.  Pese a los esfuerzos que hacía para  que la comunicación se diera de una manera   materializable   no sucedió, en medio de los sueños  la  aparición se desvanecía.  La visualización  de los espíritus es una fantasía que adorna la locura de los buscadores de fantasmas, y de los que quieren tener contacto con el más allá. La veracidad no importa, la ciencia positiva es muy lejana a la ocurrencia de estos fenómenos. En la ciencia  positiva  no existen, y no hay evidencias para demostrarlo. Pero esto a  los parapsicólogos no les importa.

 En alguna ocasión de admirador de parámetros parapsicológicos pasé a la fantasía de  jugar a  ser de un planeta llamado “Electra”.  Había llegado a la tierra en una nave extraterrestre. Los besos no existían  el amor se hacía simplemente con un dedo presionado sobre el cuerpo de la persona del otro género.  Era un juego y nada más, pero servía para entretener  a los niños en los frecuentes viajes que hacía con mi familia a Cartagena, San Andrés y la Guajira. Salía  a caminar por la mañana por la playa con la idea de encontrar alguna señal enviada desde Electra, siempre resultaba ser  una moneda o algo de  cualquier valor. Era evidente que a otros se les perdían las monedas y los buscadores, las encontrábamos.

 Existen experimentos muy rápidos que dan una idea de cómo se comporta nuestra mente frente a la ocurrencia de una  actividad. Una de las maneras más  sencillas es con el método de lectura de  cartas de una baraja, de números marcados en una tarjeta, o en figuras determinadas que se asocian con la vida o las actividades de una persona. Se puede empezar con la identificación de dos figuras iniciales,  podría ser un corazón y el rey de bastos, por ejemplo. Se identifican   al azar con la intención de demostrar la participación  porcentual  en una distribución de cada participante.  En diez veces o más  las probabilidades  normales podrían acercarse  a un “promedio o una mediana”.  Con dos cartas es muy lejos la medición de PES, sin embargo en la medida en que se repite el experimento  con un número mayor de tarjetas las probabilidades de éxito o fracaso  permiten determinar que tan cerca o lejos se en encuentra el actor de niveles de aceptación. En una distribución  de tarjetas   las probabilidades están  marcadas cuando una persona tiene un resultado muy por encima del 75%, para concluir que posee un  grado de percepción importante. Este es un juego al azar que se hace en los salones de entretención. Se puede realizar el experimento con la intervención  de varios  actores,  distancias, y maneras  de obstaculizar para el que fenómeno de comunicación   ocurra.

 El fenómeno más conocido por todos es la comunicación telepática.  A varios nos debe haber pasado que suena una llamada, y es de la  persona en quien estábamos pensando.  Ocurre con  frecuencia por el desarrollo  de la actividad socio psicológica del día. La comunicación telepática ha tenido  mucho desarrollo desde las épocas de la segunda guerra mundial cuando se realizaron experimentos militares para este tipo de  comunicación  superando estadísticamente “lo normal”. Se concluyó   que la comunicación telepática existe. Hay otras formas de comunicación  más avanzadas que se mueven en el mundo  de la “tele plastia” en donde   además de la nominación en si misma   ocurre un fenómeno de movilidad espacial de cosas materiales o de la imaginación. ¡Estaba pensando en eso y se movió!, ¿la viste?.  Es un pensamiento en el aire pero   se hizo realidad  por el viento, la luz, las sombras, los colores, los olores, y muchas posibilidades que nos  dejan fuera del contexto de lo normal. La telepatía y la tele plástica pueden estar correlacionadas para apoyarse mutuamente. Hay que tener la mente abierta y dejar que las cosas ocurran.

 La psicoquinesis tiene relación con el movimiento de objetos, imágenes, o movimientos imaginarios que ocurren en el plano de la realidad. Intenciones fuertes de un poseedor manifiesto de tener poderes especiales para producir cambios visibles o imaginarios. Moisés tenía poderes extraordinarios que utilizó para dividir las aguas del mar mientras los hebreos  cruzaban por un pasillo seco cuando   eran perseguidos por los ejércitos del faraón   en su huida de Egipto. Episodios bíblicos de Psicoquinesis son notables en el Antiguo testamento. Mover personas con el poder mental de un parapsicólogo, objetos materiales quietos  inducidos por alguna fuerza desconocida, sostenerse en el aire, volar, y subir al cielo en cuerpo y alma son fenómenos psicoquineticos.   

 En el mismo orden de ideas existen los fenómenos de  precognición (profecías) y la clarividencia (Apocalípticos o de manifestación). El clásico ejemplo “Las Profecías de Nostradamus”  conocidas en el mundo entero  y presentadas en el año de 1555. Supuestamente predicen el futuro en 942 cuartetos poéticos. Astrónomo, alquimista, médico, filósofo y matemático. Analizar y tratar de inferir los supuestos teóricos del gran pensador para entresacar sus mensajes que aparentemente se han cumplido o van ocurrir. Sus profecías se deben mirar con prudencia, realizar inferencias a la luz de grandes conocimientos históricos, geográficos, hábitos y costumbres de los pobladores en muchos lugares del mundo, conocimientos de astronomía, física, y matemáticas,  que tienen que adornar a los investigadores pues no son fáciles de leer o de interpretar. Tienen un marco definido por Nostradamus de “centurias” repartidas en unos diez separatas con un cierto hilo conductor en un enfoque “hermético” con profundidad alcanzable para pocos lectores. Las interpretaciones señalan grandes acontecimientos  con probabilidades de ocurrencia  que surgen de las  relaciones en sus vivencias con un Dios que en  sueños le transmite en forma interpretativa y poética  lo que va ocurrir, o de inferencias y cálculos matemáticos deductivos de su conocimiento.

