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lunes, 15 de mayo de 2023

La angustiosa tarea de escribir una novela sin remedio

     Carmen Rosa Ortiz 


Sin Remedio, la novela de Antonio Caballero, más que una ficción es una muestra de la realidad social, política y cultural, que el autor muestra a través del difícil accionar de Ignacio Escobar, el protagonista y los demás personajes. Es una crítica con mucho humor, no solo a todas las clases sociales de la sociedad bogotana, sino a la forma de ser bogotana, en lo que se refiere a la familia, el poder, la izquierda, el amor y la poesía. Un libro que nos obliga a reflexionar.

Cuando la novela se refiere a la poesía, presenta a Ignacio y a un grupo de poetas que entre tragos, discuten sobre las características que debe tener el poema: la fuerza, “tanta que” debe ser telúrico, que sea “nuestro”, que se defienda solo, que sea un pleonasmo, que no sea un pleonasmo, que  tenga rima, pero también muestre lo que no puede ser; no muy reiterativo, no decir cualquier cosa, ya que todo está demasiado dicho, pero Graciela que supuestamente no sabía nada de poesía dijo:  “…una poesía es como cuando uno no sabe que decir, y lo dice” (pág.39) pero el autor le da un golpe fuerte a la discusión y rompe los esquemas de la poesía, cuando Edén Mora Marín presenta su último poema que es un anuncio publicitario, eso nos hace considerar que para la poesía cualquier cosa vale: “Un anuncio se puede volver un poema”. (pág. 42).

La novela muestra un punto neurálgico al señalar que el arte, incluyendo la poesía, no debe hacerse en función de una determinada ideología o por encargo, ese cuestionamiento remite a la pregunta que se hacen algunas personas instaladas en la utilidad de las cosas ¿Para qué sirve la poesía? Nos encontramos con la respuesta contundente del poeta Ricardito: “La poesía no sirve para nada mijo”. (pág. 148) y de allí se va entrando en un mundo donde sustenta que la poesía “…no es sino eso, pura casualidad, cosas que no quieren decir absolutamente nada, y si lo dicen es por equivocación” (pág. 204). Referirse al poema escrito por Ignacio y que los revolucionarios consideraban un poema comprometido con la causa de la guerra del Vietnam lo lleva a concluir que “La poesía es error,… (pag.204) ya que no tiene un solo sentido y  puede ser interpretada desde diferentes aristas.

En conclusión a los   poetas no les sirvió de nada la poesía, Ricardito no pudo conquistar a doña Leonor, Ignacio a las mujeres que perseguía, aunque por momentos le sirvió para compensar  su angustia existencial. Al final, el autor le pone una dosis de humor a toda esa elucubración sobre para qué sirve la poesía,  cuando muestra que a la policía con su jefe de inteligencia sí le sirvió porque a través de los poemas detectaron que un grupo subversivo estaba detrás de la revuelta el día de las elecciones, del secuestro y la muerte de Foción Urdaneta de Brigard;  el coronel Buendía declaró por la televisión que: “-… el material subversivo incautado a uno de los presuntos dirigentes de la Organización Eme-Ele Auténtica, OMLA. : es una consigna subversiva que dice:  “Las cosas son iguales a las cosas”, a continuación un signo de dos puntos, y después “luz en la luz, memoria en la memoria”. (pág. 467)              

En otra mirada la novela muestra lo difícil que es escribir, no solo la poesía sino la creación de cualquier obra narrativa o literaria,  a través del sufrimiento de Ignacio vemos lo que cuesta todo ese proceso. Para Ignacio al escribir juega un papel importante la hora en que inicia: “Espera un tiempo para escribir, otra puesta del sol idéntica, o bien el amanecer” (Pág.408). El lugar “…desde su cuarto…”, los materiales para escribir son importantes pero en un momento de producción lo que cuenta es lo necesario para plasmar la idea: “lo escribió en la pared: …la asperidad del muro se había comido ya la punta del lápiz.” Pero la persistencia y obstinación es el reto que se había puesto Ignacio como persona para escribir un poema, esto es muy importante para un escritor: “…pero tenía que escribirlo. Alguna vez, una vez en la vida.” Es obligatorio, desde que surge la idea, preguntarse por el tema, si lo conoce o no, y entonces buscar formas de acercarse a él:

“La luz es siempre la luz.

