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jueves, 24 de julio de 2025

Piedad Bonnett y la palabra viva



                                                                    Clemencia Gómez

Reseña  

Piedad Bonnett nació en Amalfi Antioquia el 18 de enero de 1951, poeta, novelista, dramaturga y crítica literaria. Estudió en un internado y luego se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad de los Andes, en la que fue docente durante varios años. Tiene una maestría de la Universidad Nacional de Colombia, en teoría del Arte, la Arquitectura y el Diseño. Recibió en 2024 el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.    

¿Cómo llegar a ser lector?

La escritora plantea el interrogante y habla sobre nuestra sociedad vertiginosa, que ha entrado en otros medios de información diferentes a los libros, leer a la hora de dormir o en momentos previos a las comidas, es una buena opción. Un texto obsequiado por una persona cercana, lleva implícito un mensaje afectivo. Su madre por ser maestra, impulsó en ella la pasión por la lectura.

Piedad enfatizó en la importancia de tener biblioteca en casa con textos infantiles, recordó el aprendizaje que logró de la enciclopedia” El tesoro de la juventud”, el olor del papel quedó impregnado en su mente. Un texto ilustrado despierta en los niños emoción visual y fascinación al leerles una y otra vez el mismo cuento. Si dejamos pasar en la adolescencia el hábito lector, tal vez no se pueda recuperar jamás, agregó la escritora.

El hombre por naturaleza ha sido contador de historias, narrar y escuchar despierta nuestra emoción.  La lectura en voz alta del maestro, el padre, la madre, el alumno, es una excelente experiencia que perdura en el tiempo y ayuda a superar barreras, el libro de Daniel Pennac “Mal de escuela” aborda la técnica, recordó Piedad.  

Una anécdota en el colegió mencionó ella, el maestro con dedos amarillos de la nicotina, no preparaba clase, sin embargo, llevaba las novelas de Cervantes y leía en voz alta, estrategia que afianzó su interés por la lectura.

La poesia es seducir

Creo que las palabras corrientes no pueden decir, al igual que la danza, la música, la pintura, cada una tiene un lenguaje particular, expresa Piedad. Enseñar poesía, es permitir que los alumnos aprendan un lenguaje nuevo más allá de las palabras bonitas. Nos plantea una pregunta: ¿Qué persigue el poeta con su escrito? Cada poema exige un ritmo y puntualiza que la poesía no entra por la razón, a la que nos ha condicionado la educación tradicional. Las imágenes desconocidas a veces no son admitidas, en ambientes en los que prima el intelecto.   

Algunas madres menores de cuarenta y cinco quieren que sus hijos aborden historias bonitas, y no de las monstruosidades del mundo actual, sin embargo, Piedad, nos hace reflexionar en los dilemas éticos que se pueden abordar con niños y jóvenes.  

¿Qué les da la poesía a las palabras?

1. Polisentidos

2. Un poder oculto

3. Pensamiento analógico

4. Pensamiento simbólico  

5. Lenguaje inconsciente       

La neuroplasticidad

La profesora Angela Calvo ante las precarias cifras de lectores arrojadas por las encuestas, aporta una mirada filosófica en su libro “El ideal de una comunidad lectora”, rebate el planteamiento que el cerebro humano no tiene un receptor de lectura. La curiosidad del Homo Sapiens es un mecanismo que puede desarrollarse, gracias a la plasticidad del cerebro. Las circunvoluciones cerebrales, también llamadas giros, son pliegues y elevaciones que se observan en la superficie del cerebro, separadas por surcos que aumentan la corteza cerebral, permiten alojar más neuronas y mejorar la capacidad cognitiva.  

Piedad menciona el “Zappig “y Tik Tok y aclara que el cerebro no necesita velocidad sino lectura detallada y concentrada.

Virtudes de la lectura

1. Desarrolla la imaginación

2. Plantea ideas que amplían mundos conceptuales

3. Aborda universos desconocidos

4. Confronta nuestras vivencias

5. Despierta emociones

6. Desarrolla la empatía

7. Informar

8. Transformar        

La escritora nos recuerda a Milán Kundera, quien sostenía que la ambigüedad es necesaria en la buena literatura, porque refleja la complejidad de la vida y la dificultad al tratar de encontrar verdades absolutas. El espacio literario nos ayuda a explorar la incertidumbre y no a buscar soluciones simplistas o dogmáticas.

¿Qué sucede cuando leemos una novela?

Piedad nos recuerda que hay una especie de suspensión moral y ética del lector, debida a la conexión emocional con los personajes y sus acciones, dentro del contexto ficcional, citó el ejemplo de la novela “Crimen y Castigo”, en la que Raskólnikov se manifiesta a través de la teoría sobre los hombres “extraordinarios”, y su posterior asesinato de la usurera. El lector puede entender que el protagonista no es un criminal común motivado por la codicia, sino una mezcla compleja de factores psicológicos, filosóficos y sociales.

La novela se renueva con el espíritu de la época, transita por lo híbrido entre el ensayo, la poesía, y otros géneros literarios.

Sancho Panza, en “Don Quijote de la Mancha”, expresa el realismo y la sabiduría popular, refranes y dichos reflejan la experiencia de la gente común, Don Quijote es el antihéroe.

El escritor debe leer a los grandes de la literatura y a los no tan grandes del pasado y el presente, y abordar movimientos que representan la tradición y la renovación, debe escribir con el riego del fracaso, es posible que nadie nos lea.   

Algunos aspectos a tener en cuenta al escribir una novela  

Cuando llega una idea de novela a la cabeza, son dos o tres años de trabajo forzado, agregó Piedad. Empiezo por el final, reviso el tono narrativo. No sabemos si va a salir bien o no.

Tener la historia es apenas una parte de la novela, el escritor debe asegurarse de plantear un conflicto que le hable a la gente de sí misma y de la sociedad. La novela tiene un tema vertebral del que se desprenden otros aspectos. Definir quién narra es una tarea importante.

Al escribir “Qué hacer con estos pedazos”, Piedad expresó que se devolvió al final, porque un tema prosaico no debe escribirse de manera trivial, es necesario incluir el tono poético, generar tensión y pensar en el lector, sin caer en la complacencia.

Poema dedicado a su hijo  

                                                              En el borde

Lo terrible es el borde no el abismo /En el borde/hay un ángel de luz del lado izquierdo/un largo río oscuro del derecho/y un estruendo de trenes que abandonan los rieles/ y van hacia el silencio.

Todo/cuanto tiembla en el borde es nacimiento/Y sólo desde el borde se ve la luz primera /el blanco-blanco /que nos crece en el pecho.

Nunca somos más hombres /que cuando el borde quema nuestras plantas desnudas.

Nunca estamos más solos

Nunca somos más huérfanos   

 


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