 Hay muchas intervenciones de visionarios, conocedores de las profecías de Nostradamus que sostienen el cumplimiento de observaciones y de hipótesis referenciadas en la vida conocida de los últimos años que si se han cumplido como la caída del Fascismo, la Guerra del golfo pérsico, la construcción y el vuelo de los aviones, la aparición en el tiempo del telégrafo, la electricidad, “el triunfo de la gran verdad”, la existencia de grandes catástrofes, períodos de  hambrunas, y la presencia del cambio climático que está confrontando a los países en este momento. La guerra en Ucrania, una posible guerra mundial, desbarajuste de la unidad de las naciones (Naciones Unidas), un papa negro, y el posible viaje a Marte que próximamente se realizará.

 Algunas referencias tomadas de internet muestran la intensidad de Nostradamus en la construcción de sus cuartetos poéticos y el abismo hipotético para abrir la mente. Algunos ejemplos  (Biblioteca.org.ar):

 Y luego, otra vez, las guerras que vendrán a turbar el equilibrio de Europa tan difícilmente conseguido y tan precariamente consolidado. Por otra parte, el Oriente de Europa habrá́ conocido, durante aquellos mismos años, una convulsión apocalíptica:

Al gran Imperio llegará otro muy distinto

Bondad distante más de felicidad:
Regido por uno salido no lejos de la plebe,

Corromper reinos gran infelicidad.

(CENTURIA VI, CUARTETA LXVII)

Es asimismo muy importante el anuncio en la cuarteta ochenta y nueve de la II Centuria, de dos personajes destinados a gobernar Europa totalitariamente. La transcribimos para nuestros lectores:
Un día se repartirán el mundo los dos grandes maestros,

Su gran poder se verá aumentado:
La tierra nueva estará́ en sus poderosas, manos, Los días del sanguinario están contados.

Cuando el animal al hombre domestico,
Despues de grandes penas y saltos venga a hablar, El rayo a virgen será tan maléfico,
De tierra tomado y suspendido en el aire. (CENTURIA III, CUARTETA XLIV)

También Roma, la ciudad eterna, se incluye entre las ciudades que van a ser

destruidas. Leemos en la cuarteta cien de la VI Centuria:

Hija de la Aurora, asilo del malsano, Donde hasta el cielo se ve el anfiteatro: Prodigio visto, tu mal está muy próximo, Serás cautiva y veces más de cuatro.

 El gran Imperio será para Inglaterra,
El Pempotam de años más de trescientos, Grandes tropas pasarán por mar y tierra,
Los Lusitanos no estarán de ello muy contentos.

La clarividencia es la habilidad de “ver” el futuro con base en una manifestación o revelación  contada como testimonio de una visión,  un sueño con percepción  a través de la conciencia. El vidente presenta las cosas que vio sin ocultar nada, la escribe de la misma manera como ocurrió. El  último libro de La Sagrada Biblia, el  Apocalipsis  es  ejemplo del conocimiento de ver, describir, mostrar eventos que van ocurrir en el futuro por una manifestación de Dios a través de Jesucristo contada a su siervo Juan que da testimonio  de lo que le manifestó un ángel  enviado por Dios.

 Yo, Juan , vuestro hermano y vuestro compañero en el sufrimiento, en el reino y en la constancia, en Jesús, yo me encontraba  en la isla de Patmos por haber predicado la palabra de Dios y por haber dado testimonio de Jesus. Caí en éxtasis el día  del Señor y oí detrás de mi una voz potente  como de trompeta que decía:

«Lo que ves escríbelo en un libro y mándaselo a las siete iglesias: a Éfeso, a Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia  y Loadicea.» Me volví para ver quién me hablaba; y al verle, caí a sus pies como muerto; pero él me tocó con su mano derecha y me dijo: « No tengas miedo ; soy yo , el primero y el último, el viviente; estuve muerto, pero ya estoy vivo por los siglos de los siglos; y tengo las llaves de la muerte y del abismo. Escribe lo que has visto, lo presente  y lo que sucederá en seguida ».

 Existen los adivinos, los lectores de la carta astral, algunos dicharacheros, charlatanes que dan de comer al oído a personas que les fascina que les cuenten cosas buenas. Todo se puede enlazar con eventos soñados con probabilidades de futuro. Los videntes son “adivinos” que supuestamente conocen el futuro y son capaces de trasmitir lo que ven a sus seguidores. En la vida corriente esto es parte de las ciencias ocultas bien diligenciadas por personas que se hacen llamar “médiums” con negocios para la comunicación con el más allá. Utilizan la bola de cristal de los antiguos parapsicólogos, las cartas de la baraja española, la comunicación directa con los ángeles o demonios y elementos mostrados de hechicería y brujería, que ayudan a visualizar en objetos las  conexiones con lo desconocido.  

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