 La memoria es  memoria   " ¿No sería un poco pretencioso? ¿Qué sabía el de la luz?     ¿E incluso, qué sabía de la memoria?”.

En otro momento el escritor, en este caso Ignacio, se da cuenta que escribir no es nada fácil  “Y se quedó pensando. No era fácil. No es fácil decir las cosa que deben ser dichas”. … Tachó lo que había escrito y empezó de nuevo”. (Pág.409)  El tiempo en que se trata de producir una obra no importa, no siempre tiene la misma duración: “Pasó toda la noche escribiendo, tachando… Se detenía, releía, rompía y volvía a empezar.”  En esta parte el escritor muestra el compromiso de Ignacio para escribir su poema, la muestra existencialista de un hombre que se ha impuesto la responsabilidad de su propia conciencia para lograr el único propósito en su vida, la libertad.

 Organizar a partir de imágenes, situaciones,  juega un papel importante a la hora de pasarlas a palabras : “A veces se dejaba anonadar por una imagen.” (Pág.410) La escritura parte de  una constante situación de reescritura a partir de una idea, de una palabra, de algo que se quiere decir pero no es el momento de plasmarla puede que en otra situación sirva: “Hacía listas de las palabras,… a fines o arbitrariamente superpuestas:”… “Apuntaba metáforas… términos sueltos.” El autor presenta los apuntes como elementos de la memoria que guarda, compara y utiliza en el momento preciso: …“ Tomaba nota para entender mejor lo que quería decir y lo que no quería.” Un elemento que utilizó Ignacio para la poesía y que en general  sirve a algunos para encontrar el ritmo a la narración es la lectura en voz alta, esta como elemento importante de la comprensión: … “Leía a veces un fragmento en voz alta,… a ver como sonaba. A ver si se entendía.” (pág.413) Esto permite ver claro lo que se quiere decir no importa que el escrito se vaya reduciendo, lo importante es que se quite todo el ruido posible y ayude así a la agilidad del escrito y al pensamiento del lector: “Poco a poco iba viendo más claro lo que quería decir,… Aunque también -notaba a veces con temor- se iba reduciendo bastante.”

 Después de tanto sufrimiento, Ignacio busca la forma perfecta de decir lo que quiere decir, se encuentra  con la imagen precisa que va dando forma a las palabras. Y como dice el narrador, es un canto de victoria final: “Pero el verso iba saliendo, se iba haciendo, iba fraguando en versos ya inmóviles como bloques de piedra… iba adquiriendo fuerza y abriéndose camino como un pantano que se convierte en rio.”  “Y una noche se hizo por completo, como si se hubiera hecho solo.” (pág. 413)

 ALGUNOS RECURSOS 

Caballero utiliza recursos que le ayudan a quitar y a poner peso crítico a la vida de Ignacio Escobar. El cine, el neorrealismo italiano en particular, conque pinta la realidad social contemporánea. El humor, en altas dosis, por ejemplo en el cuarto capítulo, cuando muestra el encuentro de familiares y amigos que se van  presentando, uno a uno, por su nombre en diminutivo. Explica sobre el cine y dice: “El cine nos engaña, haciéndonos creer en un movimiento que no existe”. (pág. 120). 

Otro recurso es el teatro, que no cumple las funciones de objeto, la tragedia griega; en el pasaje como el que muestra a  Ignacio en el baño de su casa ante un espejo, como un personaje griego y solitario frente a una montaña en la que se refleja mientras implora a los dioses por ayuda en la lucha que lleva a cuesta.  Ignacio más que pedir ser  liberado de Henna  trata dentro de su desequilibrio de construirse un mundo distinto, el de su libertad. (pág. 123, 124, 125 del capítulo III).

Sin Remedio, un buen texto, sólido y eficiente. 


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